Uruguay aprueba una ley de financiaci¨®n de partidos que deja sin regular la publicidad online

?Es posible juzgar antigua una ley que a¨²n no ha entrado en vigor? Lo es, seg¨²n la opini¨®n de los legisladores uruguayos que esta semana votaron a favor de una nueva norma de financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos. Luego de cuatro a?os de negociaciones, el Parlamento de Uruguay acord¨® modificar las reglas vigentes desde 2009, fijando nuevos l¨ªmites a las donaciones del sector privado y estableciendo sanciones. Sin embargo, no est¨¢ claro que la Corte Electoral, responsable de controlar las cuentas, pueda llevar adelante su tarea debido a la falta de recursos. En pleno a?o electoral, la ley tambi¨¦n regula la propaganda pol¨ªtica en los canales de televisi¨®n, pero nada dice sobre la publicidad partidaria que inunda los espacios digitales. Sus autores insisten en que la legislaci¨®n busca proteger al sistema de una eventual penetraci¨®n del crimen organizado y del lavado de activos en las finanzas partidarias. ¡°Es un avance, pero nos quedamos cortos¡±, admite uno de ellos.

La ley aprobada este mi¨¦rcoles en Diputados por 71 votos de 73, mantiene el r¨¦gimen mixto de financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, cuyas cajas se nutren de los aportes del Estado y del sector privado. El subsidio p¨²blico es hist¨®rico en Uruguay, se remonta a 1928. Por ese lado, los partidos reciben dinero por cada voto obtenido y tambi¨¦n financiamiento permanente. Por ejemplo, los partidos seguir¨¢n percibiendo 525 pesos uruguayos, unos 13 d¨®lares, por cada voto v¨¢lido a favor de las candidaturas a la presidencia de la Rep¨²blica. Entre las novedades, esta ley prev¨¦ un aumento del pago por voto para el caso de las listas encabezadas por mujeres, como una forma de incentivar la efectiva participaci¨®n femenina en ¨¢mbitos como el parlamentario.

En Uruguay existe un consenso generalizado con respecto a que la financiaci¨®n p¨²blica de los partidos no reviste mayores inconvenientes. La preocupaci¨®n gravita sobre el dinero que proviene del sector privado. ¡°Lo peor que le puede pasar a nuestra democracia es que exista la sospecha de que los partidos pol¨ªticos puedan estar financiados por actividades ilegales¡±, dijo el senador oficialista Luis Alberto Heber el pasado 28 de mayo, cuando la c¨¢mara alta dio luz verde al proyecto que este mi¨¦rcoles ratificaron los diputados. Seg¨²n Heber, parlamentario del Partido Nacional (centroderecha), con esta nueva ley se avanza en transparencia, imponiendo mayores niveles de control y sanciones que antes no exist¨ªan. Las multas por incumplimiento, por ejemplo, podr¨¢n alcanzar los 1,8 millones de pesos uruguayos, unos 46.000 d¨®lares.

Como su antecesora, esta norma proh¨ªbe expresamente aceptar contribuciones de organizaciones delictivas, empresas concesionarias de obras p¨²blicas o fundaciones extranjeras, entre otras. Establece que las donaciones no podr¨¢n ser an¨®nimas a partir de 24.000 pesos uruguayos, unos 600 d¨®lares. En total, este tipo de contribuciones an¨®nimas no podr¨¢n superar el 10% de los ingresos declarados. Las restantes deber¨¢n incluir los datos del donante y tendr¨¢n un tope de 2,1 millones de pesos, unos 54.000 d¨®lares, por a?o. La ley obliga a que estas donaciones se concreten mediante pago electr¨®nico en una cuenta bancaria abierta para recaudar esos fondos. Asimismo, se fija el monto m¨¢ximo que podr¨¢n aportar los candidatos a su propia campa?a, que hasta ahora era ilimitado: 7,2 millones de pesos, que equivalen a unos 185.000 d¨®lares, en el caso de quienes aspiren a la presidencia.

Durante las negociaciones, el aspecto m¨¢s peliagudo del proyecto fue sin dudas el de la regulaci¨®n de la publicidad electoral, que supone buena parte del gasto de los partidos. ¡°Las campa?as son cada vez m¨¢s caras y m¨¢s complejas¡±, dijo Carlos Varela, diputado del Frente Amplio (centroizquierda). En este ¨¢mbito, la norma aprobada se?ala que las condiciones para la publicidad en los canales de televisi¨®n abierta y por abonados deber¨¢n ser las mismas para todos los partidos. Es decir, no podr¨¢ haber precios diferenciales. Adem¨¢s, durante los 30 d¨ªas previos a las elecciones esos medios tendr¨¢n que otorgar 13 minutos gratuitos a cada formaci¨®n pol¨ªtica, que se distribuir¨¢n en tres mensajes a la ciudadan¨ªa. La ley no hace referencia alguna a la propaganda electoral en internet, que campa a sus anchas en los m¨²ltiples espacios digitales burlando incluso la veda electoral. ¡°La ley ya es antigua¡±, critican los analistas y reconocen legisladores como el senador Heber.

Una duda planea sobre el alcance de esta ley: ?Tendr¨¢ la Corte Electoral, encargada de su fiscalizaci¨®n, capacidad para auditar, controlar y sancionar? Tanto pol¨ªticos como estudiosos de la financiaci¨®n de partidos sosten¨ªan que eso era inviable bajo la ley anterior, porque ese organismo no contaba con los recursos humanos ni materiales para llevarlo a cabo. En un intento de remediar esa falla, la nueva norma faculta al Poder Ejecutivo a ¡°dotar de los recursos necesarios¡± a la Corte Electoral, que a su vez podr¨¢ solicitar el apoyo del Tribunal de Cuentas para auditar los n¨²meros que deben presentar las formaciones pol¨ªticas.

Esa disposici¨®n remienda pero no repara el problema de fondo, seg¨²n vaticinan los expertos y coinciden algunos legisladores. ¡°Este proyecto es un avance, pero se queda corto ante la realidad que estamos viviendo¡±, indic¨® el diputado Varela en la sesi¨®n del mi¨¦rcoles. Varela dijo estar convencido de que la Corte Electoral no podr¨¢ controlar lo que establece la nueva norma mientras el sistema pol¨ªtico no se ponga de acuerdo en asignarle, mediante la ley de presupuesto, los recursos materiales y humanos que requiere su tarea. ¡°Hoy la amenaza que tiene el sistema pol¨ªtico uruguayo y la sociedad¡±, expres¨® el legislador, ¡°es el crimen organizado y su peor expresi¨®n, el lavado de dinero¡±. En su exposici¨®n, Varela reconoci¨® la solidez del sistema pol¨ªtico uruguayo, pero advirti¨® que no est¨¢ vacunado contra la corrupci¨®n. ¡°Nos quedan demasiadas cosas pendientes para seguir pensando en el futuro inmediato¡±, remarc¨®.

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