¡®Un caballero a la deriva¡¯: el banquero que naufrag¨® en mitad del oc¨¦ano
La l¨²cida y prodigiosa historia de Herbert Clyde Lewis explora tres v¨ªas narrativas para contar la desesperaci¨®n de un formal neoyorquino que lucha por sobrevivir tras caer al agua
Esta novela excepcional me ha recordado un relato de Sir Winston Churchill titulado Hombre al agua. Ambos comienzan de la misma manera: un pasajero de un barco (en el primero, un transatl¨¢ntico, en el segundo, un mixto de carga y pasaje) cae accidentalmente al mar y all¨ª se queda flotando mientras el barco se aleja sin que nadie se percate del suceso. El relato, breve, termina con la aparici¨®n de una aleta de tibur¨®n; la novela, en cambio, se convierte en una pi¨¨ce de r¨¦sistance literaria que no dudo en calificar de peque?a obra maestra, aunque el Premio Nobel de Literatura se lo llevase el eminente pol¨ªtico ingl¨¦s.
Henry Preston Standish es, en palabras del editor, un caballero como se debe de ser: goza de una educaci¨®n exquisita y una posici¨®n acomodada, vive holgadamente en Nueva York y es un esposo fiel y un padre cari?oso. Adem¨¢s es deportista, a los 35 a?os se siente en plena forma y no tiene problemas de conciencia sino de satisfacci¨®n. Una incierta preocupaci¨®n por los clientes a los que ha perjudicado su dedicaci¨®n a gestionar el dinero de otros le afecta en parte, pero se trata s¨®lo de gajes del oficio; salvo esto, es un hombre satisfecho de su vida. Si acaso, la imagen de una vida sujeta a las normas de comportamiento habitual de un caballero le anima a tomarse la libertad de hacer un largo viaje solo que culmina embarcando en Honolulu en el Arabella, que se dirige a Panam¨¢, ya de vuelta a Nueva York. Y he aqu¨ª que, paseando por la cubierta, pisa una mancha de grasa y se precipita al oc¨¦ano Pac¨ªfico. Nadie se da cuenta del accidente.
El caballero neoyorquino, una vez que consigue librarse de la succi¨®n de las aspas del barco como primera y coherente providencia, queda en medio del oc¨¦ano viendo alejarse al Arabella. Como es un hombre de orden, met¨®dico y bien educado, se dispone a evaluar su situaci¨®n y tomar las decisiones pertinentes.
En este punto de la historia, el autor abre tres frentes narrativos diferentes: el primero muestra los pensamientos del n¨¢ufrago a medida que transcurre el tiempo; el segundo expone, por medio de los recuerdos del personaje y la informaci¨®n del narrador, su modo de vida antes del viaje; el tercero ense?a al resto del pasaje que poco a poco empieza a echar de menos a Standish. El punto fuerte de Lewis es el admirable entrelazamiento de estas tres v¨ªas de la narraci¨®n con las que consigue crear una tensi¨®n dram¨¢tica y de suspense que implica al lector de tal modo que hace casi imposible abandonar la lectura de la novela hasta su formidable final.
El n¨¢ufrago, en un momento en que empieza a flaquear, piensa que lo normal ser¨ªa empezar a volverse loco en su situaci¨®n, pero ¡°era una persona cuerda y sumamente infeliz¡±
El n¨¢ufrago, en un momento en que empieza a flaquear, piensa que lo normal ser¨ªa empezar a volverse loco en su situaci¨®n, pero ¡°era una persona cuerda y sumamente infeliz. Lleg¨® a la conclusi¨®n de que, dado que era un hombre tan educado y formal, no pod¨ªa volverse loco. No era propio de ¨¦l perder el control; sin gran dificultad, comprendi¨®, estaba tomando nota de su dolor, de la misma manera en que sol¨ªa observar c¨®mo la bolsa sub¨ªa y bajaba en el teletipo de su despacho¡±.
Despu¨¦s, poco a poco, el mar le va despojando de sus emblemas de caballero. El asunto de esta novela es la soledad y, m¨¢s concretamente, el desamparo que acompa?a a la soledad absoluta; y ¨¦l est¨¢ flotando en medio del oc¨¦ano Pac¨ªfico, un acomodado banquero neoyorquino de los a?os cuarenta en una situaci¨®n ins¨®lita, un caballero al que nunca podr¨ªa sucederle algo semejante. Ah¨ª reside la emocionante singularidad de esa historia, en el desamparo extremo de un hombre de orden y su progresivo y doloroso encuentro consigo mismo en una soledad inesperada y total. Pocas veces se ha escrito sobre el desamparo de un ser humano con la intensidad e inteligencia con que lo hace este relato.
Herbert Clyde Lewis era hijo de padres jud¨ªos originarios de Rusia. Trabaj¨® como periodista en el New York Journal y esta fue su primera novela, trabaj¨® como guionista en Hollywood y entr¨® en la lista negra del macartismo por sus actividades pol¨ªticas. De vuelta a Nueva York colabor¨® como editor de la revista Time. Cargado de deudas y alcoholizado, falleci¨® a los 41 a?os en 1950. Demos gracias al autor por habernos entregado esta historia l¨²cida y prodigiosa.
Un caballero a la deriva?
Autor: Herbert Clyde Lewis.
Traducci¨®n: ?ngeles de los Santos.
Editorial: Perif¨¦rica, 2023.
Formato: tapa blanda (152 p¨¢ginas. 17 euros).
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