Simplemente, un empresario
Juan Cruz traza el retrato de Jes¨²s Polanco, fundador de EL PA?S, a partir de entrevistas con ¨¦l y sus colaboradores
¡°Rara vez encuentro correspondencia entre la realidad de lo que soy y la contundencia de lo que dicen que soy¡±, escribi¨® Jes¨²s de Polanco en el pre¨¢mbulo a unas notas autobiogr¨¢ficas que Juan Cruz recoge en este libro. Grabadora en mano, en 2003 Juan Cruz inici¨® unas conversaciones con Polanco que ten¨ªan la intenci¨®n de convertirse en libro para salir al paso de esa contradicci¨®n. Se interrumpieron pronto, porque Polanco lleg¨® a la conclusi¨®n de que aquella imagen suya de hombre prepotente, el ¡°Jes¨²s del Gran Poder¡±, como le bautiz¨® cari?osamente su amigo el padre Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Patino, nunca iba a diluirse, que el trabajo era in¨²til. As¨ª que Juan Cruz guard¨® las cintas en un caj¨®n.
Solo despu¨¦s de que muriera Jes¨²s de Polanco, y un a?o m¨¢s tarde su hija Isabel, protagonista tambi¨¦n de este libro, los otros tres hijos le animaron a pensar qu¨¦ hacer con ellas. El resultado, despu¨¦s de mucho tiempo y muchas vueltas, es este libro. A aquellas grabaciones se suman ahora los textos elaborados por Juan Cruz, a partir de entrevistas con un gran n¨²mero de personas que conocieron a Polanco, testimonios de quienes estuvieron con ¨¦l desde los tiempos iniciales de la editorial Santillana, hasta los de quienes protagonizaron la andadura de PRISA. Colaboradores y directores de EL PA?S, directivos de la SER y de Canal Plus desfilan por las p¨¢ginas de este libro, junto a amigos y familiares, porque la familia fue el n¨²cleo alrededor del cual Polanco quiso consolidar aquel inmenso tejido empresarial.
¡°Yo soy pura y simplemente un empresario¡±, dijo en 1998, cuando los editores espa?oles y latinoamericanos le rindieron un homenaje en la Feria del Libro de Guadalajara. No era un periodista, ni un intelectual ni tampoco un pol¨ªtico. Esto fue lo que nunca aceptaron quienes le atribuyeron intenciones que nunca tuvo. Cuando Jos¨¦ Ortega Spottorno le invit¨® a entrar en aquel proyecto del que nacer¨ªa el peri¨®dico EL PA?S, Polanco era ya un empresario con ¨¦xito. Hab¨ªa puesto en pie una importante editorial, Santillana, dedicada a la publicaci¨®n de libros de texto, un sector a cuya modernizaci¨®n contribuy¨® tanto en Espa?a como en muchos pa¨ªses latinoamericanos. Viaj¨® durante mucho tiempo con una maleta llena de libros y descubri¨® Am¨¦rica Latina, que estuvo desde entonces en su horizonte y donde, gracias a un pu?ado de editores espa?oles exiliados, descubri¨® tambi¨¦n otra historia de Espa?a.
Cuando Jos¨¦ Ortega Spottorno le invit¨® a entrar en el proyecto del diario ya era un editor de ¨¦xito en Espa?a y Am¨¦rica
Fue su reconocimiento como empresario lo que le llev¨® a asistir al largo y complicado proceso para la publicaci¨®n de EL PA?S, que solo lleg¨® tras la muerte de Franco. Como consejero delegado de PRISA, pele¨® por convertir el nuevo peri¨®dico en un diario moderno, europeo e independiente, capaz adem¨¢s de obtener pronto importantes beneficios. La clave del ¨¦xito fue esa: la feliz conjunci¨®n de Polanco como empresario y de Juan Luis Cebri¨¢n al frente de una redacci¨®n, que consolid¨® su profesionalidad mediante la aprobaci¨®n de un estatuto pionero en Espa?a. No fue f¨¢cil. Ganaron su primera batalla frente a quienes desde el consejo de administraci¨®n quer¨ªan marcar la l¨ªnea del peri¨®dico, en lo que se conoci¨® como la ¡°guerra de los accionistas¡±, que ¨¦l mismo relata en sus entrevistas con Juan Cruz. Convertido Polanco en accionista mayoritario y presidente de PRISA, vino detr¨¢s la entrada en la SER y, a?os m¨¢s tarde, en 1989, la propuesta arriesgada de una televisi¨®n de pago, Canal Plus, cuando las cadenas privadas entraron en escena, rompiendo el monopolio de la televisi¨®n p¨²blica.
El crecimiento imparable de PRISA sirvi¨® para que sus competidores, convertidos algunos en enemigos, acu?aran aquello de ¡°diario gubernamental¡± para referirse a EL PA?S, y afirmaron que la expansi¨®n del grupo no era sino el resultado de favores por parte de los Gobiernos socialistas, a cambio de su apoyo medi¨¢tico. Durante mucho tiempo, Polanco atribuy¨® los ataques a razones empresariales, a la lucha por el predominio en un sector que se hab¨ªa convertido en fuente importante de beneficios y en el que, frente a su ¨¦xito, otras empresas o grupos atravesaban dificultades. Sin embargo, la confrontaci¨®n se agudiz¨®, alcanzando l¨ªmites hasta entonces in¨¦ditos, a partir de 1993, cuando el Partido Popular, liderado por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, perdi¨® unas elecciones que cre¨ªa ganadas. Algunos medios afines al l¨ªder popular endurecieron los ataques, haciendo recaer en el Grupo PRISA la raz¨®n de su derrota, y convirtieron la batalla pol¨ªtica en una guerra medi¨¢tica. Cuando tres a?os despu¨¦s, el PP consigui¨® llegar al poder, el llamado caso Sogecable en torno a las plataformas digitales constituy¨® una ofensiva en toda regla contra el Grupo PRISA, a la que no fue en absoluto ajeno el Gobierno.
Muchos de los testimonios recogidos en este libro de Juan Cruz, empezando por el del propio Jes¨²s de Polanco, confluyen en ese momento terrible. Polanco estaba orgulloso de su ¨¦xito, pero sosten¨ªa que la relaci¨®n con el poder depend¨ªa de lo que se considerara que deb¨ªa ser el papel de un peri¨®dico o un grupo de comunicaci¨®n. Y ¨¦l siempre defendi¨® la independencia que le procuraban unos beneficios saneados, justo lo que los protagonistas de la ofensiva le negaban, poniendo en duda su profesionalidad empresarial. Lo mejor era mantenerse distante de los poderes. Las voces recogidas aqu¨ª son la r¨¦plica a aquella imagen de prepotencia, y tambi¨¦n una excelente muestra de su enorme presencia y protagonismo en unas d¨¦cadas cruciales para la transformaci¨®n social y pol¨ªtica de Espa?a.
Ciudadano Polanco. Juan Cruz. Debate, 2021. 416 p¨¢ginas. 20,90 euros.
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