Aqu¨ª los perros son los doctores
La Comunidad de Madrid inaugura un programa de terapia canina en tres residencias
Umbercito Rodr¨ªguez tiene tantos a?os como d¨¢lmatas hay en la pel¨ªcula. A sus 101 abriles viste un traje impecable, decorado con la cruz de Caravaca, pensado para recibir a los perros que visitan su hogar, la residencia de Vista Alegre. Los cuatro labradores que se dejan acariciar por algunos de los 126 mayores que viven en el centro han sido entrenados para ralentizar el deterioro f¨ªsico y cognitivo de los residentes, que en su mayor¨ªa sobrepasan los 80 a?os. Bimba, Chester, Voll y Sira?forman parte del Servicio de Intervenci¨®n Canina que puso en marcha este mi¨¦rcoles la Comunidad de Madrid.
Voll carga en su dorso un pa?o con dos bolsillos llenos de tarjetas. Ana, una de las residentes, debe coger una y se?alar qu¨¦ parte del perro le apareci¨® en la cartulina. ¡°El trasero, el rabo¡±, dice, mientras acaricia con sus delicadas manos la cola del animal. Amara Venayas es directora de Buena Pata, la empresa que dispone de los perros, todos adoptados. ¡°Nos enfocamos en fomentar la psicomotricidad fina, que es cuando el perro se vuelve portador de objetos. Por ejemplo, si un mayor le pide un pegamento, el animal se lo lleva. Y la psicomotricidad gruesa, donde el perro es un motor para que el residente marche y socialice¡±, cuenta Venayas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, present¨® el programa que en la primera fase piloto se implementar¨¢ en las residencias de Doctor G¨®nzalez Bueno, Nuestra Se?ora del Carmen y Vista Alegre. La iniciativa tambi¨¦n se pondr¨¢ en funcionamiento en seis hospitales y cinco colegios. Cifuentes, que en su casa reemplaz¨® los gatos por los perros porque ya no tiene tiempo para cuidarlos, destac¨® la capacidad terap¨¦utica de estos animales y su importancia en la sociedad: "Vamos a demostrar que los perros, no solo son animales de compa?¨ªa, sino aut¨¦nticos aliados a la hora de mejorar nuestra sanidad, nuestra educaci¨®n y nuestros servicios sociales".
Nelsina G¨®mez, de 80 a?os, jug¨® toda la ma?ana a ponerse una croqueta para perros en la boca y Voll se acercaba con cuidado para quit¨¢rsela y comerla. Lo que no pod¨ªa evitar el perro era dejar su baba en los labios de Nelisna, que durante su vida fuera de la residencia lleg¨® a tener nueve perros. Todos los asistentes a la inauguraci¨®n le rieron la gracia, incluida Cifuentes. A?Consuelo Santander, de 97 a?os y vecina de Nelsina durante el evento, le dio reparo el juego: "A mi me gustan los perros, pero no eso de darle la comida con la boca. Y luego de hacerles cari?os hay que lavarse las manos", advierte.?
El objetivo del programa, que cuenta con la colaboraci¨®n del Colegio de Veterinarios y de la Universidad Rey Juan Carlos, es que en la segunda fase ¡ªprevista para el 2018¡ª se extienda a otras residencias, centros educativos y sanitarios. En el futuro, la iniciativa pretende incluir la visita de los perros a sus due?os cuando estos est¨¦n viviendo en residencias o ingresados en centros sanitarios de larga estancia.
"Los perros logran sacarle una sonrisa a cualquiera, aunque tenga las capacidades cognitiva alteradas", se?ala Amparo V¨¦lez, jefa de ¨¢rea de?la Residencia de Vista Alegre. Una de las expertas en terapia canina agrega que los perros tambi¨¦n provocan que los mayores muevan partes del cuerpo que en general no mueven. As¨ª como Consuelo, que desde su silla de ruedas se las ingeni¨® para acercarse y acariciar a Bamba, su favorita: "Es que mira este pelo negro brillante, se nota que est¨¢ limpia".
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