Bastardos cu¨¢nticos de otra dimensi¨®n
La compa?¨ªa teatral loscorderos.sc y el grupo musical Za! llevan una conferencia de otro mundo al Centro Dram¨¢tico Nacional
Los afasians son una tribu procedente de otra dimensi¨®n (u otras dimensiones). En realidad, el concepto de tribu no tiene mucho sentido all¨¢ de donde vienen, pero as¨ª podemos entendernos. Llegan al teatro Valle-Incl¨¢n, del Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN), a dar una conferencia que en realidad tampoco es una conferencia, pero utilizando esta etiqueta lo suyo es m¨¢s f¨¢cil de explicar a los humanos.
¡°La f¨ªsica cu¨¢ntica nos resulta muy dif¨ªcil de entender, pero para los afasians es como una aspiradora. La m¨²sica no la hacen con instrumentos musicales, sino con el sof¨¢, y realizan algunos experimentos rituales para que los humanos entend¨¢is c¨®mo es su cultura¡±, explica el actor David Climent. Este extra?o encuentro interdimensional se llama Afasians, The Last Conference, y se puede ver desde hoy hasta el domingo como fin de temporada del CDN.
El espect¨¢culo nace de la uni¨®n de la compa?¨ªa teatral loscorderos.sc (formada por Climent y Pablo Molinero) y el grupo de m¨²sica Za! (cuyos componentes son Eduard Pou y Pau Rodr¨ªguez). Otro de los invitados es el c¨¦lebre gato de Schr?dinger, vivo y muerto a la vez, que se podr¨¢ ¡°ver, tocar, abrazar y acariciar¡±. ¡°Los afasians valoran el error y no el acierto, y el progreso por el progreso no vale nada para ellos¡±, apunta Molinero. ¡°Consideran el yo algo muy antiguo, por eso prefieren utilizar el noyotros¡±. Su fin es ponernos frente al espejo como sociedad.
Hay, por tanto, grandes dosis de material cient¨ªfico, aunque sea deformado a voluntad por los artistas. ¡°La ciencia es otra vertiente de la creatividad, y el arte deber¨ªa mirar hacia ella¡±, opina Climent. ¡°Nosotros tambi¨¦n hacemos experimentos, aunque no sean emp¨ªricos como en la ciencia: lo nuestro es un campo de juego donde probar teor¨ªas imposibles¡±.
La compa?¨ªa loscorderos.sc es conocida, precisamente, por intentar llegar al imposible f¨ªsico y mental mediante piezas esc¨¦nicas de bella extra?eza, en las que tratan de ecualizar en igualdad de condiciones los diferentes elementos que se pueden llevar a escena: movimiento, danza, texto, m¨²sica, etc¨¦tera. Lo llaman ¡°teatro bastardo¡± y lo mezclan con discursos surreales, rozando el absurdo y no pocas veces cercanos al humor. Una indefinici¨®n, entre el sue?o, lo espiritual y la experiencia psicotr¨®pica, que les ha costado no ser reconocidos del todo en ning¨²n ¨¢mbito y estar un poco en el limbo de las disciplinas art¨ªsticas; eso s¨ª, cosechando el respeto propio de una compa?¨ªa de culto. El grupo Za!, quiz¨¢s de ah¨ª la sinton¨ªa, tambi¨¦n se mueve en cierta indefinici¨®n musical: de la electr¨®nica al jazz afrocubano, del posrock al dancehall jamaicano, del grunge al noise industrial.
La cuesti¨®n puede relacionarse con las recientes pol¨¦micas entre el llamado teatro de texto y las llamadas artes vivas, terreno en el que las creaciones de loscorderos.sc (otras de ellas son El cielo de los tristes, ULTRAinocencia y La banda del fin del mundo) podr¨ªan encuadrarse. ¡°El teatro se ha basado durante much¨ªsimo tiempo en la palabra¡±, dice Molinero, ¡°pero hay otras formas de crear donde el eje central no tiene que ser la palabra: tambi¨¦n se pueden decir cosas con el cuerpo, el sonido, el movimiento, la composici¨®n, lo visual¡±. De hecho, loscorderos.sc han sido tradicionalmente mejor acogidos en el mundo de la danza: ¡°Porque es un ¨¢mbito menos pendiente de lo racional y tampoco le parece extra?o que alguien se mueva y hable al mismo tiempo¡±, opina Molinero.
Tras 15 a?os de andadura teatral, tratan de mantener la compa?¨ªa a flote, aunque tienen que embarcarse en otros proyectos paralelos. Climent ha estado integrado en diversos proyectos teatrales, y Molinero ha protagonizado (junto a Paco Le¨®n) la muy exitosa serie de Movistar La peste. Est¨¢ por ver si esa exposici¨®n al p¨²blico mainstream televisivo consigue enderezar el camino underground de este peculiar y valioso d¨²o.
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