¡®Para¨ªsos latinos¡¯, un siglo de fotograf¨ªa y revoluci¨®n social en Latinoam¨¦rica

All¨¢ por las primeras d¨¦cadas del pasado siglo, cuando Carmen Mondrag¨®n, convertida en Nahui Olin, escandalizaba a M¨¦xico en los a?os de las vanguardias con su insaciable sed de nuevos mundos, la poeta, artista y musa hac¨ªa uso de su cuerpo como una obra de arte. ¡°Mi cuerpo es tan hermoso que no podr¨ªa, en conciencia, privar a la humanidad de admirar esta obra maestra m¨ªa¡±. Tanto en su actitud como en su obra quedaba explicita la reivindicaci¨®n de la autonom¨ªa femenina, as¨ª como la compleja identidad popular mexicana. Antonio Gardu?o la fotografi¨® desnuda. Gustavo F. Silva permitir¨ªa que la artista resaltase sus inolvidables ojos verdes y el carm¨ªn de sus labios pintando ella misma la impresi¨®n fotogr¨¢fica. De igual forma, los fotomontajes de Annemarie Heindrich, realizados con los retratos que tomada del star system local, as¨ª como sus propios autorretratos, conquistaban al p¨²blico porte?o a trav¨¦s de una mezcla de sensualidad y de deseo. En los sesenta, Paolo Gasparini dejaba constancia de c¨®mo el pop se colaba entre las rendijas de una Cuba revolucionaria, y sus esl¨®ganes conviv¨ªan con los sofisticados retratos de las starlets del momento.

De la fascinaci¨®n por las divas del espect¨¢culo y el inalcanzable glamur de las celebridades brotan parte de las m¨¢s de 200 obras que componen la exposici¨®n Les paradis latins: ¨¦toiles sud-am¨¦ricaines (Los para¨ªsos latinos: estrellas sudamericanas) que puede verse en la sede de la Fundaci¨®n Bemberg en Toulouse. Para¨ªsos habitados no solo por musas sino tambi¨¦n por iconos del c¨®mic y religiosos, tangueros y travestis, y otros extravagantes don nadies. Una variedad de obras, pertenecientes a 83 artistas procedentes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, M¨¦xico, Per¨² y Venezuela, que provienen de los fondos de la colecci¨®n de Leticia y Stanislas Poniatowski. Abarcan un periodo que va de 1910 a 2023, m¨¢s de un siglo de fotograf¨ªa latinoamericana donde la asimilaci¨®n de las formas occidentales va de la mano de la creaci¨®n de nuevos lenguajes; un cruce que abre nuevos caminos donde desafiar a las voces dominantes, dar rienda suelta a la imaginaci¨®n y poner de manifiesto la riqueza local. Mediante el uso del collage, los montajes, los realces con gouache y otras t¨¦cnicas, se establecer¨¢ una narrativa que transita entre el documentalismo y la ficci¨®n.

El indigenismo se mezcla con el art dec¨® en las fotos de estudio tomadas por Manuel Jes¨²s Serrano durante los a?os veinte. De igual forma los retratos realizados por el artista argentino Marcos L¨®pez en los noventa evidencian la amalgama entre la alta y baja cultura que pavimentaron su camino hacia la publicaci¨®n en 2001 de su manifiesto Pop Latino. Las musas de los collages de Carla Rippey nos remiten a la conexi¨®n entre la representaci¨®n visual y la experiencia humana mediante una constante filtraci¨®n entre la cultura pop y lo artesanal. En la obra de Felipe Ehrenberg, muy vinculado al movimiento Fluxus, se funden en una solo identidad que se expresa a trav¨¦s de su adopci¨®n del culto al llamado no-gusto.

¡°Si hay algo que caracteriza a Latinoam¨¦rica es el roce, la permeabilidad entre la alta y la baja cultura,¡±, apunta Alexis Fabry, comisario de la exposici¨®n. ¡°Aqu¨ª encontraremos autores muy conscientes de recurrir a t¨¦cnicas h¨ªbridas que vienen de la cultura baja y tambi¨¦n obras m¨¢s inocentes; m¨¢s frescas en este sentido, pero que tambi¨¦n son h¨ªbridos, como por ejemplo la obra de Jos¨¦ Trinidad Romero, que hibrida por causas m¨¢s accidentales. Me gusta mezclar autores conscientes de que lo est¨¢n haciendo con otros que lo son menos, pero en todos los casos existe una clara relaci¨®n con la cultura popular¡±.

¡°Muchos de los autores presentados tuvieron una formaci¨®n autodidacta. De ah¨ª que no ten¨ªan el peso del canon fotogr¨¢fico a la hora de respetar lo que se ten¨ªa por un buen encuadre o soporte o la calidad de impresi¨®n¡±, advierte Fabry. ¡°Ejerc¨ªan una gran libertad en cuanto al manejo de esos gestos. En este sentido, quiz¨¢s, se pueda hablar de una mayor libertad en Latinoam¨¦rica en comparaci¨®n con Occidente. Durante los a?os setenta, muchos artistas se dejaron llevar por la cultura pop. Pero mientras en Occidente lo pop lo es en el sentido de que viene de Estados Unidos, y conlleva un comentario sobre la sociedad de consumo, en cambio en Latinoam¨¦rica lo pop viene tanto por esta misma v¨ªa como de lo vern¨¢culo; de lo campestre, de la fotonovela, del tango, del bolero, etc.¡±.

De ah¨ª la agilidad que se aprecia en ciertos autores frente al medio. Son muchos los artistas que recurrir¨¢n a soportes alternativos, como la fotocopia, un medio barato que adem¨¢s permite una amplia circulaci¨®n de la obra. ¡°Un soporte muy utilizado en los pa¨ªses del Este de Europa, donde tambi¨¦n es frecuente la falta de recursos¡±, apunta el comisario.

Autorretrato (1950) de Grete Stern, muestra el rostro de su autora reflejado en un espejo. Rodeado de elementos naturales y artificiales, entre ellos se encuentra una lente que alude al propio medio fotogr¨¢fico y habla de tanto de la visi¨®n de uno mismo, como la visi¨®n que de uno mismo tienen los dem¨¢s, as¨ª como de la b¨²squeda de la propia identidad, temas que tambi¨¦n explora esta rica selecci¨®n de obras. De una b¨²squeda, que se va a desarrollar en muchos casos con el trasfondo pol¨ªtico de reg¨ªmenes autoritarios y represivos, donde la belleza y la agitaci¨®n se confunden en el impulso de reivindicar la vida.

¡®Les paradis latins: ¨¦toiles sud-am¨¦ricaines¡¯. Fundaci¨®n Bemberg. Hotel de Ass¨¦zat. Toulouse. Francia. Hasta el 3 de noviembre.

Puedes seguir a Babelia en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.