Lula hace equilibrios para cortar gastos y cumplir la gran promesa electoral a la clase media

El brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva tiene una fama de equilibrista labrada durante una carrera pol¨ªtica marcada por el empe?o en encontrar soluciones en un t¨¦rmino medio que satisfaga a todos. Est¨¢ por ver si su plan para recortar gastos gubernamentales y cumplir su gran promesa electoral a la clase media cumple esa premisa a ojos del electorado y los mercados. En el ecuador del mandato, el Gobierno de Lula ha anunciado este jueves un paquete de recortes para ahorrar en dos a?os 70.000 millones de reales (12.000 millones de d¨®lares ). La v¨ªspera, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, el delf¨ªn del presidente izquierdista, anunci¨® un proyecto legislativo para eximir del impuesto de la renta a quien gana menos de 5.000 reales al mes (835 d¨®lares) y gravar m¨¢s a los que ingresan por encima de 50.000 reales mensuales.

El Gobierno est¨¢ bajo presi¨®n para presentar un plan de contenci¨®n del gasto que frene el acelerado aumento de deuda p¨²blica (que supera el 75% del PIB). El plan del presidente Lula para lograr la cuadratura del c¨ªrculo y equilibrar las cuentas p¨²blicas ha sido mal recibido por los mercados. El d¨®lar se ha disparado al m¨¢ximo hist¨®rico. Ha cerrado a 5,98 reales por d¨®lar tras alcanzar los 6 este jueves despu¨¦s de que Haddad, acompa?ado por varios ministros m¨¢s, presentara en Brasilia el paquete de medidas para reducir el gasto p¨²blico. En Brasil el gasto comprometido es tan alto (92%) que el margen para meter la tijera es m¨ªnimo. Requiere filigranas. Destacan entre las medidas para ahorrar, limitar el aumento del salario m¨ªnimo, poner coto a los supersalarios (las maniobras con las que altos funcionarios cobran por encima del techo salarial) y el veto a que los militares se jubilen antes de los 55 a?os, entre

El izquierdista Lula gan¨® las elecciones al frente de una amplia coalici¨®n en defensa de la democracia. Y entre sus promesas estrella, una con la vista puesta en la clase media: eximir del pago de la renta a los brasile?os que hasta cuatro salarios m¨ªnimos, unos 26 millones de contribuyentes.

La prometida rebaja fiscal fue difundida como los grandes mensajes a la naci¨®n, simult¨¢neamente por todos los canales de televisi¨®n y emisoras de radio. Haddad compareci¨® solemne el mi¨¦rcoles por la noche para anunciar que Lula cumplir¨ªa su gran promesa. Revel¨® tambi¨¦n el ministro de Hacienda c¨®mo compensar¨¢ el Gobierno la exenci¨®n a quien gana menos de 5.000 reales. Los que obtienen rentas mensuales por encima de 50.000 reales (8.350 d¨®lares) pagar¨¢n un m¨ªnimo del 10%, aplicable no solo a sus salarios, sino tambi¨¦n a los beneficios y dividendos, que en Brasil no cotizan. Es un colectivo peque?o, unas 100.000 personas, que ahora tributa como un 2% en el injusto sistema fiscal brasile?o. Una medida que adem¨¢s encaja con la iniciativa brasile?a, abrazada por el G20 recientemente en R¨ªo de Janeiro, de aprobar un impuesto global a los superricos.

El ministro Haddad adelant¨® que el Gobierno prepara un proyecto de ley que contemple esas reformas fiscales y pretende presentar al Congreso en 2025. Lula pretende que entre en vigor en 2026, cuando Brasil celebrar¨¢ las pr¨®ximas elecciones presidenciales y parlamentarias.

Daniel Cunha, estratega jefe de BGC Liquidez, un fondo de inversi¨®n, ha criticado en declaraciones al diario Folha de S.Paulo el anuncio casi simult¨¢neo del ajuste y los cambios fiscales. ¡°Para el mercado, ahora es importante conocer los detalles de las medidas [de recorte] y profundizar en los textos legislativos [sobre las reformas impositivas]. El anuncio deb¨ªa estar centrado en una agenda de disciplina fiscal y contenci¨®n de gastos¡±, seg¨²n Cunha.

Uno de los mantras de Lula, fundador del Partido de los Trabajadores, es que el gasto p¨²blico, sobre todo el dedicado a los m¨¢s pobres, no es gasto, sino inversi¨®n. Al inicio de su mandato, sustituy¨® el techo de gastos por una regla fiscal para incrementarlo en funci¨®n del aumento de la recaudaci¨®n. El veterano pol¨ªtico, que a¨²n es el favorito entre los brasile?os que sobreviven con lo m¨ªnimo, ha ido perdiendo atractivo entre los electores de la clase media. Esa franja, anta?o integrada en buena medida por obreros industriales, est¨¢ formada ahora por trabajadores del sector servicios y por millones de aut¨®nomos sin muchas m¨¢s opciones que abonarse al emprendedurismo.