Hacia una nueva relaci¨®n de fuerzas
La campa?a independentista rompe los equilibrios del sistema de partidos en Catalu?a
Numerosas voces advirtieron, hace ya un par de a?os, que la cohesi¨®n interna de las dos principales fuerzas pol¨ªticas catalanas, CiU y el PSC, ser¨ªan las primeras v¨ªctimas de la batalla planteada por Artur Mas y su Gobierno para convocar una consulta sobre el futuro pol¨ªtico de Catalu?a. El riesgo de ruptura en ambas fuerzas creci¨® a medida que la propuesta de consulta se configur¨® como equivalente a un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Y probablemente se mantendr¨¢ mientras as¨ª sea.
En el caso de CiU, el encargado de escenificar sonoramente el desacuerdo ha sido el presidente de Uni¨®, el segundo partido de la federaci¨®n nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida. Como antes hab¨ªa hecho el PSC, Duran ha rechazado ahora que la eventual consulta se plantee, en su caso, como una sola pregunta a la que los ciudadanos deban dar un s¨ª o un no. Quiere m¨¢s opciones. En este punto, Duran choca con la posici¨®n de Converg¨¨ncia, pero tambi¨¦n con una parte no desde?able de la propia Uni¨®. Y choca tambi¨¦n, frontalmente, con el aliado parlamentario del Gobierno de Artur Mas, la Esquerra Republicana de Oriol Junqueras. O sea que el riesgo de ruptura es triple.
El deterioro de la cohesi¨®n interna de CiU y del PSC es un reflejo del aumento de la tensi¨®n pol¨ªtica en Catalu?a desde la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonom¨ªa. En el caso del PSC han crecido desde entonces las dificultades de la direcci¨®n para imponer una posici¨®n frente al programa soberanista y se ha producido la consolidaci¨®n de varias tendencias internas, unas m¨¢s autodeterministas, otras menos, y otras nada autodeterministas.
Aunque el PSC se apunte como un ¨¦xito la decisi¨®n del PSOE de proponer una reforma constitucional en clave federalista, a los socialistas catalanes les ha sido imposible llegar a un acuerdo con sus compa?eros del PSOE sobre la convocatoria de una consulta en Catalu?a. La cuesti¨®n ha quedado aplazada y est¨¢ ah¨ª, como una bomba de relojer¨ªa que se activar¨¢ si hay que adoptar posiciones conjuntas, por ejemplo, en el Congreso de los Diputados.
El partido socialista se halla en el punto m¨¢s bajo de su representaci¨®n pol¨ªtica desde 1977
Como no pod¨ªa ser de otra forma, la existencia de estas tensiones ha empezado a notarse en la posici¨®n de los electores. Es lo que se produjo ya claramente en las elecciones al Parlament de 2010, con una reducci¨®n del peso de CiU y PSC y el correlativo aumento de otros partidos. Desde entonces los sondeos de opini¨®n indican que esta tendencia crece. Lo que se est¨¢ configurando en Catalu?a es un sistema de partidos m¨¢s plural que el existente en las tres d¨¦cadas pasadas.
Pero una cosa es que esa tendencia se mantenga y otra ser¨ªan los efectos de una eventual ruptura de CiU o del PSC. El partido socialista se halla en el punto m¨¢s bajo de su representaci¨®n pol¨ªtica desde 1977 y cualquier ruptura no servir¨ªa para presentarle ante la sociedad como m¨¢s homog¨¦neo y cohesionado sino m¨¢s d¨¦bil y menos aglutinador, pues su fuerza radic¨® siempre en su capacidad de integraci¨®n. Significar¨ªa seguir cayendo y, probablemente, perder toda esperanza de constituir a corto o medio plazo una alternativa de gobierno m¨ªnimamente cre¨ªble.
Por el otro lado, la eventualidad de que Uni¨® deshiciera la federaci¨®n con Converg¨¨ncia y acudiera a las urnas con sus propias siglas y programa se antoja como improbable porque el antiguo partido democristiano ha vivido pegado al pujolismo desde 1979 y es dif¨ªcil, por no decir imposible, imaginar que pueda renunciar a una f¨®rmula que se ha demostrado v¨¢lida durante tantos a?os. Pero hay una parte del electorado de CiU que se siente a disgusto con la deriva independentista de Artur Mas y, al mismo tiempo, se considera ajena al centralismo del PP.
En cualquier caso, lo cierto es que el compromiso del gobierno de Artur Mas con una hoja de ruta soberanista y la existencia de un movimiento independentista parcialmente aut¨®nomo de los partidos provocan desgarramientos en Uni¨®, en CiU y en el PSC, que tienden a desfigurar su perfil y diluir sus apoyos electorales en beneficio de otras fuerzas m¨¢s homog¨¦neas. Si esto sigue as¨ª, puede que sea acertado el an¨¢lisis de quienes conciben la campa?a soberanista en curso como una revoluci¨®n democr¨¢tica destinada, por lo menos, a poner fin a la ¨¦poca del autonomismo de la Constituci¨®n de 1978. A crear una nueva relaci¨®n de fuerzas. La crisis del autonomismo es la crisis de CiU y del PSC, que han sido sus gestores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Tribunal Constitucional
- Opini¨®n
- Sentencias pol¨¦micas
- Josep Antoni Duran Lleida
- Artur Mas
- ERC
- Consulta 9-N
- PSC
- CiU
- Independentismo
- Autodeterminaci¨®n
- Refer¨¦ndum
- Estatutos Autonom¨ªa
- Sentencias
- Catalu?a
- Estatutos
- Elecciones
- Sanciones
- Partidos pol¨ªticos
- Conflictos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Normativa jur¨ªdica
- Juicios
- Ideolog¨ªas
- Proceso judicial