Nunca comprar¨¢s un jam¨®n tan barato pero, ?sabes qu¨¦ hay que mirar para elegir la pieza perfecta?
Esto es lo que hay que analizar para aprovechar los bajos precios de este a?o
El mundo del jam¨®n existe. Literalmente: para gran parte de los mortales, todo lo que rodea a los jamones de primera es, literalmente, un mundo lejano. Pero no tanto este a?o. Estas Navidades, el mundo del jam¨®n ib¨¦rico abre sus puertas como nunca. Los fabricantes han seguido produciendo este producto a un ritmo normal, pero la escasez de eventos, la menor afluencia a restaurantes y el efecto de la crisis en las econom¨ªas dom¨¦sticas han disminuido la demanda. ¡°Jamones blancos que se vend¨ªan a 170 euros ahora se ofertan a 90¡±, explica Antonio Prieto, presidente de la Asociaci¨®n Interprofesional del Cerdo Ib¨¦rico. ¡°En el ib¨¦rico, los fabricantes van a tender a mantener los precios para no desaprovechar la campa?a de Navidad, que constituye un 60% o un 70% de la facturaci¨®n anual, lo cual no quita para que cada uno lance las ofertas que considere¡±, dice. No hay m¨¢s que abrir Google para constatar que s¨ª hay ofertas. Pero el precio no lo es todo: quien pueda aprovechar el momento para hacer realidad sus m¨¢s altos sue?os ib¨¦ricos no necesita un m¨¢ster para acertar con el jam¨®n perfecto¡ pero casi.
Lo primero que tiene que saber el lego es que existen varias maneras de clasificar este producto. Una de ellas tiene en cuenta la raza del cerdo, que puede ser 100% ib¨¦rico o ib¨¦rico a secas, que no es lo mismo. El primero es hijo de padres ib¨¦ricos, mientras el segundo es un cruce de madre ib¨¦rica y padre no ib¨¦rico. Tambi¨¦n se comercializan jamones blancos, de raza no ib¨¦rica, que cuentan con sus propias denominaciones de origen. Estos se catalogan por el periodo de curaci¨®n, pudiendo ser, en jerarqu¨ªa decreciente, gran reserva, reserva, bodega y curado (asimismo, hay jamones ib¨¦ricos gran reserva, producidos fuera de norma).
A este cuadro hay que a?adir otra divisi¨®n, referida al tipo de alimentaci¨®n recibida. En ella hay jamones de bellota (que proceden de cerdos criados en libertad en dehesa y alimentados en su ¨²ltima fase de engorde con pastos naturales, hierbas arom¨¢ticas y bellotas), de cebo de campo (de animales criados en intensivo o extensivo, alimentados con piensos y, a veces, complementados de pastos naturales) y de cebo (criados en intensivo, estabulados y alimentados con piensos). Por ¨²ltimo, y no precisamente para simplificar las cosas, hay que recordar que no es lo mismo el jam¨®n que la paleta; el primero es la pata trasera del cerdo, la segunda es la delantera y sale m¨¢s barata.
Esta compleja tabla de Excel mental, que cualquiera que acuda a comprar un jam¨®n debe llevar bien aprendida, est¨¢ sujeta, como es obvio, a m¨²ltiples combinaciones. Sabemos, por ejemplo, que los mejores jamones de las categor¨ªas antes descritas son los de bellota 100% ib¨¦ricos ¡ªdenominados pata negra¡ª. Del mismo modo, los ib¨¦ricos de cebo curados constituyen lo m¨¢s bajo del escalaf¨®n, no digamos si en vez de jamones son paletas. Ahora bien, ?qu¨¦ es mejor, una sencilla paleta de un cerdo alimentado con bellotas o un se?or jam¨®n cebado con pienso (es decir, de cebo)?
Se lo preguntamos a ?lvaro Diezma, quien no solo corta el jam¨®n como nadie ¡ªes el actual campe¨®n de Espa?a¡ª sino que, como furibundo apasionado del producto, es todo un erudito que devora estudios cient¨ªficos y tesis doctorales de Veterinaria sobre esta delicia nacional. ¡°El rasgo que realmente marca la diferencia es la alimentaci¨®n¡±, responde. ¡°Es el dato que resaltan los colores de los precintos (blanco, de cebo; verde, cebo de campo; rojo, bellota). Hasta cuando se describe un jam¨®n se pone por delante el tipo de alimentaci¨®n; as¨ª, se habla de un jam¨®n de cebo 100% ib¨¦rico¡±.
Cualquiera que se haya alegrado la vista ante una colecci¨®n de jamones colgados se habr¨¢ dado cuenta de que unos tienen una apariencia m¨¢s lustrosa y otros parecen m¨¢s secos. El toque brillante es propio de los jamones de bellota. ¡°La bellota es en un 50% ¨¢cido oleico, y ese aceite funde, de modo que ese jam¨®n, colgado, llama la atenci¨®n porque tiene esa gotita de aceite que se acumula en la punta¡±, explica Diezma. ¡°Si tenemos oportunidad de tocarlo, debemos poder apreciar el tocino, la textura untuosa, un buen olor¡±, asegura Pedro J. Jim¨¦nez, portavoz de Jamones Juan Manuel Hern¨¢ndez (DOP Guijuelo), premio Alimentos de Espa?a al Mejor Jam¨®n 2020, que le concedi¨® el Ministerio de Agricultura por su bellota 100% ib¨¦rico.
Esa fachada m¨¢s o menos lustrosa indica tambi¨¦n la procedencia del producto. ¡°En Jabugo los inviernos son mucho m¨¢s fr¨ªos y los veranos m¨¢s c¨¢lidos, as¨ª que en su curaci¨®n el jam¨®n pasa por cambios muy bruscos de temperatura, lo que deviene en jamones m¨¢s acortezados en apariencia; m¨¢s secos y arrugados. El tocino es m¨¢s amarillo. Sin embargo, un jam¨®n que ha sido curado en Extremadura o Guijuelo, donde veranos e inviernos son m¨¢s suaves y no hay cambios tan radicales de temperatura, el jam¨®n no se acorteza tanto, y el tocino es blanco, no tan enranciado como los del sur¡±, a?ade el experto cortador.
Dicha distinci¨®n visual es tambi¨¦n gustativa. ¡°La zona geogr¨¢fica Guijuelo lleva un proceso de curaci¨®n m¨¢s lento, debido a esos cambios de temperatura, por lo que el sabor ser¨¢ mucho m¨¢s dulce. En el resto de denominaciones, por las temperaturas m¨¢s altas, cogen un sabor m¨¢s fuerte, m¨¢s marcado¡±, expone Pedro J. Jim¨¦nez. En palabras de ?lvaro Diezma, ¡°los cambios bruscos de temperatura que soporta el de Jabugo aportan sabores mucho m¨¢s intensos, fuertes y ¨¢speros. En cambio, los del centro de la pen¨ªnsula son mucho m¨¢s suaves y dulces. Si queremos un jam¨®n m¨¢s dulce o no tan sabroso, ir¨ªamos a uno de Guijuelo o Extremadura; si buscamos un jam¨®n de sabor m¨¢s intenso, m¨¢s ¨¢spero, con el tocino m¨¢s enranciado, ir¨ªamos a uno de Jabugo o Los Pedroches¡±.
Guijuelo (Salamanca), Dehesa de Extremadura, Jabugo (Huelva) y Los Pedroches (C¨®rdoba) son las cuatro denominaciones de origen protegidas del jam¨®n ib¨¦rico. Aunque la importancia del dato es relativa, habida cuenta de que hay fabricantes de Guijuelo que realizan el proceso de curaci¨®n en Jabugo, o que lo empiezan en Guijuelo y lo terminan en Jabugo, ¡°para someterlo a la influencia de ambos climas, de cara a obtener matices diferentes. Los jamones de bellota necesitan tiempos de curaci¨®n muy largos, y el buqu¨¦ caracter¨ªstico se forma en los ¨²ltimos meses¡±, dice Diezma.
En los jamones blancos tambi¨¦n est¨¢ presente esa diferenciaci¨®n organol¨¦ptica por su origen geogr¨¢fico (Teruel, Trev¨¦lez, en Granada; y Ser¨®n, en Almer¨ªa), adem¨¢s de otras. ¡°En Teruel se curan con piel, por lo que el tocino es m¨¢s blanquito, suave y dulz¨®n. En Trev¨¦lez se hace el corte en uve, lo que da sabores m¨¢s intensos¡±, detalla el campe¨®n de corte.
Lo que dicen las vetas y los puntitos blancos
Uno de los grandes chascos que el comprador puede llevarse tras adquirir un jam¨®n es que le salga excesivamente salado. Esto, si bien es cada vez m¨¢s dif¨ªcil (¡°hemos pasado de un 5% de sal en su composici¨®n a un 3%¡±, aduce Diezma), sigue constituyendo un riesgo. Pueden encontrarse pistas en el jam¨®n ya abierto, y que indican justamente lo contrario de lo que dicta la creencia popular. ¡°Si tiene muchos puntitos blancos, que son cristales de tirosina (un amino¨¢cido que cristaliza), es s¨ªntoma de que tiene poca sal. Mucha gente piensa que esos puntos son sal, y no es as¨ª: la sal ejerce precisamente de barrera para que se formen esas piedrecitas¡±, aclara ?lvaro Diezma.
?Y qu¨¦ hay de esas bonitas vetas blancas que discurren casi art¨ªsticamente a lo largo de la loncha? Es la apreciada grasa, que proporciona sabores, aromas y texturas¡ En este punto conviene desmentir que los jamones que las presentan tengan m¨¢s grasa que aquellos que lucen homog¨¦neamente rojos. El jam¨®n 100% ib¨¦rico posee un porcentaje mayor de grasa¡, pero no se ve. ¡°Tiene un color m¨¢s oscuro ¡ªdice Diezma¡ª, debido a que necesita m¨¢s mioglobina, una prote¨ªna que sirve para recoger el ox¨ªgeno y que da esa tonalidad al m¨²sculo. Carece de esas vetas intramusculares: est¨¢ muy marcada la separaci¨®n entre magro y tocino. Es porque en estos, la grasa est¨¢ fundida en la loncha, pero est¨¢, lo que se traduce en ese brillo especial¡±. Por su parte, Pedro J. Jim¨¦nez afirma que, ¡°al estar entreverada, el rendimiento va a ser el mismo¡±.
C¨®mo no desgraciar un jam¨®n, paso a paso
El presupuesto con el que contamos determina a veces el decantarse por un jam¨®n o una paleta. Son, en definitiva, productos distintos. ¡°Al tener menor peso, la paleta necesita menos tiempo de curaci¨®n. Su composici¨®n muscular es distinta a la del jam¨®n: tiene menos magro, m¨¢s hueso¡ Tiene menos rendimiento. Pero a la vez, esos m¨²sculos m¨¢s peque?os necesitan menos tiempo para que la sal penetre y la carne suele ser m¨¢s sabrosa. Al ser m¨²sculos m¨¢s trabajados y estar m¨¢s pegados al hueso, la textura no es tan tierna como la del jam¨®n, es m¨¢s fibrosa y hay que masticarla m¨¢s¡±, especifica Diezma.
De un jam¨®n pueden aprovecharse cuatro kilos, de una paleta, algo m¨¢s de dos. Sin embargo, una paleta no cuesta la mitad que un jam¨®n. ?Sale menos a cuenta, entonces? Seg¨²n ?lvaro Diezma no puede afirmarse tal cosa, dada la ampl¨ªsima variedad de precios. Es momento de repasar las connotaciones anteriormente descritas y guiarse por el gusto de cada consumidor. ¡°Habr¨ªa que estudiar todo lo que hay en el mercado, y en funci¨®n de nuestras preferencias, elegir¡±, zanja el experto. Lo que no falla es que el paladar agradecer¨¢ que lo hagas con conocimiento.
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