Carvalho se cuela en las vi?etas

El escritor Hern¨¢n Migoya se hac¨ªa cruces de que nadie se hubiera atrevido a trasladar las aventuras del detective m¨¢s popular de la literatura espa?ola contempor¨¢nea a las p¨¢ginas de un c¨®mic. Por eso, cuando una noche, entre copas, Migoya entablaba amistad con Daniel V¨¢zquez, hijo del novelista Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, vio clara su misi¨®n: Llevar al irrepetible inspector Pepe Carvalho a las vi?etas. Tres a?os despu¨¦s de aquel encuentro ¡ª¡±en el que los dos nos entusiasmamos con el proyecto¡±, recuerda¡ª Carvalho ha tomado cuerpo con trazo de l¨¢piz negro y se despacha en su estilo inconfundible en las historietas.

¡°Es una ilusi¨®n personal¡±, asegura el guionista que se declara fan del polic¨ªa galaico catal¨¢n. Su primera aventura, Tatuaje, se puede leer desde el 17 de septiembre en el c¨®mic que publica Norma Editorial. Al detective Carvalho lo ha interpretado el actor Carlos Ballesteros en el cine, Patxi Andi¨®n en la cinta que dirigi¨® Vicente Aranda, incluso Juanjo Puigcorb¨¦ en la peque?a pantalla. Adaptar al c¨®mic las desventuras de este ¡°vividor, sentimental¡±, y tambi¨¦n ¡°desencantado¡± Carvalho, seg¨²n Migoya, ¡°ha requerido mucha responsabilidad porque est¨¢ en el imaginario colectivo¡±.

Con igual tacto y, si cabe, m¨¢s delicadeza, el dibujante Bartolom¨¦ Segu¨ª se ha encargado de poner rostro al detective de Montalb¨¢n en la que es la primera vez que adapta una novela al c¨®mic. El ilustrador mallorqu¨ªn y el escritor barcelon¨¦s se inspiran en el actor Ben Gazzara para crear a Pepe Carvalho aunque para Segu¨ª el resultado tiene tambi¨¦n una mezcla con Burt Reynolds.

Durante los 15 meses en los que el dibujante, Premio Nacional de C¨®mic, dedic¨® a reconstruir el mundo de Carvalho, Segu¨ª dice haberse ¡°reencontrado con los escenarios de la Barcelona que empec¨¦ a dibujar all¨¢ por los a?os 80¡±. Tatuaje, que centra el caso en la aparici¨®n de un cad¨¢ver con un misterioso dibujo en la playa de Vilassar de Mar, tiene lugar en 1974, un a?o antes de la muerte del dictador: ¡°en una Espa?a deseosa de ser lo que nunca ha sido: un pa¨ªs normal¡±, resume Migoya.

Para construir el paisaje de la Barcelona de los 70, con La Rambla y el Barrio Chino, Segu¨ª tuvo que documentarse con fotograf¨ªas para recrear locales que ya no existen. A trav¨¦s de las 72 p¨¢ginas de Tatuaje, el dibujante intenta que el lector viaje al mundo de Carvalho, ¡°a su ¨¢nimo y sensaciones¡±, con colores saturados y oscuros. Con un dibujo de l¨¢piz de ¡°trazo r¨¢pido que inspira la calle¡±, que tan bien conoce el detective barcelon¨¦s. Para dibujar a su querida Charo, Segu¨ª se fij¨® en actrices espa?olas de la ¨¦poca del destape como B¨¢rbara Rey o Paca Gabald¨®n.

De su creador, de Montalb¨¢n, Migoya recuerda que lo conoci¨® a los 15 a?os en la biblioteca de su Barber¨¤ del Vall¨¨s natal y que fue precisamente la charla con el escritor la que le anim¨® a seguir sus pasos entre libros. Para entonces, Migoya ya hab¨ªa devorado 80 t¨ªtulos de novela negra.

Escritor y dibujante coinciden en que los libros de Montalb¨¢n van m¨¢s all¨¢ de novelas polic¨ªacas para convertirse en la ¡°cr¨®nica de una ¨¦poca, desde el punto de vista social y pol¨ªtico¡±, desliza Migoya que ha intentado ¡°condensar¡± ese esp¨ªritu de la obra.

Migoya no deja de ¡°fascinarse¡± por el ¡°hedonista¡± Pepe Carvalho cuyo creador, dice convencido, utilizaba para canalizar ¡°sentimientos ¨ªntimos demasiado duros quiz¨¢ para expresarlos¡±. El guionista alaba el trabajo de Segu¨ª que plasma con su l¨¢piz a un personaje ¨²nico: ¡°Carvalho es un c¨ªnico pero tambi¨¦n un sentimental, un tipo que a menudo se planta en pie de guerra contra el sistema y de paso contra s¨ª mismo¡±. Unas cr¨®nicas en las que ¡°estamos todos reflejados¡±, a?ade. La primera colaboraci¨®n entre Migoya y Segu¨ª se repetir¨¢ en dos ocasiones con las siguientes aventuras de la serie Carvalho: La soledad del manager y Los mares del sur.

?