El regreso de Peter Gabriel, el ¨¢lbum maldito de R.E.M., el triunfo de Nicki Minaj y otros discos del mes
Los cr¨ªticos y especialistas de ¡®Babelia¡¯ pasan revista a las novedades de enero en todos los estilos musicales
Oc¨¦anos de tiempo y m¨²sica
Tras m¨¢s de 20 a?os sin publicar nuevo material, Peter Gabriel edita un ¨¢lbum intenso y brillante que contiene todo su universo sonoro y tem¨¢tico
Muchos a?os despu¨¦s, frente a la mesa de mezclas del estudio de grabaci¨®n, Peter Gabriel hab¨ªa de recordar aquella tarde remota en la que compuso Biko. La canci¨®n, publicada en 1980, celebra la memoria de Steven Biko, activista antiapartheid sudafricano, asesinado en 1977. Biko es un himno proteico cuya intensidad sonora aumenta pareja a su desarrollo. Ahora, Gabriel, en Live and Let Live, la pieza que cierra i/o, su reciente y nuevo ¨¢lbum, ha construido otro c¨¢ntico sobre el dolor, el odio y el perd¨®n (¡°se necesita coraje para empezar a perdonar¡±), en el que pide ¡°vivir y dejar vivir¡±, menciona a William Blake, Martin Luther King, Desmond Tutu y Nelson Mandela, y transita musicalmente por una arrebatadora solemnidad, puntuada por la trompeta de Paolo Fresu, hacia la apoteosis final atravesada por el Soweto Gospel Choir.
Gabriel, obsesivo, puntilloso y perfeccionista, no da puntada sin hilo en este regreso tras 21 a?os sin editar material nuevo. En la canci¨®n que titula el ¨¢lbum viene a decirnos que somos parte de un todo y que, de alguna forma, todo est¨¢ conectado. De ah¨ª que algunos tratamientos orquestales recuerden al trabajo de Randy Newman, que la pieza ¡®The Court¡¯ bien podr¨ªa estar firmada por el Bowie de la ¨¦poca de Space Oddity, que en ¡®Road To Joy¡¯ encontremos ecos de ¡®Sledge Hammer¡¯, que en ¡®So Much¡¯ planee el rock progresivo de Genesis, que en ¡®Olive Tree¡¯ los metales y los sintetizadores atruenen en atm¨®sfera ochentera, que en ¡®This Is Home¡¯ parezca que ande camuflado David Byrne, y que ¡®And Still¡¯ (la canci¨®n m¨¢s arriesgada, musicalmente hablando) comience con un gui?o al Barroco.
i/o no es un disco de ruptura, sino un trabajo intenso y brillante ¡ªen el que probablemente sobre alguna de las 12 canciones que contiene¡ª que refuerza un clasicismo contempor¨¢neo, ep¨ªtome de todo el universo sonoro de Gabriel. La excelente instrumentaci¨®n de viejos amigos como Manu Katche (bater¨ªa), David Rhodes (guitarra), Tony Levin (bajo) y Brian Eno (sintetizadores) y de algunos m¨²sicos m¨¢s interact¨²a con dos coros (Soweto Gospel Choir y Orphei Dr?ngar Choir) y la nutrida New Blood Orchestra, en sutil y ajustada convivencia. Gabriel, productor en solitario de pr¨¢cticamente todo el ¨¢lbum, podr¨ªa haber arruinado la apuesta si se le hubiese ido la mano en el singular equilibrio resultante.
Con un par de octavas por debajo de la tesitura de lo que fue su voz, Gabriel defiende espl¨¦ndidamente las letras jugando, como en el conjunto de cada canci¨®n, con las din¨¢micas y los contrastes (menci¨®n de honor para el dise?o de sonido, envolvente, pero definido en su confecci¨®n por capas). Y en los textos, reflexiones sobre los mecanismos que controlan la sociedad (¡®Panopticom¡¯, la canci¨®n que abre el ¨¢lbum, est¨¢ construida sobre la teor¨ªa del pan¨®ptico de Michel Foucault), la frontera entre el bien y el mal, el paso del tiempo, la memoria, la muerte, la ausencia. Tambi¨¦n sobre la alegr¨ªa, el renacer diario, el b¨¢lsamo del amor y la necesidad de tener ra¨ªces. Rizando el rizo, i/o contiene tres mezclas distintas de las mismas canciones, que var¨ªan en funci¨®n de qu¨¦ aspectos se han enfatizado: Bright Side Mix, Dark Side Mix e Inside Mix. En una gozosa paradoja cu¨¢ntica, Peter Gabriel atraviesa oc¨¦anos de tiempo y de m¨²sica. JAVIER LOSILLA
'i/o'
Real World / Virgin
El disco maldito de R.E.M.
Cu¨¢ntos discos de ¨¦xito may¨²sculo envejecen mal y cu¨¢ntos fracasos estrepitosos acaban siendo considerados joyas incomprendidas en su tiempo. Up, el 11? disco de estudio de R.E.M., es de los segundos. En 1998 alien¨® a los fans del grupo, desconcertados al no encontrar en ¨¦l los hits cristalinos de anta?o, y tal vez dej¨® a la banda a la deriva, abocada a su disoluci¨®n futura. Cuando se cumplen 25 a?os de su publicaci¨®n, este ¨¢lbum maldito aparece en edici¨®n deluxe, remasterizada y ampliada con un segundo disco in¨¦dito que incluye el concierto que el grupo grab¨® en 1999 para la serie Party of Five ¡ªalgo no tan inhabitual por aquel tiempo, cuando The Flaming Lips tocaban en el Peach Pit de Sensaci¨®n de vivir¡ª, lo que nos ofrece una segunda oportunidad para apreciar sus virtudes.
Up fue un reflejo de la crisis existencial de R.E.M. Tras la sucesi¨®n de triunfos planetarios de Out of Time y Automatic for the People, seguidos de la incursi¨®n en un rock m¨¢s sucio con Monster y en el sublime claroscuro de New Adventures in Hi-Fi, Up era un disco de reinvenci¨®n. El grupo, surgido del post-punk de los ochenta y encumbrado por las radios universitarias, nunca aspir¨® a llenar estadios; fueron sus estribillos perfectos los que se apoderaron de su destino. El giro finisecular hacia la electr¨®nica de grupos como U2 o Radiohead impuls¨® a R.E.M. ¡ªamputados de su bater¨ªa Bill Berry, v¨ªctima de un aneurisma cerebral¡ª a rodearse de cajas de ritmos y un pu?ado de loops, con dos productores de moda, Pat McCarthy y Nigel Godrich, a los mandos.
Puede que nunca superaran este rev¨¦s. Se separaron en 2011 tras cuatro ¨¢lbumes olvidables, exceptuando alg¨²n ¨²ltimo coletazo de genio como ¡®Imitation of Life¡¯. La recepci¨®n que mereci¨® Up resulta comprensible: era un disco pensado para borrar pistas, casi una tabula rasa, en la que la vertiente mel¨®dica (¡®Daysleeper¡¯ y ¡®At My Most Beautiful¡¯, que parece escrita por o para Brian Wilson) se va extinguiendo para dejar lugar a un pop anguloso y abstracto, contaminado por una melancol¨ªa crepuscular (¡®The Apologist¡¯, ¡®Sad Professor¡¯) y por una poes¨ªa marciana y abstrusa (¡®Diminished¡¯, ¡®Parakeet¡¯, ¡®Lotus¡¯ o la alucinante ¡®Hope¡¯). El ¨²nico reproche: no poder retroceder en el tiempo para escucharlo otra vez en un discman. ?LEX VICENTE
'Up' [25th Anniversary Edition]
Craft / Concord / Music As Usual
Un disco s¨¢fico, variado y espl¨¦ndido
Dos a?os lleva Christina Rosenvinge expandiendo la palabra de Safo, la poetisa griega y referente LGTBI a la que la cantante adjudica el t¨ªtulo de ¡°estrella del pop en el mundo grecolatino¡±. Despu¨¦s de un espect¨¢culo teatral, ahora publica nueve canciones en las que reinventa versos de Safo, ¡°devolvi¨¦ndolos a la m¨²sica¡±. Aunque es una Rosenvinge musicalmente reconocible, el concepto le permite explosiones s¨®nicas y viscerales como ¡®Fragmentos¡¯; en ¡®Poema de la pasi¨®n¡¯ demuestra su talento para el medio tiempo rock; ¡®Canci¨®n de boda¡¯, muy bien acompa?ada por Mar¨ªa Arnal, respira un aire folk mezclado con w¨¦stern; la sinuosa ¡®Himno a Afrodita¡¯ resulta hipn¨®tica¡ Y as¨ª completa un disco de 31 minutos variado y espl¨¦ndido. CARLOS MARCOS
'Los versos s¨¢ficos'
Primavera Labels
El triunfo de Nicki Minaj
La rapera y compositora cumple 41 a?os coronada como una MC convincente y habilidosa que ha sabido moverse con inteligencia en la industria de la m¨²sica, abriendo camino para que otras mujeres manipulen el pop con el lenguaje del rap. En su quinto disco, una secuela de su debut de 2010, hay 22 canciones donde se alternan atm¨®sferas gruesas con sampleados reconocibles de la cultura pop y pasajes m¨¢s hedonistas. El verdadero ¨¦xito es que, a pesar de exuberantes colaboraciones (Drake, Future, 50 Cent), los temas m¨¢s poderosos son con la Minaj en crudo: ¡®FTCU¡¯, ¡®Beep Beep¡¯ y ¡®Super Freaky Girl (su primer n¨²mero 1 en solitario), adem¨¢s de la emotiva Are You Gone Already?, con versos dedicados a su padre, fallecido en un atropello. BEATRIZ G. ARANDA
'Pink Friday 2'
Young Money / Universal
Tate McRae, suced¨¢neos de ¡®hit¡¯
A Tate McRae puede que le pusieran el list¨®n demasiado alto cuando la vendieron como ¡°la Billie Eilish canadiense¡±. Escuchado este segundo ¨¢lbum, descafeinado y gen¨¦rico, tal vez el problema es que no hay nadie a los mandos emple¨¢ndose a fondo por hacer de ella algo m¨¢s que una artista de relleno de eso que se ha dado en llamar alt pop, y que en su caso es un alt dance pop falto de ideas (¡®Hurt my Feelings¡¯), resuelto a oscurecerse (¡®Think Later¡¯) e incluso a trapearse (Guilty Conscience). La canci¨®n que la ha colocado en el mapa, ¡®Greedy¡¯, suena a fuegos de artificio sin demasiado artificio. Y el resto, empezando por ¡®Cut My Hair¡¯, a suced¨¢neos de hit tan conscientes de su condici¨®n que jam¨¢s podr¨¢n llegar a ser otra cosa. LAURA FERN?NDEZ
'Think Later'
RCA / Sony
Obra maestra marciana
La neoyorquina Dorothy Carter ten¨ªa 43 a?os cuando registr¨® Waillee Waillee (1978), pero ya cantaba como una octogenaria venerable. Nadie como ella sirve para definir el folk psicod¨¦lico, m¨²sica de filiaci¨®n tradicional con un regusto inquietante, taciturno y misterioso: el bell¨ªsimo tema titular pasar¨ªa por una canci¨®n de cuna, pero con una p¨¢tina de desasosiego m¨¢s propia de un thriller g¨®tico. Obra maestra marciana, bastarda e inencontrable hasta esta reedici¨®n (las cintas originales aparecieron en el trastero berlin¨¦s de Bob Rutman, el chelista que apuntala el enigma), Carter suena c¨¦ltica pero m¨¢s perturbadora que adeptas como la escocesa Savourna Stevenson. Lo suyo no era arpa, sino dulc¨¦mele (una variedad de salterio), y los seis minutos finales de ¡®Tree of Life¡¯ la adentraban en el ambient espiritual de su adorado Laaraji. FERNANDO NEIRA
'Waillee Waillee'
Palto Flats
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