Volver a la felicidad

La Shica siempre ha sido, en la mejor de las acepciones, una maravillosa cabecita loca. De puro inconformista, claro: por su incapacidad para tomar caminos rectos o poco pedregosos, por su empe?o en asumir riesgos, en levantarse siempre que sufri¨® alg¨²n tropez¨®n. Ceut¨ª del 76 y tan menuda y revoltosa como su nombre art¨ªstico sugiere, Elsa Rovayo fue una ni?a de infancia gozosa y una adolescente que se plantific¨® por su cuenta en Madrid con apenas 15 a?os cuando la vida ya le hab¨ªa arreado unos cuantos zarandeos de consideraci¨®n.

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¡°Vivir sin poes¨ªa me parece imposible¡±

La primera vez de Candela Pe?a

So?aba con ser bailarina y sali¨® adelante, victoriosa frente a los miedos, la soledad, la competencia feroz y las sombras. Hoy, un cuarto de siglo despu¨¦s, puede que se la intuya tan feliz como no era desde chiquilla. Ha sobrevivido a la adversidad, a la emigraci¨®n y hasta a la crisis de los cuarenta, que en su caso fue revulsivo y hasta cambio de estado civil. "A esta edad ya no ves bien la letra de cerca, pero distingues a los gilipollas de lejos", resume. Y ella se quit¨® r¨¦moras de encima y encontr¨® a un lime?o que hoy es su marido.

Y as¨ª, hasta reencontrarse con su carrera musical, esa que tras Trabajito de chinos (2008) y Supercop (2010) parec¨ªa relegada frente a espect¨¢culos m¨²sico-teatrales como EsPain, que dirig¨ªa Andreu Buenafuente, y ese delirio delicioso, La piel del huevo te lo da, junto a otras dos mujeres libres y heterodoxas: Sol Pic¨® y Candela Pe?a. Ahora, afincada en Benalm¨¢dena, La Shica cantante vuelve a ir en serio. Ha estado grabando en Madrid bajo la direcci¨®n y batuta del argentino Didi Gutman, alma de Brazilian Girls. Y como brazo derecho le arropa en extraordinario guitarrista Josete Ord¨®?ez (Eliseo Parra, Chambao).

De alguien que ha grabado El probador o Shicaboom y se ha metido en la piel de todas las copleras espa?olas y grandes damas de Latinoam¨¦rica solo cabe esperar cositas ricas. Y as¨ª, probablemente, ser¨¢ esta vez. Permanezcan sintonizados.