Camino de servidumbre
No existe lucha
Aritm¨¦tica electoral catalana
Faltan a la verdad y saben por qu¨¦ lo hacen
El "s¨ª" a la Constituci¨®n
Banquero, bancario, ?o qu¨¦...? / y 2
Banquero, bancario, ?o qu¨¦...?/1
Autonom¨ªa
Cooperaci¨®n desde la igualdad
Siglos de opresi¨®n
?Qu¨¦ separatismo?
El contencioso con Catalu?a
La cuesti¨®n catalana / 1
La cuesti¨®n catalana / 1. 1. Voy a coger el toro por los cuernos y a hablar claro de entrada: a veces los catalanes nos sentimos indiscriminadamente acusados de separatismo traicionero, desde Madrid. Esto realmente, duele y nos parece injusto. Al fin y al cabo yo no tengo idea de haber pecado. Aunque mi postura pueda beneficiarse de una explicaci¨®n, ciertamente no exige ni una justificaci¨®n ni menos; una defensa. Pero hay que aclarar algunas cosas. M¨¢s que nada en busca de una concordia sin la cual la Espa?a futura no parece viable.2. A veces se me pregunta: ?conoce usted Le¨®n?, ?o Zamora? Yo contesto: ?conoce usted Popay¨¢n?, ?conoce usted Tunja? Porque para apreciar a Espa?a tan importante es lo uno como lo otro. Creo que es muy aleccionador mirar a Espa?a en Am¨¦rica,. que tambi¨¦n es Espa?a. Yo conozco la Am¨¦rica hispana bastante. Lo inevitable, al poner pie en tierra del Nuevo Mundo la primera vez, es que la presencia de Castilla se alce imponente.