Acierto inaugural

Elegir el espect¨¢culo que inaugura el Grec no es una decisi¨®n f¨¢cil, para el p¨²blico es una noche m¨¢gica en un entorno de ensue?o, le gusta pasear por sus jardines, tomarse una copa y disfrutar de una obra festiva y no muy larga. La Dresden Frankfurt Dance Company cumpli¨® con creces este cometido. Los bailarines de esta formaci¨®n alemana son magn¨ªficos, las endiabladas coreograf¨ªas ideadas por su director y core¨®grafo, Jacopo Godani, impactaron al p¨²blico por su versatilidad y por la exigencia t¨¦cnica que precisa su ejecuci¨®n. No obstante, siempre hay un pero, a tanta precisi¨®n t¨¦cnica y a tanto virtuosismo le falto coraz¨®n. El espect¨¢culo de setenta minutos de duraci¨®n gust¨®, pero no emocion¨®, si bien el p¨²blico le dedic¨® largos aplausos. Un buen estreno para el flamante director del Grec, Francesc Casades¨²s.

Esta ic¨®nica compa?¨ªa bajo las ordenes de William Forsythe, est¨¢ dirigida, desde hace dos a?os, por el que fue bailar¨ªn solista de la compa?¨ªa, Jacopo Godani, y del que aqu¨ª en Barcelona sab¨ªamos por una breve coreograf¨ªa que realiz¨® para IT Dansa en 1999, titulada Monocroma Oculta y de la que tambi¨¦n firmaba la m¨²sica.

Ahora vuelve a nuestra ciudad al frente de La Dresden Frankfurt Dance Company para presentar un programa formado por tres coreograf¨ªas suyas, de las cuales ¨¦l tambi¨¦n es el autor de la iluminaci¨®n y el vestuario. La primera de ellas titulada Metamorphers encuentra su mejor aliado en la violencia y paisajes atmosf¨¦ricos que recrea la atrayente m¨²sica del Cuarteto de cuerda n¨²mero 4 de B¨¦la Bart¨®k, que aqu¨ª interpret¨® en directo el excelente grupo suizo, Kubus Quartet. Ya en esta primera coreograf¨ªa el espectador se dio cuenta de que el baile de la compa?¨ªa sigue las directrices dadas por Forsythe, ese baile sin centro, esa distorsi¨®n de la danza cl¨¢sica que, en manos de Godani, alcanza cotas sorprendentes. El movimiento de los bailarines es r¨¢pido como un hurac¨¢n, mientras sus torsos se retuercen como un reptil. Sus cuerpos destilan morbosidad y seducen, aunque no emocionen.

Caudal de movimiento fue la segunda obra de la noche, Echoes from a restless soul, una virtuosa creaci¨®n para dos parejas. La m¨²sica de esta coreograf¨ªa es una composici¨®n para piano que Maurice Ravel escribi¨® en 1908 inspirada en la poes¨ªa del autor rom¨¢ntico franc¨¦s, Aloysius Bertrand, la noche del s¨¢bado fue interpretada en directo por el excelente pianista, Ruslan Bezbrozh. En esta pieza se pudo apreciar el matem¨¢tico y en¨¦rgico trabajo de puntas de las bailarinas.

La noche termin¨® con un impactante trabajo coral, Moto perpetuo, interpretado por 16 bailarines y con una fascinante m¨²sica electr¨®nica del grupo 48Nord (Ulrich M¨¹ller y Siegfried R?ssert). Un trabajo muy f¨ªsico con una descomposici¨®n de las frases coreogr¨¢ficas deslumbrante en la que volvi¨® a brillar el elenco femenino por su magn¨ªfico trabajo de puntas. Otra objeci¨®n ser¨ªa el vestuario de las tres coreograf¨ªas, muy similar e igual para ambos sexos, a las mujeres las embellece a los hombres le resta masculinidad.