Cierra la tienda de los abuelos
El comercio de ropa para mayores Almacenes Gonar se despide tras 89 a?os en la calle de Bravo Murillo
¡°Mi madre siempre ven¨ªa a comprar a esta tienda¡±, afirma Mercedes, vecina septuagenaria del distrito de Tetu¨¢n. Se trata del mismo comercio en el que, desde hace 34 a?os, ella compra toda la ropa que ¡°no puedes encontrar en ning¨²n otro lugar¡±: mandilones, fajas, medias. Muchos clientes lo consideran su ¡°boutique¡±. Almacenes Gonar, tienda situada en el 156 de la calle de Bravo Murillo, ha llenado su escaparate de carteles de liquidaci¨®n por cierre tras 89 a?os vendiendo ropa y complementos a los mayores, un negocio que ha mantenido ocupadas a tres generaciones de la familia Gonz¨¢lez.
¡°Cerramos porque no podemos competir con los nuevos modelos de venta¡±, apunta Susana Gonz¨¢lez, gerente del establecimiento y nieta del fundador. La expansi¨®n de los centros comerciales y el auge de la venta online han sido, seg¨²n ella, dos factores que han ido minando la viabilidad del negocio, junto con el progresivo fallecimiento de su clientela. Sin embargo, nada afect¨® tanto a sus ventas como la crisis de 2008, de la que no se han recuperado. ¡°Nuestros clientes son principalmente jubilados del barrio, y ya se sabe que muchos de ellos han tenido que ayudar a sus hijos durante la crisis¡±, explica Gonz¨¢lez.
Pese a todo, los due?os no quisieron renunciar una de sus se?as de identidad, los productos procedentes de productores cien por cien espa?oles. ¡°La calidad no tiene nada que ver con los productos asi¨¢ticos. Adem¨¢s, el tipo de ropa que vendemos aqu¨ª no lo encuentras en esos pa¨ªses¡±, explica Gonz¨¢lez, y se?ala una bata azul de se?ora con un estampado de flores.
Lejos quedan los a?os en los que t¨ªos y primos ten¨ªan que echar una mano en la tienda por la gran afluencia de clientes en la temporada navide?a, o la ¨¦poca dorada del negocio en los ochenta, cuando llegaron a tener hasta cinco empleados contratados. El ¨²ltimo de ellos, Pedro Alonso, abandon¨® el barco el pasado mes de febrero tras 13 a?os en Almacenes Gonar. ¡°Si hubiera podido, me habr¨ªa jubilado aqu¨ª¡±, asegura. Lo que m¨¢s echar¨¢ de menos es el trato con la clientela. ¡°Son personas mayores de la zona, que suelen dar mucha conversaci¨®n, y eso crea un ambiente muy familiar¡±, explica Alonso.
Casi 90 a?os de historia dan para que mucha gente haya pasado por la puerta de Almacenes Gonar, y no solo gente del barrio. El comercio despert¨® el inter¨¦s de compa?¨ªas de teatro y estudios de televisi¨®n para conseguir atrezo para sus obras. Cu¨¦ntame, Polic¨ªas y El Comisario son algunas de las series que han lucido ropa y complementos de esta tienda. ¡°Una vez se llevaron para Cu¨¦ntame un cors¨¦ descolorido del mostrador porque insist¨ªan en que, cuanto m¨¢s estropeado, m¨¢s de ¨¦poca parec¨ªa¡±, comenta Gonz¨¢lez entre risas.
El a?o pasado, la familia resolvi¨® cerrar la tienda tras a?os de p¨¦rdidas. No fue una decisi¨®n f¨¢cil para Susana, que en 2000 dej¨® su trabajo de oficinista en la Administraci¨®n para perpetuar el negocio familiar. ¡°La situaci¨®n es insostenible, llevo milenios sin cobrar un sueldo¡±, lamenta. Sin embargo, a quien peor le sent¨® el golpe fue a su padre, Roberto Gonz¨¢lez. ¡°La tienda ha sido casi toda mi vida. Empec¨¦ ayudando a mi padre con 14 a?os y continu¨¦ en ella cuando ¨¦l se jubil¨® en 1972. Ha sido un disgusto muy grande¡±, explica.
Almacenes Gonar ha formado parte de la vida de mucha gente. Varios clientes habituales salieron de la tienda llorando tras conocer la noticia del cierre. ¡°Hay gente que lleva 60 a?os comprando aqu¨ª¡±, justifica Susana. A partir del 2 de junio, deber¨¢n buscar en otro lugar.
Los or¨ªgenes de Almacenes Gonar
Almacenes Gonar se fund¨® en 1929 junto al convento y colegio Nuestra Se?ora de las Maravillas (donde ahora se encuentra el Mercado de Maravillas, en el 122 de la calle de Bravo Murillo). El 11 de mayo 1931, unos anticlericales prendieron fuego a la instituci¨®n religiosa, incendio en el que la tienda de ropa se vio afectada. Al a?o siguiente, el comercio se instal¨® al 156 de la misma calle, en el local de una antigua taberna de la que a¨²n conservan la caja registradora. All¨ª ha permanecido hasta su cierre.
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