Aprender y formarse sigue siendo rentable
La crisis est¨¢ demostrando que la tasa de desempleo de los no formados es muy superior a la de los universitarios
El pasado mi¨¦rcoles, o¨ª por la radio a un joven que contaba c¨®mo siendo ¨¦l un chaval su padre, que volv¨ªa de acabar un trabajo manual en casa de un profesional de prestigio, le dijo: ¡°Chaval, si quieres ser alguien y vivir bien lo que tienes que hacer es estudiar¡±. Y a?adi¨® a continuaci¨®n: ¡°Sin embargo, mi padre se equivocaba. He estudiado y no me ha servido para nada¡±. No se tomen las palabras que transcribo con literalidad, pero el mensaje b¨¢sico s¨ª es el que est¨¢ contenido en los entrecomillados.
?Qu¨¦ palabras tan tristes y qu¨¦ desencanto! Hay muchos j¨®venes que piensan como ¨¦l, y el desenga?o y la decepci¨®n est¨¢n generalizados. Con los a?os de crisis econ¨®mica transcurridos y con un porvenir todav¨ªa incierto en lo que respecta al mercado laboral, quiz¨¢ no sea f¨¢cil pensar de otra manera. Pero no se pueden olvidar realidades que han de tener en cuenta tanto los j¨®venes como aquellos que han de aconsejarles y guiarles.
La primera tiene que ver con las diferencias que existen entre la tasa de paro que soportan los j¨®venes que solo tienen como formaci¨®n la ESO (casi el 50% para Espa?a) y la que soportan los que han alcanzado una licenciatura, el 20%. La diferencia es abismal. Desde la perspectiva de los ocupados las cifras son similares. Seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), en el per¨ªodo 2005-2013, tanto en la CAV como en Euskadi la cifra con un mayor descenso es la de los ocupados con menor formaci¨®n. Y esta situaci¨®n se mantiene a lo largo del tiempo.
Quiero decir con esto que no es lo mismo que una persona se quede en el paro cuando es licenciada que cuando no tiene formaci¨®n. Los parados sin formaci¨®n, j¨®venes y no j¨®venes, lo tienen tremendamente complicado para encontrar un nuevo trabajo.
Ya s¨¦ que para muchos es triste marcharse de casa, de su barrio, de su ciudad o de su ambiente para poder colocarse en otros pa¨ªses que tienen mercados de trabajo m¨¢s din¨¢micos que los nuestros. Pero esto no es ¨®bice para reconocer que moverse tambi¨¦n tiene ventajas y que trasladarse de un pa¨ªs a otro cuando se tiene formaci¨®n no es lo mismo a la hora de manejarse, entenderse y defenderse que cuando ¨¦sta es escasa. Que pregunten sino a los muchos vascos y espa?oles que tuvieron que emigrar bien por motivos pol¨ªticos o econ¨®micos en los sesenta, y antes y despu¨¦s de la Guerra Civil. Que pregunten lo que era trabajar de pastor en Idaho frente a ser de profesor de castellano en Alemania, ense?ar euskera en Reno o ser investigador en una empresa de EE UU.
Mi ¨²ltima reflexi¨®n se refiere a la educaci¨®n, entendida, como nos ense?¨® el premio Nobel Gary Becker, como una ¡°inversi¨®n en capital humano¡± cuya rentabilidad puede ser calculada. Quiz¨¢ a algunos les suene raro. De hecho, cuenta Becker en una entrevista que cuando ¨¦l y otro colega comenzaron a investigar en capital humano la extra?eza que produjo el t¨¦rmino que ellos acu?aron fue may¨²scula. ?C¨®mo se puede aplicar el t¨¦rmino capital a los seres humanos?, dec¨ªan algunos; ?c¨®mo se puede calcular la rentabilidad econ¨®mica de ese capital?, protestaban otros.
Ahora estamos acostumbrados y hay un acuerdo generalizado, al menos entre economistas, en que invertir en capital humano es rentable desde distintos puntos de vista, privado, social, econ¨®mico y tambi¨¦n desde el punto de vista del desarrollo humano.
Podr¨ªa discutirse y debe discutirse cu¨¢l es el tipo de inversi¨®n mejor dependiendo del momento econ¨®mico en que vivimos y del imprevisible futuro. No es lo mismo invertir en una formaci¨®n que en otra, como no es lo mismo invertir tiempo y dinero para sacar buenas notas en asignaturas que se aprenden de memoria que en aquellas que sirven para aumentar el esp¨ªritu cr¨ªtico, comunicar una idea, ser imaginativo y/o tener la mente ¡°bien estructurada¡±. Podr¨ªamos seguir con m¨¢s argumentos, pero quiz¨¢ baste si nos quedamos con una idea potente: ¡°La educaci¨®n sirve para encontrar trabajo y la crisis est¨¢ demostrando que la tasa de desempleo de los no formados es muy superior a la de los universitarios¡±.
Cuando la econom¨ªa comience a crecer a tasas superiores al 2% todo esto caer¨¢ de su peso porque se volver¨¢ a comprobar que los bien formados lo tienen m¨¢s f¨¢cil para encontrar su hueco. Por eso, j¨®venes y mayores deber¨ªamos aceptar que estudiar, aprender, formarse compensa. Lo que podremos discutir es acerca de c¨®mo deber¨ªa ser la educaci¨®n en el inmediato futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.