El domicilio sigue siendo inviolable
La excepcionalidad de la pandemia no justifica saltarse las exigencias de un Estado de derecho
La excepcionalidad de la pandemia no justifica saltarse las exigencias de un Estado de derecho
La ley avala las iniciativas de censura presentadas, pero deber¨ªa reformarse para evitar casos de este tipo
La inviolabilidad del Rey y el orden de sucesi¨®n al trono requieren un cambio constitucional que ahora es misi¨®n imposible. Pero se pueden regular el estatuto jur¨ªdico y los controles a la familia real
Aunque la vacuna obligatoria se ajusta a la ley, la informaci¨®n y la transparencia son mejores recursos
La extraordinaria gravedad de la situaci¨®n requiere una respuesta jur¨ªdica a la altura de las circunstancias y eso, en t¨¦rminos constitucionales, exigir¨ªa declarar nuevamente el estado de alarma
El enmascaramiento de la excepcionalidad, al amparo de la covid-19, erosiona el Estado de derecho