?frica como ox¨ªmoron musical
Los discos del combo franco-congol¨¦s TONN3RR3 X BIKAY3, los senegaleses Dieuf-Dieul de Thi¨¨s y Sahra Halgan, de Somalilandia, dan cuenta de las ricas contradicciones del continente
El continente africano es un enorme ox¨ªmoron donde se conjugan a diario los opuestos, y su relato, tanto pol¨ªtico como cultural, se alimenta de no pocas contradicciones. Tres novedades discogr¨¢ficas dan cuenta de ello. Hace 40 a?os, el cantante congole?o Bony Bikaye y el compositor francoargelino Hector Zazou registraron Noir et Blanc, un ¨¢lbum can¨®nico en el encuentro de los ritmos de ?frica Central con la m¨²sica electr¨®nica. Poco despu¨¦s, el d¨²o public¨® Mr. Manager, y ya en 1989, Bikaye edit¨® en solitario Guilty! A mediados de los noventa grab¨® un par de ¨¢lbumes (uno de ellos recreando piezas de Michael Jackson, Prince, James Brown, Manu Dibango y Stevie Wonder, entre otros) y despu¨¦s, el silencio.
Bikaye est¨¢ de vuelta con It¡¯s a Bomb, trabajo facturado al alim¨®n con el tr¨ªo franc¨¦s TONN3RR3, formaci¨®n que reconoce sus fuentes en artistas como Laurent Garnier y Daft Punk, y que, para su disco m¨¢s reciente, Noir Atlantique, se ha inspirado en las tesis del soci¨®logo brit¨¢nico Paul Gilroy, quien ve en ese oc¨¦ano un espacio identitario transnacional, habitado por descendientes africanos del Nuevo Mundo.
El resultado de la apuesta trasciende tanto la rumba congole?a como la electr¨®nica para configurarse como un h¨ªbrido mutante con trazas experimentales. It¡¯s a Bomb se articula en torno a historias mitol¨®gicas, cantadas o contadas en lingala, en las que Bikaye asume diferentes roles de una familia, cambiando en cada caso la manera de decir. Para completar musicalmente ese universo ancestral tra¨ªdo al presente, se ha contado con las percusiones de Ga?le Salomon (Femi Kuti) y los sintetizadores de Guillaume Loizillon. Atmosf¨¦rico y espacial, con retazos setenteros y b¨²squedas contempor¨¢neas, este ¨¢lbum es una gozosa conjunci¨®n de tiempos, modos y culturas.
El grupo Dieuf Dieul de Thi¨¨s naci¨® en 1979 en esa ciudad situada a 60 kil¨®metros al este de Dakar, una de las m¨¢s pobladas de Senegal, que incluy¨® en su nombre art¨ªstico. El brillante Pape Seck, Gora Mbaye y Bass Sarr, entre otros, dieron br¨ªo a un combo que defin¨ªa su propuesta como afromandinga, y que reflejaba las influencias sonoras de las diferentes etnias del pa¨ªs, sin olvidar las aportaciones de la di¨¢spora africana. Dieuf Dieul de Thi¨¨s fue, sin continuidad, un serio competidor del grupo ?toile de Dakar, en el que Youssou N¡¯Dour ejerc¨ªa de cantante.
Pero las disensiones internas y las deserciones (Pape Seck, l¨ªder y compositor principal fue reclutado por Baaba Maal) acabaron la carrera de Dieuf Dieul de Thi¨¨s en 1982. En el periodo que la banda estuvo en activo grab¨® un pu?ado de canciones que registr¨® el vocalista y compositor Moussa Diallo en Sangomar, en la regi¨®n de Casamanza, pero que no vieron la luz hasta 2013 y 2015, cuando el sello Taranga Beat las edit¨® en los ¨¢lbumes Aw Sa Yone 1 y 2. En 2017, con Bass Sarr (el ¨²nico superviviente de los fundadores) a la cabeza, el grupo reformado gira por Europa y en diciembre de 2019 registra, con un equipo anal¨®gico, el reci¨¦n editado ¨¢lbum hom¨®nimo, que recoge dos grabaciones en directo.
Composiciones antiguas como ¡®Na Binetta¡¯, ¡®Ariyo¡¯ y ¡®Djirim¡¯ (ahora pautada en clave de reggae) conviven con nuevas piezas en un mosaico de guitarras ¨¢cidas, metales poderosos y percusiones y voces vibrantes. Dan forma a molduras afrolatinas, acentos de jazz y rememoraciones mandingas, siempre rompiendo la frontera que marca el conocido ritmo mbalax.
Cantante, activista y creadora del centro Hiddo Dhawr (Promover la Cultura), en Hargeisa, Sahra Halgan, de 51 a?os, es la voz m¨¢s poderosa del que ella y casi cuatro millones de personas consideran su pa¨ªs: Somalilandia. Es decir: poco m¨¢s de 137.000 kil¨®metros cuadrados que formaron parte de Somalia, pero que, tras la cruenta y larga guerra iniciada a finales de los setenta, son considerados por sus moradores territorio independiente. Somalilandia tiene constituci¨®n, moneda y gobierno propios, pero ning¨²n reconocimiento internacional. Pero ah¨ª est¨¢, inmerso geogr¨¢ficamente en la muy ingobernable Somalia, con Sahra Halgan como una de sus defensoras m¨¢s ac¨¦rrimas (antes de exiliarse en Francia se enrol¨® como enfermera en la guerrilla que se opon¨ªa al presidente Mohamed Siad Barre).
En 2009 Sahra edit¨® el muy poco conocido ¨¢lbum Somaliland, y m¨¢s tarde public¨® Faransiskiyo Somaliland (2015), un compendio de rock tuareg y ritmos de ?frica del Este, y Waa Dardaaran (2019). El pr¨®ximo mes de marzo pondr¨¢ en circulaci¨®n el disco Hiddo Dhawr (el mismo nombre del centro cultural que fund¨®). Asuntos amorosos, temas feministas, declaraciones de orgullo y dignidad y llamadas a la emancipaci¨®n pol¨ªtica conforman el temario de 12 canciones defendidas por la voz de Sahra, la bater¨ªa y las percusiones de Aymeric Krol, la guitarra de Ma?l Sal¨¨tes y los teclados de R¨¦gis Monte.
La influencia musical ¨¢rabe (muy presente en el cuerno de ?frica) otorga a las piezas una clara circularidad y les proporciona melod¨ªas quaraami, procedentes de lo que podr¨ªamos llamar la m¨²sica cl¨¢sica de la zona (como la m¨²sica andalus¨ª en el Magreb). Pero al tiempo suenan influencias de India, Yemen y Sumatra, teclados decididamente vintage y revulsivos riffs de guitarra. Hiddo Dhawr es otro de los paradigmas (hay muchos) de la memoria del futuro: abordar el presente con el bagaje musical, propio y ajeno, tanto de la historia reciente como de tiempos m¨¢s remotos. Los antiguos ya lo hac¨ªan, armando sus creaciones con los acentos de lo que llamaban la m¨²sica de los planetas.
TONN3RR3 X BIKAY3
Born Bad Records
Dieuf Dieul de Thi¨¨s
Buda Records
Sahra Halgan
Danaya
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