?Es posible que las sustancias de las cremas acaben en la sangre?

Ojal¨¢ la piel fuera una esponja. Porque, acept¨¦moslo, una buena crema hidratante es un tesoro, pero una que no te obligue a tener las manos ociosas hasta que el pringue desaparezca vale su peso en oro. Pero no, no lo es, sino todo lo contrario. Y eso, consecuencias pegajosas aparte, es bueno. Deber¨ªamos dar las gracias porque es un escudo que bloquea la entrada en el organismo de todo tipo de sustancias y g¨¦rmenes que podr¨ªan da?arnos. La barrera es tan eficaz que hacer que un ingrediente cosm¨¦tico llegue hasta las capas m¨¢s profundas y m¨¢s all¨¢, hasta la sangre, es todo un desaf¨ªo.

Aun as¨ª, en los ¨²ltimos a?os se ha popularizado el mito de que el 60% de las sustancias presentes en las cremas cosm¨¦ticas llegan a surcar el torrente sangu¨ªneo, y que tardan solo 26 segundos en llegar hasta ¨¦l. La alarma que suscita semejante afirmaci¨®n se abona, adem¨¢s, con la idea recurrente en blogs de belleza de que la crema se hunde en los poros de la piel como signo de efectividad. Pero la funci¨®n de una crema hidratante no es llegar al fondo del poro ni abrir la piel, sino restaurar la barrera cut¨¢nea, reponer los l¨ªquidos, actuar sobre el pH o exfoliar, acciones que se dan en el estrato c¨®rneo, que es como se conoce su capa m¨¢s superficial. ¡°Los compuestos para restaurar la barrera cut¨¢nea a nivel muy superficial repercuten en las capas m¨¢s profundas. Las se?ales moleculares llegan a toda la piel, por lo que no hace falta que penetren¡±, explica la dermat¨®loga Elia Roo, integrante del grupo espa?ol de Dermatolog¨ªa Est¨¦tica y Terap¨¦utica de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa.

No se puede afirmar que los productos cosm¨¦ticos burlen el escudo de la piel, pero hay ingredientes que s¨ª pueden traspasar la barrera. Sin embargo, no implica necesariamente que el compuesto termine en la sangre y, de hacerlo, las cantidades reales en el torrente sangu¨ªneo son muy reducidas. Es el caso de la vitamina C. ¡°Es una mol¨¦cula muy peque?a e hidrosoluble, cuya v¨ªa de entrada es la traspiraci¨®n. Si las ceramidas disminuyen, la piel transpira demasiado, se deshidrata y deja de ser una barrera. Al entrar, la vitamina realiza un mont¨®n de caminos y acciones, y su nivel activo es m¨ªnimo cuando llega a la sangre¡±, se?ala Mar¨ªa Jes¨²s Lucero, profesora titular en el departamento de Farmacia y Tecnolog¨ªa Farmac¨¦utica en la Universidad de Sevilla. Para ella, este ejemplo justifica, en parte, que no haya motivo para la alarma social. ¡°Lo mismo ocurre con las siliconas lineales y vol¨¢tiles tan utilizadas, que han sido revolucionarias para las texturas, sobre todo para los protectores solares, que han dejado de ser pegajosos. Ahora se sabe que esas siliconas se biodegradan y que en ning¨²n caso penetran, por ser mol¨¦culas grandes¡±, se?ala la farmac¨¦utica.

Sin evidencia sobre los efectos en la salud humana

No hay datos para la alarma, no, pero es cierto que tampoco abundan las evaluaciones de los efectos de los componentes de las cremas en el organismo. Y algunas investigaciones advierten de la acumulaci¨®n de elementos qu¨ªmicos en ¨¦l. Es el caso de los filtros solares, que incluyen compuestos como la avobenzona, la oxibenzona, el octocrileno, el homosalato, el octisalato y el octinoxato. Estos s¨ª podr¨ªan absorberse hasta alcanzar un nivel t¨®xico por la falta de hidrataci¨®n de la piel, seg¨²n un estudio de cient¨ªficos estadounidenses publicado recientemente en la revista JAMA.

¡°Afecta a la v¨ªa de los corneocitos, las c¨¦lulas de la epidermis. Para evitarlo y a la vez impedir la entrada de esas sustancias, se aconseja de forma general tener la piel bien hidratada antes de aplicar el protector solar. Los protectores solares no deben penetrar, sino trabajar en la superficie de la piel para proteger de las radiaciones¡±, advierte Lucero. Para Rafael Bail¨®n, profesor titular de Ingenier¨ªa Qu¨ªmica en la Universidad de Granada y experto en I+D+i de productos en perfumer¨ªa y cosm¨¦tica, los resultados de la investigaci¨®n sostienen que conviene desechar la idea de apostar por el efecto de pantalla total: ¡°Para conseguir altos niveles de protecci¨®n se altera la dosificaci¨®n de los ingredientes con el fin de evitar los da?os del sol de manera que, a mayor factor, m¨¢s probabilidades hay de que se absorban las cremas solares. Lo mejor es estar menos tiempo expuesto al sol y usar un factor de protecci¨®n moderado¡±.

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En general, todav¨ªa se desconocen las repercusiones de las cremas en la salud. "Hay posibilidad de que entren ingredientes en el organismo sin mucho efecto, aunque puede tener alguna interacci¨®n, pero es necesario estudiarlo en cada marca y en cada producto. La cuesti¨®n de si vamos a enfermar por los cosm¨¦ticos no debe alarmarnos, pero tampoco podemos pensar que no implican alteraciones, aunque no sean medicamentos", sugiere Bail¨®n. La dermat¨®loga Elia Roo tambi¨¦n juzga complicado establecer afirmaciones rotundas. "Hay mol¨¦culas muy peque?as que pueden traspasar la barrera, pero los estudios se hacen con patrones de piel de laboratorio, in vitro, no se hacen biopsias para saber qu¨¦ pasa. Necesitamos m¨¢s evidencia", concluye.

Una frontera entre el cosm¨¦tico y el f¨¢rmaco

Pese a los anuncios en los que prometen traspasar la piel, ninguna crema cosm¨¦tica puede decir que se absorbe, es decir, que llegue a la sangre, seg¨²n la ley vigente. De hacerlo, autom¨¢ticamente se convertir¨ªa en un f¨¢rmaco. "La legislaci¨®n europea en vigor desde 2013 define los productos cosm¨¦ticos dejando claro que ninguno de sus compuestos debe llegar al torrente sangu¨ªneo, y en caso de detectar alguna traza de ingredientes en la sangre por v¨ªa cut¨¢nea, debe demostrar que no es adverso para la salud humana, y hay que justificar si es conveniente o si tiene efectos secundarios", explica Lucero.

Con todo, la mayor¨ªa de los farmac¨¦uticos titubean a la hora de afirmar que todos los laboratorios act¨²an conforme a la legislaci¨®n. ¡°Con la multiplicaci¨®n de productos cosm¨¦ticos que llegan al mercado no puedo poner la mano en el fuego. Hay un ¡®boom¡¯, y muchos quieren tener su propia marca pero sin ser conscientes de la reglamentaci¨®n europea. Nos encontramos con productos acabados que, al llevar lo mismo que otras cremas del mercado, han dado por hecho muchos elementos sin comprobarlos en los ensayos cl¨ªnicos¡±, sostiene la farmac¨¦utica.