Los independentistas y Colau abren una nueva etapa de colaboraci¨®n

Los comunes liderados por la alcaldesa Ada Colau, el PDeCAT y ERC niegan que haya cambio de cromos en las posturas de unos y otros en el Ayuntamiento y el Parlament. Pero las evidencias indican todo lo contrario. Las negociaciones sobre la presidencia de la mesa de la c¨¢mara y el presupuesto de Colau se han producido simult¨¢neamente. Y mientras los comunes se abstuvieron ayer para facilitar que la presidencia est¨¦ en manos de los independentistas, en Barcelona PDeCAT y ERC se han abierto a abstenerse para que la alcaldesa apruebe el presupuesto en el pleno de la pr¨®xima semana.

Se necesitan mutuamente. Colau, porque afronta el tramo final del mandato con las peores expectativas electorales y gobernando con solo 11 concejales de 41 tras romper con el PSC. Y a los independentistas les conviene estar a buenas con los diputados de Catalunya en com¨² en el Parlament y en el futuro Gobierno catal¨¢n, porque no quieren estar solo en manos de los cuatro diputados la CUP. Los comunes tienen ocho sillones.

El acercamiento entre los dos partidos independentistas y Colau se ha intensificado desde que la alcaldesa rompi¨® su pacto de gobierno con el PSC, liderado en el consistorio por Jaume Collboni. Fueron las bases de Barcelona en com¨² quienes con un 54% de los votos apoyaron romper, por el apoyo de los socialistas a la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n al Gobierno de la Generalitat.

La ruptura se produjo el 13 de noviembre, pero de hecho los l¨ªderes del PDeCAT y ERC en el consistorio, Xavier Trias y Alfred Bosch, se lo hab¨ªan pedido tres semanas antes. La intensa resaca del refer¨¦ndum independentista del 1 de octubre estaba en su punto ¨¢lgido y comparecieron para ofrecerle estabilidad a cambio de la ruptura. ¡°No le haremos la jugada de hacerla caer¡±, dijo incluso el ex alcalde. De entrada, Barcelona en com¨² tach¨® la oferta de ¡°irresponsable¡± y ¡°partidista¡±.

Pero el encarcelamiento, el d¨ªa 5 de noviembre, de ocho consejeros cesados hizo colmar la paciencia de las bases, que forzaron la consulta. Colau no se pronunci¨® en p¨²blico para defender el pacto con los socialistas y gan¨® el s¨ª a romper. La alcaldesa volv¨ªa a gobernar con solo 11 concejales en un ayuntamiento de 41.

La convocatoria electoral del 21-D paraliz¨® notablemente la actividad municipal. Las campa?as electorales, aunque en los m¨ªtines los partidos se critiquen, siempre son una tregua de puertas adentro. Los resultados de las elecciones, aunque condicionados por la cuesti¨®n nacional, no fueron buenos para Colau. Y a la vuelta de las vacaciones de Navidad la actitud al afrontar las negociaciones para el presupuesto ha cambiado notablemente.

En un gesto simb¨®lico, porque los presupuestos los negocian los equipos t¨¦cnicos, la alcaldesa se ha reunido en persona tanto con Trias como con Bosch. Y tuvo una actitud que sorprendi¨® por la ausencia de beligerancia con su antecesor el d¨ªa que valor¨® la sentencia del Caso Palau. Colau no le cit¨® cuando enumer¨® a los dirigentes del PDeCAT que, a su juicio, deber¨ªan renunciar al servicio p¨²blico.

A su turno, Trias se abri¨® a abstenerse para que la alcaldesa apruebe las cuentas. En las filas republicanas, tambi¨¦n lo ha hecho Bosch, que adem¨¢s vincula su abstenci¨®n a la del PDeCAT. Habla de una ¡°ecuaci¨®n que represente la centralidad¡± en la que incluye a Trias.