Una taberna m¨¢s antigua que la Virgen de la Paloma
Un libro recupera la historia del establecimiento Antonio S¨¢nchez en Lavapi¨¦s, en servicio al menos desde 1787
El 2 de mayo de 1808 el pueblo madrile?o se levant¨® en armas contra el invasor franc¨¦s. En la plaza de Tirso de Molina los rebeldes dieron muerte a un soldado y, para evitar represalias, buscaron esconder el cad¨¢ver muy cerca, en una de las tinajas de lo que es hoy la taberna Antonio S¨¢nchez. El vino de aquella tinaja, que pronto se bautiz¨® como la cuba del franc¨¦s, fue pronto apreciado por los clientes del local, la mayor¨ªa ignorante de lo que hab¨ªa dentro, pero que lo ped¨ªa sin cesar. Tardaron algunas d¨¦cadas en retirar los restos napole¨®nicos que daban tan buen bouquet a aquellos caldos.
Los franceses se fueron y el mundo cambi¨® mil veces m¨¢s, pero la taberna sigue all¨ª, en la calle Mes¨®n de Paredes, n¨²mero 13, donde por el norte empieza Lavapi¨¦s. Su historia se cuenta en el reciente libro Historia de la taberna m¨¢s antigua de Madrid y de otras viejas tabernas de Lavapi¨¦s (Ediciones La Librer¨ªa), de Antonio Pasies Monfort, un profesor de electr¨®nica jubilado de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid cuya pasi¨®n, m¨¢s all¨¢ de resistencias, diodos y condensadores, son las viejas tabernas madrile?as, como se ve en su blog tabernas de Madrid. Tiene un registro de 25.000 de ellas.
En el libro se rastrea la historia del lugar hasta finales del siglo XVI, cuando ese espacio era ocupado por la posada de la Marilope. ¡°Era una posada famosa, me gusta imaginar que pudo ir Cervantes que en aquella ¨¦poca viv¨ªa por la zona¡±, dice Pasies. Despu¨¦s encuentra datos como taberna en torno a 1787: ¡°As¨ª que es m¨¢s antigua que el Museo del Prado o que el culto a la Virgen de la Paloma¡±, comenta el autor, cuyo libro se presenta el d¨ªa 13 en la propia taberna.
El sitio parece lo que es: madera oscura y regia, siglos de historia por las paredes, parafernalia torera, como la cabeza de Fogonero, el toro con el que tom¨® la alternativa Antonio S¨¢nchez Ugarte cuyo padre, Antonio S¨¢nchez Ruiz, puso nombre a la taberna desde 1891. ¡°Se dice que en las fiestas de San Cayetano pon¨ªa una fuente de vino gratis que hac¨ªa las delicias del vecindario¡±, dice el autor, ¡°el otro producto estrella eran las torrijas, que vend¨ªan a miles¡±. Hoy siguen las torrijas y lo que se sirve en la taberna es cocina tradicional: rabo de toro, cocido madrile?o, olla gitana.
El torero S¨¢nchez fue poco tiempo torero porque le cog¨ªan mucho los astados: en siete a?os tuvo m¨¢s de 20 cogidas hasta la definitiva, que le retir¨®: era 1929 y S¨¢nchez vivi¨® su propio crack. Luego se aficion¨® a la pintura, y el maestro Ignacio Zuloaga, parroquiano de la taberna, le ense?¨® parte de sus secretos. Otras figuras que pasaron por la taberna fueron Sorolla, Valle Incl¨¢n, del duque de Windsor, el mariscal P¨¦tain o, m¨¢s recientemente, Joaqu¨ªn Sabina, Pedro Almod¨®var o Joaqu¨ªn Cort¨¦s. ¡°En realidad es m¨¢s f¨¢cil decir qui¨¦n no ha ido¡±, se?ala el autor, cuya obra se presenta el pr¨®ximo d¨ªa 13 en la propia taberna a las 17.30 horas.
Eso s¨ª, en su ¨¦poca de torero S¨¢nchez dej¨® huella en el vecindario: ¡°Cuando apareci¨® un toro escapado en la Plaza de la Cebada fue corriendo con su capote y su estoque, le tore¨® y le dio muerte, para algarab¨ªa de los vecinos¡±. La taberna pas¨® unos a?os cerrada, entre 1979 y 1981, hasta que es recuperada por la familia del abogado sevillano Jos¨¦ Manuel Priego. Hoy su hijo ?scar sigue al frente del negocio, cuyo interior est¨¢ protegido por el Ayuntamiento. Dentro de la cuba n¨²mero 6 de la cueva ya no est¨¢ el cuerpo del franc¨¦s.
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