Sant Antoni pierde poblaci¨®n local y gana vecinos j¨®venes y extranjeros
Los vecinos de 25 a 39 a?os nacidos en Barcelona han ca¨ªdo seis puntos en cinco a?os, y un tercio de los habitantes del barrio ha llegado a partir de 2012
El barrio de Sant Antoni de Barcelona asistir¨¢ la pr¨®xima semana a la reapertura del mayor mercado de la ciudad tras ocho a?os en obras y una inversi¨®n de 80 millones de euros. El barrio ha experimentado en los ¨²ltimos a?os un gran cambio y ejemplifica el fen¨®meno de la gentrificaci¨®n. Una transformaci¨®n f¨ªsica, econ¨®mica, social y cultural que ha llevado a revalorizar su mercado inmobiliario y su comercio y que ha acabado impactando en los vecinos. Investigadores del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos y del Departamento de Geograf¨ªa de la UAB han iniciado una investigaci¨®n y han observado que en los ¨²ltimos cinco a?os el barrio ha perdido poblaci¨®n nacida en Barcelona y ha ganado vecinos de otras ciudades espa?olas, y de pa¨ªses Europeos, de Estados Unidos y de Am¨¦rica Latina.
El periodo analizado compara 2012 con 2017. En cifras globales, la poblaci¨®n del barrio se mantiene estable, un poco por encima de los 38.000 habitantes. ¡°Pero tras la apariencia de estabilidad se esconden procesos de cambio o sustituci¨®n de poblaci¨®n¡±, explica el investigador Antonio L¨®pez Gay con varios folios de pir¨¢mides de poblaci¨®n, cuadros y listas de datos en la mano. Por ejemplo, caen los hogares. Poco, ahora hay 182 menos que en 2012 (16.414 frente a 16.595), ¡°pero no es lo habitual que este indicador se reduzca en una trama urbana consolidada¡±. Otro, la pir¨¢mide de poblaci¨®n se ha rejuvenecido desde 2001: de un barrio muy envejecido y con poca poblaci¨®n adulta joven se ha pasado a un repunte de j¨®venes donde llama la atenci¨®n el crecimiento de empadronados nacidos en pa¨ªses europeos.
Pero todav¨ªa hila m¨¢s fino L¨®pez dentro de esta subida de j¨®venes: ¡°El barrio pierde poblaci¨®n nacida en Barcelona de todas las edades, pero suben mucho los vecinos de 20 a 35 a?os (m¨¢s de 2.000 personas) procedentes de pa¨ªses europeos (m¨¢s de 600); de capitales de provincia espa?olas (casi 500) y de Latinoam¨¦rica (350) y Estados Unidos (m¨¢s de 100)¡±. En cambio, la proporci¨®n de vecinos de 25 a 39 a?os nacidos en la provincia de Barcelona ha ca¨ªdo en cinco a?os seis puntos: del 41% al 34,9%. ¡°En cinco a?os es mucho¡±, apunta el investigador. Por el contrario, en la misma franja de edad los nacidos en pa¨ªses europeos ha saltado del 13,9% al 16,5% del total de empadronados en el barrio. ¡°Otra cifra muy llamativa es que el 30% de los vecinos de Sant Antoni ha llegado a la ciudad en los ¨²ltimos cinco a?os¡±, a?ade.
La hip¨®tesis de la investigaci¨®n, explica, es que la subida de precios est¨¢ potenciando procesos de expulsi¨®n de poblaci¨®n local, que es sustituida por adultos-j¨®venes muy formados de otras procedencias, muy probablemente profesionales o estudiantes de postgrado.
Desde Fem Sant Antoni, Vladi Olivella celebra la existencia del estudio y los datos: ¡°Confirman un fen¨®meno que llevamos mucho tiempo denunciando¡±. ¡°Por fin tenemos un dato estad¨ªstico que demuestra la p¨¦rdida de vecinos del barrio. De hecho, pens¨¢bamos que hab¨ªa un saldo negativo, pero los datos tambi¨¦n confirman la sustituci¨®n por vecinos con otros perfiles¡±, afirma. ¡°?Quien puede pagar 400.000 euros por un piso de compra o pagar 1.300 de alquiler?¡±, pregunta y contesta: ¡°Extranjeros o personas de cierta edad, estudios o calificaci¨®n profesional que busca un barrio de moda, con tapeo, la expectativa del mercado, que est¨¢ en el centro¡¡±. El perfil, asegura, que est¨¢ sustituyendo ¡°a las familias de toda la vida, amigos y conocidos que hemos visto marcharse en los ¨²ltimos a?os¡±.
¡°Ya no es el barrio al que llegu¨¦¡±
Emma Miguel est¨¢ en la estad¨ªstica que demuestra que Sant Antoni ha perdido poblaci¨®n local y joven. Miguel es del Guinard¨®, tiene 29 a?os y lleg¨® a Sant Antoni ¡°a los 23, por casualidad porque unos amigos alquilaron un piso y buscaban m¨¢s gente para compartir¡±. Pagaban 650 euros entre tres por un cuarto sin ascensor en la esquina entre Borrell y Manso. Delante del mercado. Enseguida se hizo al barrio: ¡°Desde el minuto uno establec¨ª v¨ªnculos: con la carnicer¨ªa, el bar Calders, el supermercado M¨®n, las vecinas que nos triplicaban la edad¡¡±. Todo acab¨® en octubre del a?o pasado. Se les acababa el contrato y un mes antes recibieron el dichoso buroxaf: les ped¨ªan 300 euros m¨¢s y se han marchado. ¡°Me he comido las obras enteras y cuando inauguran el mercado ya no estoy¡±, lamenta y asegura que cuando vuelve siente ¡°mucha nostalgia, aunque ya no es el barrio al que llegu¨¦¡±. Era un Eixample cuadriculado, de grandes edificios, pero popular. ¡°El cambio ha sido brutal. Durante estos a?os todo lo que abr¨ªa han sido cadenas: la panader¨ªa Turris, tres veces m¨¢s cara que la que hab¨ªa; el supermercado Ametller; los bares de la calle de Parlament¡ Antes cualquier d¨ªa sal¨ªas, en los ¨²ltimos tiempos ya no encontraba mesa¡¡±, lamenta. Tras ver una quincena de pisos, Miguel y su pareja han decidido quedarse en el piso de ¨¦l. Cerca de la Escola Industrial. ¡°Quiz¨¢s es por las oficinas, pero no es barrio¡±, a?ora.
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