Es suicida pensar que los sanatorios y cl¨ªnicas privadas pueden ser la alternativa a la enorme complejidad de la medicina moderna en red. Lo sensato es defender y reformar la gesti¨®n del modelo actual.
Cuando en medio mundo el mercado pide al Estado que le rescate de sus propios demonios, en la Comunidad de Madrid se encarga a las empresas privadas que salven la sanidad p¨²blica
Los autores critican la postura del Colegio de M¨¦dicos tras el expediente abierto a dos directivos por cubrir en vacaciones una plaza de psiquiatra con un psic¨®logo.