Yo para ser feliz quiero un cami¨®n (pero solo si es virtual)
Las compa?¨ªas de videojuegos tambi¨¦n se suman al torpedeo mundial de la econom¨ªa rusa. La decisi¨®n de CSC Software revela un dato curioso
El mundo vivi¨® un esfuerzo considerable por sincronizar todos los estados de ¨¢nimo durante la pandemia y ahora, con la guerra en Ucrania, tambi¨¦n hay un amago de remar todos (o casi todos) en la misma direcci¨®n. M¨¢s all¨¢ de los aportes b¨¦licos y el dinero destinado a ayuda y a los refugiados, gran parte de las empresas del mundo han contribuido con su grano de arena para torpedear (aunque a veces la palabra torpedear quede grande y m¨¢s bien hablar¨ªamos de molestar) la econom¨ªa rusa.
Durante estos meses de conflicto hemos visto c¨®mo grandes multinacionales, de McDonald¡¯s a Starbucks, de Mango a Nike pasando por Apple, se han ido del pa¨ªs m¨¢s grande del planeta, muchas veces a costa de importantes p¨¦rdidas en sus negocios. P¨¦rdidas que est¨¢n dispuestas a asumir en la convicci¨®n de que de una forma u otra Rusia debe ser combatida.
El mundo interactivo no se ha quedado atr¨¢s, y han sido numerosas las empresas de videojuegos que, de una u otra manera, han boicoteado el espacio digital del pa¨ªs gobernado por Vlad¨ªmir Putin. La gigantesca EA Sports vet¨® a los equipos rusos de los juegos de FIFA, el estudio polaco CD Projekt ha dejado de vender sus juegos en el pa¨ªs y tambi¨¦n en Bielorrusia (indisimulada aliada del Kremlin), el juego STALKER 2 (basado en la cat¨¢strofe de Chern¨®bil) detuvo su desarrollo, la franquicia Pok¨¦mon don¨® 200.000 d¨®lares para los refugiados ucranios, Sony suspendi¨® el lanzamiento de Gran Turismo 7 en Rusia, Nintendo ha paralizado all¨ª la tienda digital de su consola Switch¡ Son peque?as muestras de apoyo a Ucrania que reflejan un rechazo frontal a la agresi¨®n rusa. Quiz¨¢ no sean gestos tan importantes como las sanciones de la Uni¨®n Europea o el env¨ªo activo de armas, pero ya se sabe: un grano no hace granero, pero¡
El lunes nos enter¨¢bamos del ¨²ltimo de estos movimientos: la empresa checa SCS Software anunciaba que no sacar¨ªa la expansi¨®n rusa de su juego estrella, Euro Truck Simulator 2. Esa cancelaci¨®n se debe, seg¨²n el comunicado de la empresa, a que no quieren que el lanzamiento pueda percibirse ¡°de ninguna manera como apoyo o tolerancia a la agresi¨®n¡± desatada por el Kremlin.
El juego, Euro Truck Simulator 2, es un simulador de conducci¨®n que recrea las carreteras europeas y propone al jugador el (para algunos ins¨ªpido pero evidentemente para algunos excitante) reto de conducir sosegadamente un cami¨®n de mercanc¨ªas. El desaf¨ªo no es tanto la velocidad como la gesti¨®n de combustible y peajes; la recompensa no es tanto un chute de adrenalina como la contemplaci¨®n desde nuestra cabina virtual de los paisajes europeos.
El pasado septiembre el juego recibi¨® una expansi¨®n ib¨¦rica, que reconstru¨ªa las autov¨ªas y autopistas de 37 ciudades (antes ya estaban Madrid y Barcelona) de Espa?a y Portugal. Una expansi¨®n similar, que reconstru¨ªa las v¨ªas que circundan San Petersburgo o Mosc¨², es la que ahora iba a salir a la venta y ya no lo har¨¢.
Con todo, ocurre algo curioso con Euro Truck Simulator 2. Resulta que el juego, aunque de nicho, es un ¨¦xito. Seg¨²n datos de finales de 2021, el videojuego llega a congregar hasta 60.000 jugadores a la vez cada d¨ªa. 60.000 jugadores que desde su habitaci¨®n simulan ser camioneros. Es decir: un juego que consiste en ser un camionero virtual es un ¨¦xito mientras que esa misma Europa que retrata la obra de SCS Software sufre la escasez de camioneros reales porque la gente no quiere dedicarse ya a ese oficio. Agravada por la guerra de Ucrania, se calcula que en el continente la falta de transportistas llega a 500.000. Solo en Espa?a, hablamos de que se necesitan 20.000 camioneros. Evidentemente no es lo mismo ser un camionero real que uno virtual, pero no deja de ser curioso. Del mundo digital que se nos viene hay muchas cosas que no sabemos a¨²n. Pero sabemos una: que estar¨¢ repleto de paradojas.
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