La revoluci¨®n verde ¡®made in China¡¯, la cara y la cruz de la transici¨®n ecol¨®gica en Europa
El dominio del gigante asi¨¢tico en el sector verde se ha convertido en un quebradero de cabeza para la UE: necesita sus productos para cumplir con los objetivos de descarbonizaci¨®n, mientras busca evitar dependencias y proteger su industria
Hay una inscripci¨®n en el muro de acceso a la f¨¢brica: ¡°Desarrollar veh¨ªculos de nueva energ¨ªa es el ¨²nico camino para que China pase de ser un gran pa¨ªs automovil¨ªstico a una potencia automovil¨ªstica. Xi Jinping¡±. As¨ª son las cosas en la Rep¨²blica Popular: el liderazgo comunista fija el rumbo, desarrolla planes quinquenales, y a?os despu¨¦s las directrices se traducen en este incesante traqueteo hidr¨¢ulico, el zumbido de las l¨ªneas de montaje, el coro de gru?idos met¨¢licos que envuelven la inmensa nave. BYD, el gigante chino de los enchufables, ha abierto las puertas de una de sus factor¨ªas, ubicada en Xi¡¯an, la capital ancestral del imperio chino, a un peque?o grupo de periodistas. La compa?¨ªa -el nombre es un acr¨®nimo de Build Your Dreams, construye tus sue?os- se disputa con Tesla el puesto de primer productor global de el¨¦ctricos y la supera si se tienen en cuenta los h¨ªbridos enchufables.
¡°En esta f¨¢brica tenemos capacidad de producir 3.000 veh¨ªculos diarios¡±, dice una de las gu¨ªas. Los periodistas acaban de subirse a unos carritos tur¨ªsticos que se desplazan por un lateral de la cadena de ensamblaje. Se ve un ej¨¦rcito de brazos robotizados ajustando piezas, pocos humanos; saltan chispas, los esqueletos de coches avanzan y van cobrando forma. La gu¨ªa subraya que parte del secreto es que ellos llevan a cabo la investigaci¨®n y desarrollo del 100% de los componentes clave, como el motor el¨¦ctrico y la bater¨ªa: ¡±Es muy fina¡±, asegura.
La visita supone echar un vistazo fugaz y poco frecuente a las tripas de una industria en la que China se ha convertido en l¨ªder indiscutible, con m¨¢s de 30,16 millones de coches producidos el a?o pasado (incluyendo todo tipo de motorizaciones), muy por delante de su m¨¢s inmediato perseguidor, EE UU, con 10,6 millones, seg¨²n datos de OICA, la organizaci¨®n que aglutina a los pa¨ªses fabricantes de coches. El gigante asi¨¢tico es hoy el gran centro de producci¨®n de manufacturas destinadas a la transici¨®n ecol¨®gica, con el coche el¨¦ctrico como punta de lanza; su liderazgo es tambi¨¦n aplastante en el sector de la energ¨ªa e¨®lica y la solar.
En Europa, el dominio chino sobre dicha producci¨®n as¨ª como en los recursos cr¨ªticos necesarios para la transformaci¨®n verde, se ha vuelto un quebradero de cabeza: por un lado, se necesitan molinos, paneles solares y coches enchufables baratos para cumplir con los objetivos de descarbonizaci¨®n, pero a la vez se busca evitar una excesiva dependencia, y proteger las industrias nacionales frente a un sector fuertemente apoyado por Pek¨ªn.
China es responsable del 60% de la capacidad mundial de fabricaci¨®n de turbinas e¨®licas, de m¨¢s del 80% de la fabricaci¨®n de c¨¦lulas solares y de casi el 40% de la fabricaci¨®n de bombas de calor, seg¨²n un informe sobre las ¡°distorsiones¡± de la econom¨ªa China publicado en abril por la Comisi¨®n Europea como investigaci¨®n para su ¡°defensa comercial¡±. El texto se mete en la letra peque?a de los ¨²ltimos planes quinquenales, y del programa Made in China 2025. En ellos, Pek¨ªn vislumbra un mundo encaminado hacia ¡°un futuro con bajas o nulas emisiones de carbono¡±, por lo que sus sectores de energ¨ªas renovables deber¨ªan entrar en una nueva etapa de ¡°desarrollo a saltos de alta calidad¡±. El documento cita numerosos ejemplos de ayudas directas, como reducciones de impuestos o el trato preferencial en concursos p¨²blicos, e incluso el posible uso de trabajo forzado.
¡°Como ocurre con cualquier negocio o producto, Europa depende de China y otros pa¨ªses para dominar con ¨¦xito la transici¨®n. Estas interdependencias son la norma m¨¢s que la excepci¨®n. Si bien es esencial generar conciencia sobre estas dependencias, son mal utilizadas por la pol¨ªtica para justificar pol¨ªticas proteccionistas innecesarias¡±, afirma Norbert R¨¹cker, director del departamento de econom¨ªa e investigaci¨®n de pr¨®xima generaci¨®n del banco suizo Julius Baer. La visi¨®n de la UE es distinta. En septiembre de 2023, cuando anunci¨® la investigaci¨®n al coche el¨¦ctrico chino, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, mencion¨® la necesidad de elevar la ¡°seguridad econ¨®mica¡±. En la memoria de Bruselas est¨¢ reciente la dependencia energ¨¦tica de Rusia, y sus catastr¨®ficas consecuencias. ¡°No hay m¨¢s que pensar en las restricciones de China a la exportaci¨®n de galio y germanio, esenciales para productos como los semiconductores y los paneles solares¡±, dijo Von der Leyen, citando un ejemplo reciente. Pek¨ªn hab¨ªa avisado de que, si lo considera necesario, jugar¨¢ con el poder que le confiere su dominio.
El dominio es, efectivamente, abrumador, seg¨²n Francisco Carranza, consejero delegado de la espa?ola Basquevolt, empresa que persigue dotar a Europa de una bater¨ªa de estado s¨®lido que permita producir veh¨ªculos m¨¢s baratos y con mayor autonom¨ªa, sin depender tanto de la tecnolog¨ªa y materiales chinos. ¡°Se han posicionado de tal forma que controlan todas las capas del coche el¨¦ctrico, desde el veh¨ªculo hasta las materias primas pasando por las bater¨ªas. Es dif¨ªcil llegar a un contexto en el que Europa pueda ser independiente de China¡±, reflexiona.
Este pa¨ªs cuenta con los mayores productores de bater¨ªas del mundo, CATL y la ya citada BYD, que suministra a coches propios y ajenos. Esta empresa produce hasta sus chips, y cuenta incluso con un buque, el Explorer No.1, primero de una flota destinada a llevar sus coches el¨¦ctricos a puertos de todo el mundo. Su desembarco en la UE, junto a otras marcas como MG (de SAIC Motor) o Chery, llev¨® a Bruselas a aprobar aranceles de hasta el 35,3% a los coches chinos como respuesta a los subsidios en su cadena de producci¨®n. Pek¨ªn, airada, ha denunciado el caso ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio al considerarlo una mera herramienta de ¡°proteccionismo¡±; y ha replicado tambi¨¦n con aranceles e investigaciones a la importaci¨®n de productos europeos, despertando el fantasma de una guerra comercial mientras contin¨²an las negociaciones. En el autom¨®vil, hay quien se pregunta si lo que hace la UE con planes como los Perte (Proyectos Estrat¨¦gicos para la Recuperaci¨®n y Transformaci¨®n Econ¨®mica) en Espa?a, que subvenciona con miles de millones a la industria, es muy diferente de lo que acusa a China.
El gigante asi¨¢tico, cuya econom¨ªa renquea por los efectos de una gigantesca burbuja inmobiliaria, f¨ªa buena parte de su crecimiento a un cambio de modelo basado en las manufacturas de alta tecnolog¨ªa. La inversi¨®n en industrias de este sector ha crecido un 9,3% interanual entre enero y octubre, mientras que la de destinada al ladrillo se ha desplomado un 10,3%. El pa¨ªs necesita vender para reactivar sus finanzas, y es consciente de que cuenta con productos verdes deseados. ¡°El mundo los necesita urgentemente¡±, afirma Wang Huiyao, exasesor del Gobierno chino y hoy al frente del Center for China and Globalization, con sede en Pek¨ªn. ¡°China es el pa¨ªs que ha desarrollado la mayor capacidad¡± y ¡°debemos aprovechar esta oportunidad¡±, a?ade. En su argumentario negociador con Bruselas, el Gobierno de Pek¨ªn siempre repite esa idea: sin los productos chinos, la UE no podr¨¢ acometer su transici¨®n verde; y si los grava con aranceles, le resultar¨¢ mucho m¨¢s costosa.
¡°Es una reivindicaci¨®n leg¨ªtima¡±, dice el economista Michael Pettis, uno de los grandes expertos en las finanzas chinas. Cree que para acometer esa transici¨®n verde, al menos en el corto plazo, ser¨ªa mejor comprar a quien mayor ventaja comparativa tiene en la producci¨®n de esos bienes. Esto es: China. Pero otra cosa distinta es el largo plazo. ¡°Estos pa¨ªses importadores hacen un c¨¢lculo: ?qu¨¦ compensa m¨¢s, ese aluvi¨®n de productos que son baratos pero producen desempleo en la econom¨ªa, o el coste que implica imponer aranceles?¡±.
¡°En la UE la transici¨®n energ¨¦tica es ya un hecho, no algo del futuro¡±, replica una fuente diplom¨¢tica radicada en Pek¨ªn, que insiste en que no se ha cerrado el mercado al el¨¦ctrico chino, solo reequilibrado para evitar una competencia desleal. El bloque comunitario, a?ade, va en muchos aspectos por delante de China: las emisiones son un 37% menores que en 1990, mientras que las del gigante asi¨¢tico, primer emisor mundial per capita de gases de efecto invernadero, siguen creciendo. Este pa¨ªs incluso acaba de superar en emisiones hist¨®ricas a la UE, seg¨²n el medio especializado Carbon Brief. Y a pesar de que es el que m¨¢s potencia de renovables instala en el mundo, cerca del 60% de su electricidad sigue siendo producida con carb¨®n. Esa es la energ¨ªa que alimenta las f¨¢bricas: ¡°El ciclo productivo de estos coches el¨¦ctricos es m¨¢s contaminante que los de Europa¡±, concluye esta fuente, que sin embargo asume que es ¡°evidente que sus coches el¨¦ctricos son de una calidad y un precio imbatible. Y van a seguir entrando al mercado europeo¡±.
La UE quiere evitar lo que ya pas¨® con los paneles solares: fue una potencia hasta que China encendi¨® la maquinaria productiva, aupada por las ayudas estatales. El sector solar en cualquier caso vive estos d¨ªas en China los efectos de ese apoyo que ha alimentado un nuevo problema: los principales fabricantes registraron grandes p¨¦rdidas en el tercer trimestre, debido al grave exceso de capacidad y las guerras de precios. Longi, uno de los mayores productores mundiales de paneles, ha registrado cuatro trimestres seguidos de ca¨ªdas, y prev¨¦ deshacerse de un 30% de su plantilla, seg¨²n Bloomberg. La compa?¨ªa fue objeto este a?o de una investigaci¨®n de la UE sobre subvenciones extranjeras, tras presentarse a un concurso p¨²blico en Ruman¨ªa: se acab¨® retirando. Durante una reciente visita de EL PA?S a la sede de Longi en Xi¡¯an, una representante de comunicaci¨®n de la empresa rechaz¨® responder al ser interrogada por ambas cuestiones.
Coches chinos hechos en Europa
La producci¨®n china no es inocua. Sobre Alemania planea ya la sombra del posible cierre de tres f¨¢bricas de Volkswagen y el despido de miles de trabajadores. La apertura de factor¨ªas chinas en Europa podr¨ªa ser parte del acuerdo entre Pek¨ªn y Bruselas, algo de lo que est¨¢ pendiente, a su vez, Espa?a. El pa¨ªs se ha asegurado ya una primera planta china, la de Chery, que usar¨¢ las instalaciones que abandon¨® Nissan a finales de 2021 para producir sus propios modelos, pero tambi¨¦n de Ebro, una marca espa?ola extinta en 1987 que Chery est¨¢ devolviendo a la vida, junto a su socio espa?ol EV Motors, con tecnolog¨ªa china. Otro que analiza producir en Espa?a es SAIC Motor, el m¨¢s afectado por los aranceles a los coches chinos, empresa con la que se reuni¨® el presidente Pedro S¨¢nchez durante su visita a China en septiembre.
A¨²n est¨¢ por ver, en cualquier caso, el impacto de los aranceles porque, por ejemplo, gran parte de los coches el¨¦ctricos europeos llevan bater¨ªas chinas, que suponen en torno a la mitad del coste total, y es un sector del que China controla casi dos tercios de la producci¨®n mundial, seg¨²n un estudio de Natixis CIB. Renault equipa sus el¨¦ctricos fabricados en el norte de Francia con bater¨ªas de AESC Envision, compa?¨ªa china que levantar¨¢ una gigafactor¨ªa en Extremadura para la que ha solicitado las ayudas p¨²blicas del Perte del Veh¨ªculo El¨¦ctrico y Conectado. CATL, que ya construye una planta de bater¨ªas en Hungr¨ªa, tiene prevista otra en Zaragoza de la mano de Stellantis, el mayor productor automovil¨ªstico en Espa?a con m¨¢s de un mill¨®n de coches fabricados en 2023.
Envision, adem¨¢s, aprovech¨® la gira de S¨¢nchez por China para anunciar una inversi¨®n de m¨¢s de 900 millones de euros para levantar en Espa?a una f¨¢brica de electrolizadores, imprescindibles para la producci¨®n de hidr¨®geno verde renovable. Otros pa¨ªses como Hungr¨ªa o de fuera de Europa como Turqu¨ªa, pero con tratados de libre comercio con la UE, tambi¨¦n se han visto beneficiados por grandes inversiones chinas como las anunciadas por CATL o BYD.
El control sobre materiales clave
China es el mayor proveedor mundial de materias primas cr¨ªticas esenciales en ¡°¨¢mbitos estrat¨¦gicos como las energ¨ªas renovables, las tecnolog¨ªas digitales, aeroespaciales y de defensa¡±, seg¨²n un estudio de la Comisi¨®n de 2023. Hay ejemplos bien conocidos como los elementos de tierras raras que se encuentran en los imanes permanentes utilizados para fabricar motores de turbinas e¨®licas, el litio para las bater¨ªas o el silicio para los semiconductores. Esta misma semana, un gigante sider¨²rgico como ArcelorMittal se?al¨® que no es rentable producir acero verde a partir de hidr¨®geno renovable en Europa a pesar de las cuantiosas ayudas estatales, por la capacidad productiva de China, capaz de hacerlo m¨¢s barato. En Espa?a, en concreto, la compa?¨ªa ha dicho que no a una ayuda de 450 millones.
La estrategia de China pasa por controlar todas las etapas de la cadena de valor, desde la extracci¨®n de los materiales. En el campo del litio, cuenta con grandes empresas como Ganfeng Lithium o Tianqi Lithium. El pa¨ªs acapara adem¨¢s casi la totalidad de la producci¨®n de grafito del mundo, otro material clave en el ¨¢nodo de las bater¨ªas. ¡°Sin grafito no hay bater¨ªa. Todas las gigafactor¨ªas usan este material¡±, se?ala Carranza. El proyecto en el que trabaja Basquevolt sustituye el grafito por litio, un material que ¡°tambi¨¦n domina China, pero menos¡±, explica.
El gigante asi¨¢tico cuenta con el 7% de las reservas de litio mundiales, pero procesa cerca del 70% del litio global, seg¨²n el Lowy Institute. Tambi¨¦n refina m¨¢s del 90% del grafito global, seg¨²n Reuters, material sobre el que Pek¨ªn tambi¨¦n impuso en 2023 restricciones a la exportaci¨®n en respuesta al golpe previo asestado por Washington para bloquear el sector chino de los semiconductores.
Con Donald Trump, que ha anunciado aranceles de un 60% a todos los productos chinos, es previsible que se recrudezca esta batalla. En esta versi¨®n de incertidumbre global 2.0, diversos analistas creen que Pek¨ªn buscar¨¢ un acercamiento con la UE, aprovechando el previsible distanciamiento entre ambas orillas del Atl¨¢ntico. Ahora el Gobierno chino se ve mejor preparado que en 2018. Y la venta de los productos verdes son parte de la soluci¨®n.
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