El hundimiento del FMLN, la exguerrilla salvadore?a a la que Bukele quiere eliminar
El mandatario, que inici¨® su carrera pol¨ªtica bajo el brazo de la izquierda, quiere borrarla del mapa pol¨ªtico, pero los analistas ven posible un ¡°rescate de los principios revolucionarios del partido¡±
La noche del 4 de marzo, cuando el presidente Nayib Bukele se preparaba para celebrar una nueva victoria electoral al lograr, junto con sus aliados, el control de la mayor¨ªa de municipios de El Salvador, el controvertido mandatario tambi¨¦n se apuntaba un triunfo m¨¢s personal: el hundimiento del FMLN, la antigua guerrilla salvadore?a, que sufr¨ªa su peor derrota pol¨ªtica desde la llegada de la democracia. Bukele ha trabajado desde su primer mandato por eliminar a la organizaci¨®n de izquierda ¡ªde la que form¨® parte y que representa para ¨¦l un pasado muy pesado¡ª, y ha logrado grandes avances en esa empresa. El Frente no gan¨® un solo municipio en las elecciones municipales de inicios de marzo y ha quedado fuera de la Asamblea Legislativa, el ¨®rgano parlamentario salvadore?o. Un duro golpe para una organizaci¨®n que una vez movi¨® las simpat¨ªas de medio mundo por su lucha contra la tiran¨ªa de orden militar que agobiaba a los salvadore?os y que, tras los acuerdos de paz de inicio de los a?os noventa, se reconvirti¨® en partido pol¨ªtico, deponiendo las armas por las papeletas electorales.
El Frente Farabundo Mart¨ª Para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) fue creado a inicios de los a?os ochenta para agrupar a las distintas facciones pol¨ªtico-insurgentes que peleaban contra el ej¨¦rcito salvadore?o en un cruento conflicto b¨¦lico interno que dej¨® m¨¢s de 75.000 muertos. Las agrupaciones de izquierda hab¨ªan tomado las armas para derrocar a los gobiernos de corte militar que respond¨ªan a los intereses de una oligarqu¨ªa conservadora y atrasada que tem¨ªa una revoluci¨®n al estilo cubano. Los guerrilleros salvadore?os contaban con la simpat¨ªa de la Cuba de Fidel Castro, que los entrenaba y ayudaba a financiar, mientras que Washington presionaba para evitar a toda costa el triunfo insurgente. El temor era que la guerrilla llegara al poder como hab¨ªa ocurrido con el FSLN de Nicaragua y la propaganda de izquierda cantaba que ¡°si Nicaragua venci¨®, El Salvador vencer¨¢¡±.
Los Acuerdos de Paz de Chapultepec, firmados el 16 de enero de 1992 en Ciudad de M¨¦xico, marcaron un cambio pol¨ªtico en El Salvador, al poner fin a m¨¢s de una d¨¦cada de guerra civil e iniciar el camino para el fortalecimiento de una democracia electoral. El FMLN depuso las armas y se convirti¨® en la principal fuerza pol¨ªtica de izquierda, y en junio de 2009 logr¨® su m¨¢s grande triunfo pol¨ªtico al llegar por primera vez al poder de la mano de Mauricio Funes, un periodista de 49 a?os que representaba las esperanzas de cambio en un pa¨ªs golpeado por la desigualdad y la violencia sembrada por las llamadas maras, las pandillas que pr¨¢cticamente controlaban el territorio.
A Funes le sigui¨® en el Gobierno el exguerrillero Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n, uno de los principales l¨ªderes del Frente, un pol¨ªtico incombustible que despertaba los viejos temores de la clase empresarial y conservadora. Ambos gobiernos de izquierda fracasaron en poner fin a la violencia y la pobreza y m¨¢s bien son recordados por altos niveles de corrupci¨®n y la huida del pa¨ªs de los dos exmandatarios: Cer¨¦n y Funes buscaron refugio en la Nicaragua convertida en dictadura de Daniel Ortega. ¡°El FMLN pact¨® con personajes oscuros de la pol¨ªtica del pa¨ªs para poder gobernar. Tambi¨¦n con personajes se?alados por corrupci¨®n, crimen organizado y narcotr¨¢fico. Adem¨¢s, su proyecto pol¨ªtico no aport¨® soluciones a la altura de lo que esperaba la gente que se declara de izquierda, lo que provoc¨® un fuerte desencanto en la ciudadan¨ªa¡±, explica el analista salvadore?o C¨¦sar Artiga. ¡°La gente sinti¨® que los principios revolucionarios y los valores de izquierda fueron traicionados de manera progresiva por la c¨²pula del partido¡±, agrega.
El descontento del electorado por la corrupci¨®n de FMLN, pero tambi¨¦n de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), los dos partidos que durante 25 a?os se repartieron el poder en el pa¨ªs, cre¨® las bases para que Bukele tomara el relevo en las presidenciales de 2019. El joven mandatario, que se vende a s¨ª mismo como un hombre moderno, eficiente y simp¨¢tico, que mueve a las masas a trav¨¦s del eficaz uso que hace de las redes sociales, ten¨ªa entre sus objetivos eliminar al viejo Frente. Bukele form¨® parte de ese partido en sus inicios como pol¨ªtico y bajo su ala logr¨® ganar la alcald¨ªa de San Salvador, la capital. ¡°La de Bukele es una historia de oportunismo¡±, dice el analista Artiga. ¡°Su vinculaci¨®n al Frente nunca fue por ser una persona de izquierda, en realidad siempre ha sido muy conservador, pero vio en el FMLN la oportunidad de llevar a cabo su ambici¨®n de ser presidente¡±, agrega. Artiga recuerda que la familia de Bukele ha tenido ¡°una relaci¨®n hist¨®rica¡± con el Frente y financiaron en su momento a la guerrilla. ¡°Cuando logr¨® un capital pol¨ªtico muy fuerte, y al saber que no podr¨ªa correr como candidato a la presidencia por el FMLN, Bukele provoc¨® una ruptura con el partido para que lo expulsara y crear as¨ª su movimiento pol¨ªtico¡±, dice Artiga.
Bukele inicio su vendetta atacando los acuerdos de paz que dieron legitimidad pol¨ªtica al FMLN, al calificarlos como una ¡°farsa¡±, un ¡°negocio¡± de ¨¦lites y un ¡°pacto entre corruptos¡±. El mandatario rechaz¨® conmemorar la firma de los acuerdos y orden¨® a golpe de decreto anunciado por la entonces Twitter, ahora X, que esa fecha se convertir¨ªa en un d¨ªa para recordar a las v¨ªctimas del conflicto armado. ¡°Lo que hizo Bukele fue culpar de los problemas a un evento pol¨ªtico que para los dem¨®cratas latinoamericanos y centroamericanos es casi sagrado, que son los Acuerdos. En Am¨¦rica Central el enemigo al que se?alan los populistas son precisamente esos pactos, que denominan acuerdos entre ¨¦lites que no dan entrada a nuevos actores que presumiblemente podr¨ªan solucionar los problemas del pa¨ªs. Y Bukele con su actitud y con su manera de presentarse encarna la posibilidad de un futuro que los salvadore?os no encontraban¡±, ha explicado Harry Brown, doctor en Ciencias Pol¨ªticas por la Universidad Complutense de Madrid y coautor de El populismo en Am¨¦rica Central (Siglo XXI).
M¨¢s tarde los ca?ones de Bukele se enfocaron contra el Frente, al que atac¨® por la corrupci¨®n y la incapacidad de resolver los problemas del pa¨ªs. ¡°Desaparecer al FMLN tiene que ver con su ego, con la idea de borrar ese pasado que lo vincula con un partido de izquierda y decir que ¨¦l se ha encargado de sepultar ese pasado que, seg¨²n ¨¦l, le ha hecho tanto da?o al pa¨ªs¡±, explica el analista Artiga. Su mensaje cal¨® hondamente en el electorado salvadore?o y el Frente ha perdido decenas de miles de votos y ha pasado de contar con el respaldo del 33% del electorado en 2009 a tener el favor de apenas el 7% desde 2019.
?Tiene el FMLN posibilidades dentro de la vida pol¨ªtica salvadore?a? Artiga considera que s¨ª. El analista califica como ¡°muy torpe¡± la pretensi¨®n de Bukele de que al acabar con el Frente fulmina tambi¨¦n a la izquierda salvadore?a. ¡°La izquierda est¨¢ representada en movimientos sociales, ambientales, feministas que terminan siendo una garant¨ªa en la defensa de los derechos humanos, institucionales y constitucionales¡±, dice. En cuanto al FMLN, este analista considera que el partido tiene una nueva oportunidad de reestructurase de forma interna, con la elecci¨®n de nuevos liderazgos. Artiga se?ala a personajes del partido como la diputada Anabel Belloso, que pueden imponer un cambio de rumbo. Ni Belloso ni otros representantes del FMLN quisieron dar entrevistas para este reportaje. ¡°Hay liderazgos que pueden rescatar los principios revolucionarios del partido. Sus derrotas electorales son un golpe fuerte y si no entiende el mensaje en un corto plazo creo se enfrentan a la amenaza de desaparecer¡±, advierte Artiga. ¡°Es una oportunidad hist¨®rica¡±, sentencia.
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