¡®El derecho a so?ar¡¯: Juan Manuel de Prada regresa con una biograf¨ªa de Ana Mar¨ªa Mart¨ªnez Sagi
El autor ofrece una maravillosa y apasionante biograf¨ªa, extensa, exhaustiva y cr¨ªtica, de la fin¨ªsima poeta e incisiva periodista de los a?os veinte, un personaje que le viene fascinando desde muchos a?os atr¨¢s
En el a?o 2000 el novelista Juan Manuel de Prada publicaba un libro h¨ªbrido, mezcla de biograf¨ªa y ficci¨®n, de la escritora, deportista y docente Ana Mar¨ªa Mart¨ªnez Sagi (1907-2000) titulado Las esquinas del aire. La obra era fruto del conocimiento directo de Sagi, a la que hab¨ªa entrevistado en su casa de Moi¨¤, antes de que su avanzada edad la forzara a refugiarse en una residencia de ancianos en Santpedor, donde muri¨®, muy aislada de todo, en enero de 2000. De modo que su muerte y la publicaci¨®n del libro que Prada le dedicaba coincidieron en el tiempo. El aislamiento de la poeta, y exitosa e incisiva periodista de los a?os veinte y treinta, as¨ª como la plena ignorancia que ten¨ªamos de su persona, pod¨ªa responder a causas internas ¡ªsu car¨¢cter hura?o y conflictivo, probable resultado de muchas decepciones vividas, pero tambi¨¦n de una cierta inestabilidad emocional¡ª y externas ¡ªel exilio quebr¨® la mayor¨ªa de las trayectorias intelectuales, transform¨¢ndolas en otra cosa distinta¡ª.
El regreso de Sagi a su ciudad natal en 1978, despu¨¦s de haberlo intentado en 1969 con un poemario, Laberinto de presencias, con el que no logr¨® llamar la atenci¨®n, fue otro fracaso que a?adir a una conciencia convencida de su amarga soledad. Regresar¨ªa con 71 a?os, una vez vio asegurada una pensi¨®n municipal que le permitir¨ªa sobrevivir hasta el final de sus d¨ªas, m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s. En Barcelona implor¨® de nuevo un poco de atenci¨®n a antiguas amistades o conocidas. Escribi¨® a Merc¨¨ Rodoreda, que nunca contest¨® a una carta desesperada de Sagi: ¡°Aqu¨ª estoy en Barcelona; toda una larga vida de lucha a mis espaldas, atormentada por los recuerdos, despellejada en vida. Y voy sola, sin saber finalmente por qu¨¦ estoy aqu¨ª, por qu¨¦ he sobrevivido a tantas pruebas duras y dolorosas, por qu¨¦ todav¨ªa hace falta que sufra buscando lo que nunca jam¨¢s encontrar¨¦. Puertas cerradas, corazones avaros, rostros indiferentes y enemigos, frialdad y ego¨ªsmo patol¨®gico. Nada en com¨²n con nadie¡±. Y escribi¨® a Carmen Conde, Anna Muri¨¤, Monty Guasch y a su gran amor, Elisabeth Mulder, con quien hab¨ªa vivido un intenso romance en Alc¨²dia, en abril de 1932, cuando ambas eran j¨®venes y el sol les ven¨ªa de cara. Pero ya entonces Mulder la defini¨® como una mujer ¡°toda herida¡±. Sagi nunca olvidar¨ªa a la bell¨ªsima y altiva autora de Alba Grey o El vendedor de vidas, quien, alejada de la vida literaria, pas¨® sus ¨²ltimos a?os como perpetua inquilina del palacio de sus recuerdos en la parte alta de la capital catalana.
En todo caso, en Las esquinas del aire, primera aproximaci¨®n y fundacional a la ignorada figura de Sagi, Juan Manuel de Prada se dejaba llevar en exceso por la lectura de una biograf¨ªa experimental, En busca del bar¨®n Corvo, de A. J. A. Symons, y el peso concedido al narrador y a sus plurales representaciones en su propia b¨²squeda del personaje, que lastraba la historia haciendo temblar la credibilidad del relato. Consciente del problema y comprendiendo la contaminaci¨®n ejercida por el testimonio oral de la propia autora, con su tendencia a la mitoman¨ªa, es decir, sin tomar las debidas precauciones ¡ªtampoco hab¨ªa necesidad, al fin y al cabo el relato ofrec¨ªa una apariencia novel¨ªstica¡ª, el autor se ha despojado en El derecho a so?ar de escrituras espurias para ofrecernos una maravillosa y apasionante biograf¨ªa, extensa, exhaustiva y cr¨ªtica del personaje que viene fascinando a De Prada desde muchos a?os atr¨¢s, desde que leyera una preciosa entrevista que le hac¨ªa Gonz¨¢lez Ruano, subyugado por la atracci¨®n que la moderna y musculada Sagi ejerci¨® sobre el periodista cuando viaj¨® a Madrid para presentar su primer libro de poemas, Caminos, en 1930, avalada por Cansinos Assens. La fascinaci¨®n de Ruano podr¨ªa decirse que se ha prolongado a la fecha en De Prada, hasta el punto de considerar su obra El derecho a so?ar ¡°el libro de mi vida¡±, y eso lo afirma un escritor profesional que gan¨® el Premio Planeta en 1997 (por cierto, magn¨ªfica su reflexi¨®n sobre aquella experiencia y sobre s¨ª mismo) y con una docena de novelas publicadas.
Ana Mar¨ªa Mart¨ªnez Sagi era lesbiana en unas ¨¦pocas, antes y despu¨¦s de la guerra, donde la homosexualidad no solo era una inclinaci¨®n moralmente t¨®xica, sino que estaba socialmente despreciada
Adem¨¢s de ser una poeta fin¨ªsima ¡ªy lo pudimos comprobar con la publicaci¨®n de La voz sola, en 2019, una antolog¨ªa de la poes¨ªa in¨¦dita de Sagi editada por el propio De Prada a partir de los manuscritos que la primera le hab¨ªa cedido¡ª, hay que recordar que Ana Mar¨ªa Mart¨ªnez Sagi era lesbiana en unas ¨¦pocas, antes y despu¨¦s de la guerra, donde la homosexualidad no solo era una inclinaci¨®n moralmente t¨®xica, sino que estaba socialmente despreciada y eso condicionaba por completo la vida de un individuo, fuera hombre o mujer. Ante esta marginaci¨®n indiscutible, tanto la cr¨ªtica hist¨®rico-literaria como la biograf¨ªa deben prestar una atenci¨®n exquisita a las palabras y construcciones m¨¢s sutiles porque hasta unos a?os atr¨¢s no hab¨ªa modo, m¨¢s que subliminal, de que la realidad de los sentimientos y los deseos del artista homosexual pudieran aflorar al exterior con la debida franqueza. En este sentido, Ana Mar¨ªa Mart¨ªnez Sagi, sin duda v¨ªctima mental de esta presi¨®n, no pod¨ªa encontrar int¨¦rprete m¨¢s delicado para contar su vida que Juan Manuel de Prada, por la dedicaci¨®n, el inter¨¦s, cuidado y excepcional riqueza documental que aporta en su particular libro de arena. La vida de Sagi qued¨® marcada asimismo por el rechazo materno. Do?a Consuelo ignor¨® al tercero de sus hijos, Ana Mar¨ªa, que sobrevivi¨® emocionalmente protegida por el amparo paterno, pero con el tiempo desarrollar¨ªa un car¨¢cter amargo y eg¨®latra. Al morir el padre, en 1930, la escritora y entusiasta deportista ¡ªtenis, nataci¨®n, remo y lanzamiento de jabalina fueron sus pasiones juveniles y en todas destac¨®¡ª quedar¨ªa a la intemperie familiar produci¨¦ndose la dolorosa ruptura definitiva poco despu¨¦s.
La monumental biograf¨ªa de De Prada, adem¨¢s de la reconstrucci¨®n fidedigna de la vida de Sagi, de su obra po¨¦tica y period¨ªstica y de sus relaciones con las mujeres que fueron importantes en su vida, ofrece una continuada reflexi¨®n sobre los poderes de la voluntad. Una voluntad que en el caso de Sagi quedar¨ªa atrapada en las ¡°esquinas del aire y del olvido¡±. La obra, agrupada en dos partes que se corresponden con los dos vol¨²menes que forman la edici¨®n, nos invita a recorrer un camino de doble direcci¨®n ¡ªlo que fue Sagi y lo que crey¨® ser con el tiempo o necesit¨® creerse que era para preservar una idea impecable de s¨ª misma¡ª. Es tal vez el segundo volumen el que tiene m¨¢s importancia, centrado en su exilio y vuelta a Espa?a. En ¨¦l se contrasta la informaci¨®n vertida por su autora con los datos obtenidos por De Prada posteriormente, datos apabullantes, remont¨¢ndose el r¨ªo de la vida de Sagi desde su retiro en Moi¨¤ hasta llegar de nuevo a 1937, cuando trabaja como reportera en el Frente de Arag¨®n (muy comprometida vital e ideol¨®gicamente con el anarquismo) y donde acaba el primer volumen. Solo que en este retorno a los intensos a?os de la guerra De Prada nos va desvelando la verdad oculta de su peripecia vital. El c¨ªrculo pues se cierra despu¨¦s de sucesivos e infatigables asedios a vidas y personajes, y como lectores quedamos enfrentados a la terra firma de una vida concreta, real. Un esfuerzo biogr¨¢fico verdaderamente asombroso.
El derecho a so?ar. Vida y obra de Ana Mar¨ªa Mart¨ªnez Sagi
Autor: Juan Manuel de Prada.
Editorial: Espasa, 2022.
Formato: Dos vol¨²menes de tapa dura con estuche (1.709 p¨¢ginas. 60 euros).
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