Los museos de las trolas
Hay un ramillete de monumentos a una ¨¦poca en la que el dinero p¨²blico val¨ªa menos que los delirios de grandeza de algunos
Hace unos d¨ªas se inaugur¨® en B¨¦lmez un museo dedicado a unas manchas que aparecieron hace 40 a?os en el suelo de una cocina. Como el desprop¨®sito ha costado cerca de un mill¨®n de euros ¡ªel museo, no las manchas¡ª, sus impulsores le han puesto al edificio el rimbombante nombre de Centro de Interpretaci¨®n de las Caras de B¨¦lmez. Alguien podr¨ªa pensar que la iniciativa parti¨® de un grupo esot¨¦rico. Est¨¢n equivocados. El museo se ha levantado a iniciativa del propio Ayuntamiento y de la Diputaci¨®n de Ja¨¦n, que han destinado cerca de 600.000 euros de fondos de la Uni¨®n Europea.
La inauguraci¨®n no tuvo todo el lustre medi¨¢tico que un acontecimiento de estas caracter¨ªsticas merec¨ªa. Y esta circunstancia habr¨ªa que agradec¨¦rsela a las autoridades locales, ya que si Angela Merkel se entera del destino que se ha dado a estos fondos de desarrollo local nos echan de Europa sin posibilidad alguna de rescate. Con mucha m¨¢s parafernalia y gran despliegue de autoridades se inaugur¨® tambi¨¦n en Ja¨¦n hace un a?o el denominado Museo Activo del Aceite de Oliva y la Sostenibilidad, al que adem¨¢s llamaron Terra Oleum, que quedaba como mucho m¨¢s moderno. El museo estaba destinado a la difusi¨®n de la cultura milenaria del aceite y fue levantado sobre 3.400 metros cuadrados tras una inversi¨®n de 7,3 millones de euros. S¨®lo tiene un problema. Al poco de abrir, ya estaba cerrado. Y as¨ª lleva un a?o.
El r¨¦cord, sin embargo, de apertura y cierre de unas instalaciones lo tiene el Museo de las Gemas de M¨¢laga. Se abri¨® una ma?ana y por la tarde ya estaba clausurado. El nonato complejo Art Natura requiri¨® de una inversi¨®n de m¨¢s de 20 millones de euros para la rehabilitaci¨®n del antiguo edificio donde se iba a instalar, as¨ª como el pago de 5,6 millones de euros de canon por disponer de unas gemas y unas piedras preciosas que nunca llegaron a estar expuestas en sitio alguno. Con el inmueble de Tabacalera, M¨¢laga acumula m¨¢s de 50 millones de euros gastados en proyectos culturales que no tienen uso. A lo que hay que a?adir otros proyectos estrellas que nunca pasaron de una maqueta. El m¨¢s famoso fue el Museo de los Cuentos, un antiguo proyecto de la Consejer¨ªa de Cultura de la Junta para dar contenido a un hist¨®rico edificio de la ciudad que se qued¨® en exactamente eso, en un cuento. En un cuento chino, para ser precisos.
En C¨®rdoba, las administraciones p¨²blicas acumulan medio centenar de edificios sin uso. Entre ellos se encuentra el Museo del Agua, inaugurado en 2006 y ubicado en el Molino de Martos. Algo similar ocurre en la mayor¨ªa de las ciudades andaluzas, donde a estos edificios nuevos sin contenido hay que a?adir un extenso patrimonio de inmuebles hist¨®ricos abandonados y esperando una rehabilitaci¨®n que no les llega. Con la crisis, la iniciativa privada dej¨® los paisajes de muchas ciudades andaluzas llenos de gr¨²as sin retirar y bloques de edificios sin terminar, mientras las instituciones p¨²blicas empezaban a acumular inmuebles acabados que no tienen nada en su interior. Han sido a?os de ensalzar la cultura del contenedor sin preocupaci¨®n alguna por los contenidos dentro de esas ciudades de nunca jam¨¢s que sus regidores planificaron con las plusval¨ªas de las licencias de obras y los convenios urban¨ªsticos. Ladrillo a ladrillo, los Ayuntamientos, la Junta y el Gobierno Central fueron levantando c¨¢rceles para las que no hay dinero para su puesta en marcha; hospitales que no disponen de presupuestos para abrir; tranv¨ªas que no van a ninguna parte, as¨ª como una extensa colecci¨®n de museos de las trolas sin nada en su interior.
Se trata de un ramillete de monumentos a una ¨¦poca en la que el dinero p¨²blico val¨ªa menos que los delirios de grandeza de algunos. Y que podr¨ªan acabar conformando un gran centro de interpretaci¨®n de la crisis, el despilfarro y la estulticia. Como el de las caras de B¨¦lmez, pero con m¨¢s caras y m¨¢s duras.
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