Cinco monta?as madrile?as que subir con ni?os

Madrid tiene la suerte de estar bordeada de monta?as por el este y el norte. Esto hace que despunten cumbres de lo m¨¢s variopintas, algunas accesibles al paseo y disfrute con los m¨¢s peque?os de la casa. Nombres con solera como Pe?alara, Abantos o El Yelmo de La Pedriza esperan a estos aprendices de monta?eros.

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Pasado el calor del verano, y antes de que lleguen los rigores invernales, se presenta un momento ideal para ascender de la mano de la chavaler¨ªa y, especialmente, para o¨ªrles el ¡°?ooooh!¡± de admiraci¨®n que sueltan cuando se alcanza la cima y se abren ante ellos paisajes que, en casi todas las cumbres propuestas, permiten divisar, all¨¢ al fondo, la gran urbe madrile?a. Muchos olvidan en ese momento el esfuerzo que ha requerido llegar hasta all¨ª.

Pero antes de tocar la cima, el paseo debe reunir los suficientes alicientes para que los peques no se nos rajen a las primeras de cambio, sobre todo, si no est¨¢n muy acostumbrados a patear el monte. La propuesta de cinco cumbres que va a continuaci¨®n cuenta con esos alicientes as¨ª que: botas preparadas, mochila al hombro con comida y bebida apropiadas, y rumbo a la monta?a.

1. Pe?alara (2.428 metros) desde Cotos. Toda una cl¨¢sica, techo de la sierra de Guadarrama y de la Comunidad de Madrid. A pesar de ello, su ascenso no es muy duro, m¨¢s all¨¢ de unos 500 metros tras dejar atr¨¢s un denso pinar. Queda la opci¨®n, m¨¢s llevadera, de desviarse antes hacia las lagunas de Pe?alara. En ning¨²n caso se pierden las preciosas vistas del valle del r¨ªo Lozoya y del circo glaciar en torno a la cima. La llegada (y vuelta) en el tren de cremallera hasta Cotos y una visita previa a la caseta de informaci¨®n del parque nacional situada en este puerto son buenos pre¨¢mbulos de la ruta.

2. Abantos (1.763 metros), desde San Lorenzo de El Escorial. R¨ªete t¨² de la silla de Felipe II como lugar privilegiado desde el que contemplar el monasterio de El Escorial y todo su entorno. Desde aqu¨ª la panor¨¢mica se multiplica, tras haber recorrido un pinar con premios (hay que buscar el bosquete de hayas) en el Monte Abantos y prados con vacas. Tambi¨¦n se puede acortar la marcha comenz¨¢ndola en el puerto de Malag¨®n, en la carretera que se adentra en ?vila. Ineludible la visita al centro de educaci¨®n ambiental Arboreto Luis Ceballos (cerquita en el camino al pico); siempre tienen un hueco para animar a los ni?os.

3. Fuenfr¨ªa (1.796 metros) desde Cercedilla. M¨¢s que una cumbre es un puerto, un paso hist¨®rico entre Madrid y Segovia. La calzada y puentes romanos sobre el curso principal del valle de la Fuenfr¨ªa (arroyo de la Venta), los espigados pinos silvestres de asalmonadas cortezas y los diferentes miradores que jalonan la carretera de la Rep¨²blica, reparten hitos naturales e hist¨®ricos por doquier para animar el paso de los menores. En el punto de partida hay tambi¨¦n un centro de educaci¨®n ambiental que ayuda en la motivaci¨®n infantil.

4. Yelmo de La Pedriza (1.717 metros), desde Canto Cochinos. La meta es el Yelmo, pero atentos a otras figuras formadas en la mole gran¨ªtica de La Pedriza, desde el Elefante a las Torres pasando por el Guerrero, el P¨¢jaro o la Esfinge. Algunas se divisan de camino al Yelmo y desde su cima. Tambi¨¦n seguro que se observa a escaladores ascendiendo por su pared m¨¢s vertical, a buitres leonados sobre nuestras cabezas y al embalse de Santillana y al pueblo de Manzanares el Real bajo nuestros pies.

5. Pe?a de la Cabra (1.834 metros), desde el puerto de La Puebla. Nos salimos de la sierra de Guadarrama y llegamos a la Sierra Norte, en Puebla de la Sierra. Se trata de cuatro c¨®modos kil¨®metros de ida algo complicadillos al final por la pizarra suelta del ¨²ltimo tramo. Se camina principalmente entre praderas de monta?a donde jugar a restablecer los hitos de piedra que marcan la ruta hasta la cumbre o a estar pendientes de las cabras que dan sentido al nombre de la cima.

Todas las caminatas son de ida y vuelta y est¨¢n pensadas para ni?os y ni?as a partir de 7 u 8 a?os. Con menores se pueden hacer rutas m¨¢s cortas dentro de los tramos propuestos.