La cultura se llena de magos y videntes
Libros, series y artes pl¨¢sticas demuestran que la b¨²squeda de trascendencia est¨¢ de plena actualidad. Se trata de un g¨¦nero fluido en el que caben la imaginaci¨®n, la magia y los sue?os. Un anhelo unifica las aspiraciones de sus cultivadores: sublimar el poder de la mente
El texto se explaya m¨¢s en su versi¨®n original, pero las instrucciones b¨¢sicas podr¨ªan resumirse del siguiente modo: en el vigesimotercer d¨ªa del mes, a partir de las 23.00, la persona que lleve a cabo este ritual deber¨¢ concentrar toda su energ¨ªa en su fantas¨ªa sexual m¨¢s intensa. Desnuda, a la luz de las velas, escribir¨¢ ese deseo en un papel que despu¨¦s salpicar¨¢ con sangre, saliva, y flujos genitales. Junto con un mech¨®n de pelo y otro de vello p¨²bico, la nota se enviar¨¢ a la ma?ana siguiente a la sede del Templo de la Juventud Ps¨ªquica (TOPY, en ingl¨¦s). Veintitr¨¦s rituales consecutivos despu¨¦s, el individuo se habr¨¢ convertido en un Iniciado pleno del Templo.
Bautizada como El sigilo de los tres l¨ªquidos (sic), esta liturgia basada en el s¨ªmbolo del sigilo ¡ªparte de las ense?anzas del influyente taumaturgo de principios del siglo XX Austin Osman Spare¡ª permite franquear el acceso a la sociedad secreta fundada en Inglaterra en 1981 por, entre otros, Genesis P-Orridge, creadora multidisciplinar, y multipol¨¦mica, fallecida en 2020. Pionera del rock industrial con Throbbing Gristle y Psychic TV fue tambi¨¦n emblema del movimiento transg¨¦nero. Involucrada en todo lo que tuviera que ver con la liberaci¨®n, P-Orridge ten¨ªa un sue?o: desatar los poderes reprimidos de la mente.
Pintoras visionarias como Hilma af Klint y Remedios Varo se encumbran hoy como fen¨®menos de masas
Como manda la posmodernidad, su iglesia pagana est¨¢ cosida de influencias: del chamanismo a la psicodelia, las prof¨¦ticas teor¨ªas sobre el control social que Throbbing Gristle desarrollaron junto a los escritores William S. Burroughs y Brion Gysin y, sobre todo, la magia del caos, v¨¢stago de las teor¨ªas de Spare, a su vez disc¨ªpulo del brujo supremo de nuestra era, el fundador de la religi¨®n Thelema, la Gran Bestia 666: Aleister Crowley. Los textos fundacionales del TOPY conforman el volumen La biblia ps¨ªquika, que la argentina Caja negra edit¨® hace un par de a?os cubriendo un vac¨ªo en lengua castellana que se hab¨ªa prolongado durante d¨¦cadas: en el ingl¨¦s original, se escribieron entre 1980 y 1990.
En la estela de La biblia ps¨ªquika, una creciente cantidad de libros relacionados con lo arcano, lo esot¨¦rico, lo paranormal, lo misterioso, lo desconocido o ¡ªconvengamos en llamarlo¡ª lo oculto, est¨¢n atravesando en ¨¦poca reciente el t¨²nel hacia la luz de la literatura en espa?ol. Algunos son t¨ªtulos fundamentales ¡ªaunque no dejen de ser minoritarios¡ª, pero no hab¨ªan sido traducidos o solo exist¨ªan ediciones precarias. Otros suponen nuevas adiciones a un g¨¦nero fluctuante, donde caben temas dispares atados por el hilo invisible de lo trascendental: la magia y la alquimia, la brujer¨ªa y el satanismo, los viajes astrales y los trances lis¨¦rgicos, el espiritismo y la espiritualidad, las sociedades secretas y los masones, la ufolog¨ªa y la astrolog¨ªa, los sue?os y sus interpretaciones. Un dato revelador: a ra¨ªz del confinamiento, se dispararon las b¨²squedas en l¨ªnea de los hor¨®scopos.
La ocultura (occulture), t¨¦rmino acu?ado probablemente por P-Orridge, no solo goza de buena salud en la literatura, donde resucitan mitos como Lovecraft y se multiplican los t¨ªtulos sobre hechizos y wiccanismo. Se manifiesta tambi¨¦n en la pl¨¢stica (de las performances rituales de Marina Abramovic y las sesiones espiritistas de Suzanne Treister a las publicaciones que descifran los significados herm¨¦ticos de la iconograf¨ªa del arte, como Relaciones ocultas, de Sans Soleil), en las series (el reboot de Sabrina; Penny Dreadful; la espa?ola y documental Edelweiss, sobre la secta ocultista nazi¡) y en los videojuegos (las sagas Resident Evil; Silent Hill; Outlast¡). Presentes desde los or¨ªgenes de la humanidad, con la explosi¨®n del New Age en los sesenta todas estas cuestiones han desempe?ado un papel relevante en la moderna sociedad occidental, donde el peso de la religi¨®n ¡ªa cargo de aportar explicaciones a lo inexplicable¡ª ha ido irreversiblemente enflaqueciendo.
La pintura es, seguramente, el medio donde m¨¢s claro se percibe el resurgir de lo sobrenatural. En su tiempo, en torno a las primeras d¨¦cadas del siglo XX, artistas como Hilma af Klint, Remedios Varo y Leonora Carrington disfrutaron de poco o ning¨²n reconocimiento. Ahora, aquellas videntes y visionarias, que se daban de la mano con los esp¨ªritus para atravesar el umbral a estadios superiores de conciencia, son ensalzadas como fen¨®menos de masas. Despu¨¦s de que el Reina Sof¨ªa sacara a la luz a finales del pasado a?o (y hasta abril) los tenebrosos grabados donde Belkis Ay¨®n (1967-1999) recreaba los rituales de la sociedad secreta afrocubana Abaku¨¢, el ¨²ltimo redescubrimiento m¨ªstico lo protagoniza la sanadora suiza Emma Kunz (1892-1963), expuesta por primera vez en Espa?a, hasta junio, en la Tabakalera de San Sebasti¨¢n. ¡°En ¨¦pocas de decadencia se vuelve a lo kitsch y, cuando la cultura se apropia de ello, la est¨¦tica se vuelve m¨¢s refinada¡±, explica Pilar Soler, que en 2019 organiz¨® en La Casa Encendida de Madrid la muestra de art brut esot¨¦rico El ojo el¨¦ctrico. Para la comisaria, la b¨²squeda de dimensiones paralelas sigue activa y vigente en la obra de creadores como Maya Hottarek, Rachel Garrard y los espa?oles Rosa Tharrats, Felipe Talo y Diego Delas.
En un movimiento en contra de esta corriente, la base te¨®rica sobre la que se construy¨® la retrospectiva que el Reina Sof¨ªa dedic¨® a Mondrian en 2020, comisariada por Hans Janssen, desmontaba una noci¨®n que se suele dar por sentada: que el neerland¨¦s desarroll¨® su neoplasticismo a partir de los preceptos de la teosof¨ªa, religi¨®n fundada por la inefable Madame Blavatsky a finales del siglo XIX. Aunque su influjo se minimiz¨® en la muestra (en los textos se habla de las ¡°incursiones err¨¢ticas¡± del pintor en esos terrenos), aquella creencia, un cruce de los caminos de Oriente y Occidente, activ¨® un innegable motor creativo: inflam¨® el esp¨ªritu de artistas ¡ªKandinsky, Malevich¡ª, m¨²sicos ¡ªAlexander Scriabin¡ª y literatos ¡ªW. B. Yeats, alumno de otro m¨ªstico, William Blake¡ª, cuyas obras ambicionaban traspasar las fronteras de la realidad sensible.
Dos periodos marcadamente esot¨¦ricos definieron sendas mitades del siglo XX: uno abarc¨® del simbolismo al surrealismo y el otro, del New Age a la magia del caos. ¡°Cuando te asomas al abismo y no sabes lo que hay al fondo, empiezas a pensar en lo trascendente¡±, afirma Javier Sierra, una de las figuras m¨¢s destacadas de este ¨¢mbito en Espa?a, que ha sido desde director de la revista M¨¢s all¨¢ de la ciencia a coordinador en la editorial Planeta de una biblioteca del misterio (Ocultura), con t¨ªtulos como El ocultismo en la pol¨ªtica (2017), de Gary Lachman. Si en 2019 Mariana Enriquez se alz¨® con el Premio Herralde con una novela sobre una herencia sobrenatural y una terror¨ªfica sociedad secreta, Nuestra parte de la noche (Anagrama), dos a?os antes Sierra consigui¨® el Premio Planeta por El fuego invisible, que escarba en el mito del grial. Las historias de templarios, que eclosionaron con El c¨®digo da Vinci, de Dan Brown (2003), y que en Espa?a tienen entre sus valedores a Juan Eslava Gal¨¢n, acapararon, como indica el escritor, buena parte de la atenci¨®n a comienzos de este siglo XXI. Ahora el inter¨¦s circula por otros derroteros, pero todos convergen en un punto: la necesidad de pisar conclusiones s¨®lidas en un escenario vol¨¢til.
Sierra se encuentra tambi¨¦n a la cabeza del Festival Ocultura, una reformulaci¨®n del t¨¦rmino que consagra cada edici¨®n a una inc¨®gnita diferente. En 2021 indagaron en el fen¨®meno OVNI. En a?os anteriores han tenido a Guillermo Solana, director art¨ªstico del Museo Thyssen, hablando de m¨¦diums y profetas en el surrealismo y al mencionado Gary Lachman profundizando en su visi¨®n de los hilos que mueven la pol¨ªtica. Exbajista de Blondie, reconvertido en gur¨² de lo subterr¨¢neo, algunas de las obras de Lachman (Una historia secreta de la conciencia; El conocimiento perdido de la imaginaci¨®n; Rudolf Steiner) tambi¨¦n figuran en el cat¨¢logo de Atalanta, editorial de Jacobo Siruela que bucea en el oc¨¦ano de lo herm¨¦tico desde una perspectiva historicista. A trav¨¦s de autores como el mit¨®logo Joseph Campbell y el fil¨®sofo Peter Kingsley, el sello mima un tipo de conocimiento desatendido por el materialismo decimon¨®nico: el que emana del pensamiento metaf¨ªsico, la imaginaci¨®n, el asombro y la experiencia visionaria.
En un contexto vol¨¢til, de profunda crisis social, las personas buscamos respuestas s¨®lidas
Asentados primero en Le¨®n, un ¡°cambio de sensibilidad¡± provocado por la llegada de una nueva concejala de cultura al Ayuntamiento oblig¨® a trasladar los encuentros de Ocultura a su actual sede en Zaragoza. La sombra de superstici¨®n que proyecta lo oculto es alargada. Pero para quienes lo cultivan, la curiosidad innata del ser humano, su admiraci¨®n sincera ante las maravillas del universo, resulta no solo perfecta, sino necesariamente compatible con el hambre de conocimiento emp¨ªrico. Parafraseando a Arthur C. Clarke, el autor de 2001: Una odisea en el espacio, ¡°la magia es solo la ciencia que no entendemos a¨²n¡±.
Servando Rocha remata esa afirmaci¨®n: ¡°La ciencia naci¨® de la magia: lo que primero era supercher¨ªa, luego fue ciencia¡±. Autor de t¨ªtulos como La horda. Una revoluci¨®n m¨¢gica, Rocha dirige La Felguera, editorial con un extenso inventario de historias noir, curiosidades y enigmas, con cabida para grimorios, mapas secretos y magia m¨¢s all¨¢ de los tradicionales conjuros. Un ejemplo: los ensayos consagrados a la vuelta a la naturaleza y la psicogeograf¨ªa, esto es, el acto de vagar por la ciudad con la antena interior alerta. ¡°Una calle adquiere propiedades poderosas porque de pronto ves belleza donde no la hay o porque est¨¢ conectada con historias que todav¨ªa est¨¢n ah¨ª, fluyendo¡±, abunda. ¡°Todo eso tambi¨¦n est¨¢ conectado con lo oculto¡±.
A su escala, La Felguera presume de haber publicado algunos best sellers, vol¨²menes como W.I.T.C.H, (siglas en ingl¨¦s de Conspiraci¨®n terrorista internacional de las mujeres del infierno, un movimiento feminista de finales de los sesenta que ha resurgido de sus cenizas); El libro de la ley, la biblia de Aleister Crowley, y El libro de la serpiente, texto ¡°iluminado¡± del guionista de c¨®mics y escritor Alan Moore. ¡°Para m¨ª, el mayor fil¨®sofo que hay ahora mismo¡±, sentencia el editor sobre el autor de V de vendetta, uno de los m¨¢s notorios defensores de la magia del caos, a cuyas filas se adhiri¨® en su 40 cumplea?os en una prospecci¨®n hacia el autoconocimiento que relat¨® en ?ngeles f¨®siles, ensayo publicado tambi¨¦n por La Felguera. Aun siendo ¡°muy underground¡±, proyectos como el de Servando Rocha han conseguido ¡ªcomo subraya el escritor y traductor Javier Calvo¡ª algo notable: que las ciencias ocultas salgan de ¡°esas ediciones horripilantes que solo se vend¨ªan en las tiendas de cristalitos¡±.
Iniciada en los setenta, la magia del caos supone para los responsables del madrile?o Festival Sui Generis ¡ªque promueve la lectura a partir del g¨¦nero negro en un sentido extenso¡ª, una de las m¨¢s poderosas corrientes de atracci¨®n en la actualidad. Con el sigilo como herramienta base, se trata de la fuerza que impuls¨® a The KLF a quemar un mill¨®n de libras y la que dota de poderes a la Bruja Escarlata de Marvel. ¡°Es un movimiento que surge del punk, basado en la filosof¨ªa del hazlo t¨² mismo¡±, explica Alberto ?vila, asesor del festival y colaborador de Aurora Dorada, editorial de Carlos Maroto Pla concentrada en rescatar en castellano t¨ªtulos germinales de estos asuntos como Liber Null, de Peter J. Carroll. ¡°Es una magia que no exige rituales complejos, que te permite coger lo que a ti te funciona, que atrae a la juventud¡ Es pura cultura pop¡±.
Lo popular compone, en efecto, el sustrato del que se nutren muchas de las materias vinculadas con lo oculto. Desde las canciones de los Beatles ¡ªde las que se especulaba que recitaban mensajes diab¨®licos al ser reproducidas del rev¨¦s¡ª a los extraterrestres, sobre los que han corrido r¨ªos de tinta, aunque muchos hab¨ªan ca¨ªdo en un agujero negro en la edici¨®n en espa?ol. En ese nicho se vuelcan los esfuerzos de Reediciones An¨®malas, un proyecto ¡°forteano¡± y ¡°casi unipersonal¡± (como lo son otras editoriales versadas en lo paranormal) de Pablo Vergel, profesor de sociolog¨ªa en la Universidad de Alicante y colaborador habitual de Cuarto Milenio, el conocido programa de misterio de Iker Jim¨¦nez. El sello ha reeditado t¨ªtulos estrella descatalogados (que, cuenta el editor, se vend¨ªan a precio de oro en internet) como Pasaporte a Magonia, en el que el cient¨ªfico y uf¨®logo franc¨¦s Jacques Vall¨¦e introdujo el componente ps¨ªquico y folcl¨®rico a la interpretaci¨®n OVNI, y El mensaje de otros mundos, testimonio de abducci¨®n del historiador espa?ol Eduardo Pons Prades.
Desde el rol del entusiasta, pero tambi¨¦n del estudioso, Vergel defiende que los alien¨ªgenas encarnan ¡°un vector que ayuda a entender mucho de la sociedad¡±. Antes de los a?os cuarenta, quienes se aparec¨ªan eran Dios y la Virgen. Seguramente por el exponencial desarrollo y divulgaci¨®n de la ciencia, comenzaron entonces a proliferar los avistamientos de marcianos, cuya mitolog¨ªa fue ganando adeptos hasta coronarse como ¡°el gran fen¨®meno del siglo XX¡±. Hoy, la atenci¨®n que acaparaban se ha desinflado por el pinchazo de la realidad: no existe ¡°ni una sola evidencia¡± de que haya alguien ah¨ª fuera. ¡°Pero Kant ya dec¨ªa que hay preguntas que no tienen respuesta: el origen de la vida sigue siendo un misterio insondable¡±, plantea Vergel. Los humanos somos m¨¢quinas de buscar significados y, en ocasiones, lo paranormal ¡°acaba dando respuestas m¨¢s satisfactorias¡±.
Que las visiones de platillos volantes hayan adquirido un car¨¢cter universal se debe en gran medida a la capacidad expansora del cine. Sin embargo, para el cr¨ªtico Jes¨²s Palacios ¡ªque ha publicado un pu?ado de libros sobre el ocultismo f¨ªlmico, el ¨²ltimo La pantalla esot¨¦rica, en UOC¡ª la verdadera obsesi¨®n de las pel¨ªculas es otra: la llegada del anticristo. ¡°El cine posee un poder m¨¢gico intr¨ªnseco: revive a los muertos, evoca criaturas imposibles¡¡±, argumenta Palacios, quien destaca a directores como Alejandro Jodorowsky en ¨¦poca contempor¨¢nea, y a Maya Deren y Kenneth Anger (¡°el cineasta de Crowley¡±), entre los pasados. ¡°Hay dos tipos de pel¨ªculas: las que usan lo oculto como tema, a veces simplemente para entretener, y las que se valen del celuloide para investigar sobre la propia la magia¡±, abunda. Las de esos artistas, claro, entrar¨ªan en la segunda categor¨ªa.
En pos de elusivas iluminaciones se han rodado filmes, se han cocinado p¨®cimas, se ha invocado a las ¨¢nimas y se han mantenido encuentros en la tercera fase. Lo han hecho a lo largo de la historia personas corrientes y nombres excelsos de las artes a la m¨²sica, desde Leonardo da Vinci a Arnold Sch?nberg. Del tratado musical perdido del florentino y la afici¨®n del austriaco por la numerolog¨ªa escribe Luis Antonio Mu?oz en su libro Historia oculta de la m¨²sica (La esfera de los libros), por cuyas p¨¢ginas desfilan rosacruces, seguidores del cuarto camino de Gurdjieff y ge¨®metras musicales, y entre ellos el mas¨®n Mozart y sus sat¨¢nicas majestades, los Rolling Stones. De g¨¦neros m¨¢s recientes como el black metal reflexiona Eugene Thacker en su trilog¨ªa El horror de la filosof¨ªa (Materia oscura), donde relaciona esta rama demon¨ªaca del heavy con conceptos como lo que ¨¦l llama Pesimismo C¨®smico, entroncado en el pensamiento de Kierkegaard.
Apuntar el foco hacia la oscuridad no implica para Mu?oz tratar de convencer de nada, mucho menos luchar contras las fuerzas ilustradas. Se trata, simplemente, de contar una parte de la historia que, quiz¨¢ por inc¨®moda, o por incomprendida, ha quedado arrinconada. ¡°Lo que hay que pedirle a la literatura y a la investigaci¨®n¡±, demanda el m¨²sico, ¡°es seriedad para que los datos permitan que la gente pueda comprobar y crear sus propias teor¨ªas¡±.
El materialismo del XIX ha desatendido el pensamiento metaf¨ªsico basado en la imaginaci¨®n
Se trata, ni m¨¢s ni menos, de salir en busca de respuestas. ¡°Una de las revoluciones del arte del siglo XX fue el inter¨¦s por el significado, y lo oculto aporta met¨¢foras muy bellas¡±, cuenta el comisario Enrique Juncosa, responsable de La luz negra, muestra de 2018 en el CCCB de Barcelona en torno a las tradiciones secretas. Al cierre de aquel despliegue de obras cabal¨ªsticas de Barnett Newman, Antoni T¨¤pies, Agnes Martin y artistas vivos como Zush, Francesco Clemente y Joan Jonas, se ratific¨® el ¨¦xito cosechado entre cr¨ªtica y p¨²blico. Pero de antemano no result¨® sencillo localizar informaci¨®n (Mircea Eliade y Carl Jung fueron claves) y menos a¨²n convencer de la propuesta. ¡°Era un tema que preocupaba¡±, recuerda. Acechaba el fantasma de la charlataner¨ªa. ¡°Pero es perfectamente posible hacer una exposici¨®n racional de algo irracional¡±.
Si existe una unidad de magnitud que homogeneice las aspiraciones espirituales de los artistas, esa ser¨ªa, para Juncosa, la sublimaci¨®n de ¡°los poderes de la mente¡±. El anhelo de sobrepasar el l¨ªmite de las capacidades humanas y rasgar una mirilla a la inconcebible vastedad del universo proporciona empuje y motivos para el viaje de todo explorador del lado oscuro. Encerrados y agazapados tras las mascarillas, atascados en un contexto de crisis interminable, las personas, como resume el comisario, necesitamos, hoy m¨¢s que nunca, ¡°buscar un sentido a las cosas¡±. No resulta estrictamente necesario desnudarse ni rociar papeles con fluidos corporales como demandaba P-Orridge: basta con sumergirse en un libro, adentrarse en un cuadro, perderse en una pel¨ªcula. ?De qu¨¦ hablamos, si no, cuando hablamos de la magia del arte?
M¨¦diums, fil¨®sofos y esoterismo superventas
De Steiner al infinito. La colectiva Joseph Beuys: Antecedentes, coincidencias e influencias, en el Museo Helga de Alvear de Cáceres (hasta mayo), profundiza en las ideas que moldearon el pensamiento del alemán. Su concepción del arte y la vida está atada a la antroposofía, filosofía de Rudolf Steiner en torno a la posibilidad de acceder al mundo espiritual a partir de tres ejes: imaginación, inspiración e intuición.
Artista, médium y campesina. De estilo abigarrado y encantadoramente naïf, los dibujos de la campesina catalana Josefa Tolrà (1880-1959), realizados en trance mediúmnico, materializan a los “seres de luz” con los que establecía contacto. Su obra, hoy en importantes colecciones, pasó desapercibida para casi todos menos para el poeta Joan Brossa. En 2014, una retrospectiva en Barcelona confirmó su redescubrimiento.
Luces en Nuevo México. La teosofía de Helena Blavatsky espoleó las mentes creativas de ambos lados del Atlántico. Asentado en Nuevo México, EE UU, en los años treinta, el llamado Grupo pictórico trascendental amalgamó las ideas de la profeta rusa con las de Steiner, Kandinsky... para pintar los colores de la iluminación. Olvidados durante décadas, tanto en colectivo como representados por miembros como Agnes Pelton, aquellos artistas protagonizan en la actualidad grandes exposiciones y elogiosos artículos en prensa.
Esoterismo superventas. Antes de que Dan Brown embriagara a medio planeta con sus conspiraciones, El ocho (1989), de Katherine Neville –que conjuga historia, ajedrez, alquimia y masonería—, sentó las bases del esoterismo superventas. Para la autora, que la novela siga “viva y relevante” se explica por sus “conexiones cósmicas”: “Las que todos tenemos con los misterios ocultos (o irresolutos) del universo”.
Todo Satán. Más de un escritor ha firmado un pacto con el diablo e innumerables lo han invocado en su literatura. El gran libro de Satán (Blackie Books) reúne decenas de textos en un completo volumen: de Mark Twain a Samanta Schweblin, 666 páginas de mala, malísima narrativa.
Imaginación al poder. Para los alquimistas, el “fuego secreto” era el ingrediente de la piedra filosofal. De ahí el título El fuego secreto de los filósofos, de Patrick Harpur, (Atalanta), una historia multidimensional de la imaginación a través de mitos, poesía, ciencia y psicología, de la que se extrae una triste conclusión: la inventiva atraviesa horas bajas.
El icono más malvado del mundo. El mago inglés Aleister Crowley (1875-1947) fue y sigue siendo todo un icono pop, admirado por Led Zeppelin y David Bowie. Entre la nutrida bibliografía que ha inspirado, Aurora Dorada (que toma su nombre de la sociedad en la que participaron Crowley, Bram Stoker, H. G. Wells...) publicó en diciembre la biografía considerada definitiva del “hombre más malvado del mundo”: Perdurabo, de Richard Kaczynski.
El lado oscuro de Álex de la Iglesia. Ningún cineasta español ha transitado el lado oscuro como Álex de la Iglesia. Desde el anticristo de El día de la Bestia (1995) al aquelarre de Las brujas de Zugarramurdi (2013), su obra rezuma esoterismo. En 30 monedas (2020), serie protagonizada por un exorcista, el demonio aparece cubierto de símbolos ocultistas inspirados en una publicación de La Felguera: Enciclopedia de las artes oscuras. En Hollywood, Nicolas Cage no para de interpretar y producir películas ocultistas.
Un psicomago del celuloide. El chileno Alejandro Jodorowsky, “psicomago”, tarotista y confundador del Movimiento Pánico, vinculado con la patafísica, ha rodado filmes de alto voltaje místico. En La Montaña Sagrada (1973) contó con el asesoramiento del chamán boliviano Óscar Ichazo (1931-2020), creador de la Escuela Arica, que ofrece un “método contemporáneo” para alcanzar la iluminación.
Mensajes no tan subliminales. Bandas como Coven y Black Sabbath inauguraron a finales de los sesenta la corriente del Occult Rock, de letras con mensajes ocultistas. Este siglo la tendencia ha vuelto con grupos como Lucifer, Orchid y, en España, Pylar. Futuro Terror, formación punk, cultiva en sus canciones el misterio y la ufología.
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