La vida pasajera de Fernando Bellver
El espacio Tabacalera recoge una muestra de 80 obras del pintor realizadas en los ¨²ltimos 30 a?os
¡°La verdad es que no tengo casi dioptr¨ªas, as¨ª que llevo las gafas b¨¢sicamente para que no me peguen¡±, dice el artista Fernando Bellver (Madrid, 1954). Junto con el sombrero y la pipa, todos elementos muy pict¨®ricos, las gafas son su s¨ªmbolo. Bellver no quiere tener un estilo reconocible, dice, aunque eso pudiera procurarle m¨¢s ventas, y ve cada nueva serie, cada nueva exposici¨®n, como una exploraci¨®n tanto t¨¦cnica como tem¨¢tica: ¡°Es como si escribiera una nueva novela cada vez¡±.
Para entender esta curiosidad y esta capacidad camale¨®nica, siempre llegando a altas cotas de virtuosismo (aunque el autor niegue ser virtuoso), conviene visitar Vida pasajera, una gran muestra retrospectiva comisariada por Felipe Hern¨¢ndez Cava que recoge trabajos de sus ¨²ltimos 30 a?os y que se puede ver hasta el 28 de agosto en el espacio Tabacalera Promoci¨®n del Arte, que el Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte tiene en el edificio de Tabacalera (Embajadores, 51).
Ah¨ª vemos c¨®mo a Bellver (Premio Nacional de Arte Gr¨¢fico 2008) a veces le ha apetecido representar el mismo motivo tal y como lo hubieran hecho Rubens, Hopper o Chirico, que tambi¨¦n le ha apetecido mezclar a Tint¨ªn con el orientalismo, que otras veces le ha apetecido viajar y luego pintar el viaje, y que una vez decidi¨® hacer unas luminosas vidrieras de los santos de la Revoluci¨®n Cubana mediante la t¨¦cnica de la lentegraf¨ªa. Son m¨¢s de 80 obras divididas en nueves secciones, con aguafuertes, grabados, ¨®leos, dibujos o cajas de luz, con los que el artista ha hecho lo que le ha dado la real gana.
¡°Vemos m¨¢s im¨¢genes en un d¨ªa que las que Van Gogh vio en toda su vida, as¨ª que a veces pensamos que tenemos una idea pero es algo que hemos visto por ah¨ª¡±, apunta el artista. A Bellver tambi¨¦n le gusta mezclar la alta cultura con iconos populares (ese Batman crucificado, esa menina que es el mu?eco de Michel¨ªn, esa Leda sin cisne pero con Pato Lucas), y entiende a la perfecci¨®n la dimensi¨®n ir¨®nica, transgresora y humor¨ªstica que puede tener el arte: por eso otro de sus referentes son los dada¨ªstas, cuyo fundacional Cabaret Voltaire cumple el centenario, y a los que se dedica una secci¨®n. Por supuesto, una enorme escultura de una pipa, como la de Magritte, abre la muestra. Aunque esto s¨ª es una pipa.
La juventud artista instala, hace v¨ªdeos o fotos, pero pinta poco. ¡°Pues me parece normal¡±, dice el autor. ¡°Si yo tuviera 30 a?os no pintar¨ªa ni harto de vino. Se ha pintado mucho y desde arriba nos vigila Vel¨¢zquez. Deber¨ªamos ir olvid¨¢ndonos de las categor¨ªas tradicionales (pintura, escultura, dibujo¡) para hablar de arte. Ahora el arte es creaci¨®n pura: hay arte hasta en los videojuegos¡±. Pero Fernando Bellver tambi¨¦n pretende desacralizar el arte y sabotear la venerada figura del artista creador, tanto en su obra como en su charla. Como si esto del arte no fuera para tanto. ¡°A m¨ª lo que me gusta es hacer lo que no s¨¦ hacer, no repetir un producto hasta la saciedad¡±, explica. ¡°Para eso no ir¨ªa al estudio¡±.
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