La fotograf¨ªa como un acto para entender el mundo

¡°Material provocativo para pensar¡±, dec¨ªa el subt¨ªtulo de Provoke, la revista que sacudi¨® el escenario fotogr¨¢fico de Jap¨®n a finales de los a?os sesenta. Fundada por el cr¨ªtico K¨­ji Taki junto con los fot¨®grafos Takuma Nakahira y Yutaka Takanash y el poeta Takahiko Okada, le bastaron tan solo tres n¨²meros para convertirse en uno de los grandes hitos de la historia de la fotograf¨ªa de los ¨²ltimos cincuenta a?os. La influencia del distintivo estilo de sus im¨¢genes, are-bure-boke (grano, barrido, desenfoque), y de su atrevido dise?o a¨²n colea.

¡°Provoke supuso una ruptura en la forma de mirar y apreciar la realidad¡±, afirma Nuria Enguita, comisaria, junto con Vicente Todol¨ª, de la exposici¨®n La mirada de las cosas. Fotograf¨ªa japonesa entorno a Provoke,que puede verse en el centro de arte Bombas Gens. ¡°Desde el lenguaje fotogr¨¢fico la revista condens¨® una transformaci¨®n que se estaba viviendo en otras manifestaciones art¨ªsticas (en la escultura, en el land art y en el body art). Supo canalizar un modo de expresi¨®n para mostrar un sentimiento que defini¨® una ¨¦poca¡±.

La muestra incluye la obra de 15 artistas pertenecientes a distintas generaciones que entre 1957 y 1972 transformaron de forma radical el lenguaje fotogr¨¢fico. El descontento y la rabia ante los cambios que experimentaba la sociedad japonesa de la posguerra -que hab¨ªa pasado de ser una sociedad fundamentalmente agraria a una r¨¢pida inmersi¨®n en la cultura de la industria y el consumo- sirvieron de trasfondo al desarrollo de estas nuevas formas de fotografiar. Entre los fot¨®grafos que conforman la exhibici¨®n el m¨¢s veterano es Hiroshi Hamaya, quien siempre estuvo en la primera l¨ªnea de la modernidad fotogr¨¢fica en Jap¨®n, convirti¨¦ndose en el primer miembro asi¨¢tico de la agencia Magnum. Su obra ser¨¢ precursora de la transformaci¨®n que trajeron consigo el colectivo VIVO, en los a?os cincuenta, y m¨¢s tarde el grupo?Provoke. La obra de la fot¨®grafa Ishiuchi Miyako figura como representaci¨®n de una generaci¨®n posterior heredera de una est¨¦tica muy cercana a Provoke, y comparte su talante experimental en la t¨¦cnica con el fin de ahondar en el significado de ser japon¨¦s en una ¨¦poca convulsa. En 2014 fue la primera mujer asi¨¢tica en recibir el prestigioso premio Hasselblad.

En 1957 tuvo lugar la exposici¨®n The Eyes of Ten (Los ojos de diez), que sirvi¨® para reunir a fot¨®grafos como?Sh¨­mei T¨­matsu, Eikoh Hosoe e Ikk¨­ Narahara, quienes despu¨¦s formar¨ªan la cooperativa VIVO junto con Kikuji Kawada y Akira Sat¨­. Inspirados por?New York 1945-1955,?el libro de William Klein,?y Los americanos de Robert Frank, buscaban una expresi¨®n m¨¢s subjetiva a trav¨¦s de un estilo que supon¨ªa una reacci¨®n cr¨ªtica contra el fotoperiodismo de la ¨¦poca de la guerra, impregnado de la ideolog¨ªa gubernamental, y contra el realismo socialista de la posguerra. Sentaron las bases para la gran renovaci¨®n que estaba por llegar. De la misma forma, Takuma Nakahira se?alaba que ¡°los fotoperiodistas que quer¨ªan ¡®retratar la verdad de forma objetiva¡¯ solo pod¨ªan apreciar los hechos desde el punto de vista del poder del Estado".

¡°Hay siempre un mirar al pasado para ir hacia adelante en la fotograf¨ªa japonesa¡±, se?ala Enguita. As¨ª, Provoke mira hacia los fot¨®grafos de la guerra y la postguerra y desde su posici¨®n supera el estilo documental m¨¢s subjetivo de VIVO. La fotograf¨ªa adquiere un lenguaje propio, independiente de las palabras, y se presenta como un documento que el espectador debe leer. Sus im¨¢genes ¡°se resisten a nuestra comprensi¨®n visual, con sus desconcertantes ¨¢ngulos oblicuos, difuminados y l¨ªneas cin¨¦ticas que enmarcan paisajes de infraestructuras 'vac¨ªos', hechos de cables, oscuridad y quitamiedos", escribe Miryam Sas en el cat¨¢logo. ¡°Lo importante ya no es la 'belleza'.

¡°La fotograf¨ªa de Provoke es una fotograf¨ªa vivencial, un documento de un movimiento, de ah¨ª que sea borrosa y desenfocada¡±, apunta Enguita. As¨ª, nos encontramos con los paisajes noctunos de?Daid¨­ Moriyama, (que particip¨® en el segundo n¨²mero de Provoke), lugares oscuros poblados por elusivas figuras que nos adentran en la incertidumbre de la noche urbana. O con la obra de Takashi Hamaguchi, considerado como uno de los fot¨®grafos m¨¢s comprometidos del momento, quien document¨® dos d¨¦cadas de protestas sin dejarse influenciar por ninguna ideolog¨ªa, invitando al espectador a cuestionarse su posici¨®n ante los hechos objetivos. ¡°A pesar de su nombre, Provoke no era tanto una provocaci¨®n en sentido pol¨ªtico sino en el sentido formal en la b¨²squeda de un nuevo lenguaje para explicar el mundo.¡±

La idea de la fotograf¨ªa como acto se expresa en la obra de Takuma Nakahira. Durante su participaci¨®n en 1971 en la Bienal de Par¨ªs realizaba a diario fotograf¨ªas por la ciudad, las cuales por las noches fijaba en un panel, descartando las del d¨ªa anterior, que dejaba diseminadas por el suelo reflejando su visi¨®n art¨ªstica y cuestionando su propio modo de expresi¨®n.

¡°El yo tambi¨¦n existe gracias a la mirada de las cosas¡±, dec¨ªa Nakahira. Provoke nos ense?a que el mundo nos afecta y nos mira, que no podemos llegar a un sitio y hacer una fotograf¨ªa solo con nuestra subjetividad y lo que llevamos dentro. Recorriendo la evoluci¨®n de la fotograf¨ªa japonesa en sus formas de construir realidad, la muestra nos permite entender ¡°c¨®mo el mundo, los objetos, los contextos ¡ªen definitiva, las 'cosas¡¯¡ª, modifican nuestras relaciones y construyen tambi¨¦n nuestras maneras de movernos, de mirar o incluso de sentir¡±, destaca Enguita.

La mirada de las cosas.?Fotograf¨ªa japonesa en torno a Provoke. Bombas Gens Centre d'Art. Valencia. Hasta el 2 de febrero de 2020.