¡®La promesa¡¯, el buen relato (de un mal asunto¡)
Damon Galgut, premio Booker 2021, hurga en la complejidad emocional de una familia blanca en el espinoso territorio oto?al del ¡®apartheid¡¯

As¨ª empieza lo malo, con una promesa incumplida que entierra la justicia bajo la arena del radicalismo y un pu?ado de generaciones envilecidas por el veneno del racismo hasta el extremo de no acertar ya a distinguir si lo protervo nace de los preceptos sociales regidos por un atavismo inexorable o nace, en cambio, de la soberana voluntad del individuo. As¨ª empieza, con una promesa incumplida, la nueva y proteica novela del sudafricano Galgut, al que por fin se le concede el Booker que ya pudo haber alcanzado con su celebrado relato El buen doctor (2004). Una historia que explota la complejidad emocional y que nos invita a inquirir si ¡°acaso el mal se ha vuelto incoloro como el resto del mundo moral¡±, como se preguntaba el Nobel Coetzee en Elizabeth Costello. Una historia aciaga de conciencias encontradas en el espinoso territorio del oto?o del apartheid que enturbi¨® durante demasiado tiempo la convivencia de demasiadas familias que, como la familia Swart que nos ocupa (y que significa ¡°negro¡± en afrik¨¢ans), se han visto forzadas a lidiar con una adversidad que habr¨ªa que haber rehuido. Galgut denuncia la vigencia del odioso legado racista del apartheid en un tiempo en el que Sud¨¢frica ya puede celebrar la imagen del b¨®er fornido y del viejo terrorista Mandela estrech¨¢ndose la mano en una cancha de rugby. Y cumple entender las sucesivas muertes de los miembros de la familia como la reparadora muerte simb¨®lica, en un mundo poscolonial, de toda estirpe descendiente de esclavistas blancos y de sus ideales obsoletos.
La impronta de los estudios de arte dram¨¢tico que curs¨® el autor se advierte en esta novela de gestos y de voces sobre un escenario del que se adue?a lo an¨ªmico desde que se levanta el tel¨®n con una escena f¨²nebre que marca a fuego una obra luctuosa por la suerte que corren casi todos sus protagonistas. Conciencias que se atormentan y se desahogan al hilo de un texto escrito con esmero a modo de r¨¦quiem por un tiempo atroz que entroniz¨® la segregaci¨®n y menoscab¨® a la humanidad, aquel tiempo tan reciente en el que el color de la piel determinaba el destino. A m¨¢s de un lector esta novela le traer¨¢ a la memoria Mientras agonizo, de Faulkner, tanto por la muerte de una madre cuanto por la decisi¨®n de fragmentar el relato en cap¨ªtulos supeditados al protagonismo de distintos miembros de la familia, Ma, Pa, Astrid y Anton, que procuran una saludable visi¨®n caleidosc¨®pica. Faulkner supo hurgar en la condici¨®n humana deconstruyendo familias que se estaban destruyendo, su impronta sobre Galgut es irrebatible, y solo cabe preguntarse qu¨¦ porcentaje se le puede atribuir a Coetzee, obvia referencia de la narrativa sudafricana contempor¨¢nea y lector ac¨¦rrimo del creador de esa familia tan enfrentada al racismo como enfrentada a s¨ª misma, los Compson. Se escuchan en La promesa ecos de Vida y ¨¦poca de Michael K, de Coet?zee; de su madre muerta, de la granja sudafricana y de la madeja en la que individuos y sociedad se enredan; el t¨®pico de la novela dentro de la novela remite tambi¨¦n a los modos metaficcionales del autor de Diario de un mal a?o: ¡°La novela se ha convertido para ¨¦l en un refugio. ?De qu¨¦ te refugias? De la vida. [¡] Vuelve la p¨¢gina. Primera parte, lee. Primavera. Aaron era un hombre joven, se crio en una granja a las afueras de Pretoria¡±, y el lector sonr¨ªe cuando intuye que Aaron es Anton, uno de los Swart, y que ha acertado leyendo La promesa, pues Galgut escribe verdadera literatura porque es su dominio del lenguaje el que trasciende y convierte en verdadera la historia funesta que aqu¨ª se cuenta.
Tal vez la seducci¨®n de la prosa de Galgut obedezca al sofisticado modo de jugar al escondite de su ambiguo narrador, ocult¨¢ndose tras la poderosa voz de sus personajes
Bien podr¨ªa servir la novela para iluminar el debate emprendido por Nadine Gordimer en ¡®La costilla de Ad¨¢n: ficciones y realidades¡¯ y en otros textos reunidos en Escribir y ser, debate del que Coetzee nunca ha querido sentirse ajeno, acerca del modo en que en la representaci¨®n literaria de la vida intervienen la imaginaci¨®n y el testimonio, persuadida de que nada de lo que se escribe sobre la base de datos y hechos ser¨¢ jam¨¢s tan veraz como la ficci¨®n. Tal vez la seducci¨®n de la prosa de Galgut obedezca al sofisticado modo de jugar al escondite de su ambiguo narrador, ocult¨¢ndose tras la poderosa voz de sus personajes, en ocasiones escondidos tras la celos¨ªa del estilo indirecto libre, y dej¨¢ndose ver cuando se vale de la omnisciencia, pero su elocuencia es fruto tambi¨¦n de su dominio de los registros y del habla oral, del manejo certero de sabios recursos heredados del modernismo, del repudio de toda hipotaxis (y del tempo allegro assai de una prosa que se desenvuelve en tiempo real), de su competencia a la hora de lograr que las palabras no est¨¦n en boca de los personajes, sino que las palabras no sean sino los personajes mismos: la oraci¨®n ¨ªntima de Salom¨¦; la criada negra a la que Ma Rachel le prometi¨®, con su hija Amor de testimonio, una vivienda propia que Manie, su marido afrik¨¢ner, no le quiere conceder; la oratoria del padre ?Batty (¡°en verdad os digo, las negras aguas del diluvio de Satan¨¢s ba?an ya nuestras costas¡±); coloquialismos que conviven con frases sentenciosas y un punto b¨ªblicas, un hervidero de voces y de conciencias que se suceden a lo largo de d¨¦cadas de inc¨®moda convivencia familiar, entre padres e hijos y entre hermanos, y que tejen un drama humano que, nacido de la erradicaci¨®n de la ecuanimidad, da pie a una reflexi¨®n en torno a prejuicios y destinos y al modo en que la herencia ideol¨®gica puede ahogar la libertad de pensamiento. Cuando la sociedad es el tirano, que no nos extra?e que todas las almas pugnen por alcanzar su leg¨ªtimo albedr¨ªo.

La promesa
Autor: Damon Galgut.
Traducci¨®n: Celia Filipetto.
Editorial: Libros del Asteroide, 2022.
Formato: tapa blanda (324 p¨¢ginas. 20,95 euros).
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