Desahuciando a los chinches
Los ¨²nicos chinches que ven las empresas inmobiliarias especuladoras parecen ser los habitantes
Apareci¨® en el ascensor de casa un cartel de cuidada caligraf¨ªa en el que la comunidad de vecinos ¡ªesa entelequia¡ª informaba sobre la aparici¨®n de chinches en uno de los pisos del edificio (bastante cercano al m¨ªo, por cierto). Hab¨ªan fumigado a conciencia, pero para evitar que se extendiese la ¡°plaga¡± nos instaban a inspeccionar ¡°minuciosamente¡± nuestro domicilio en busca de estos animalillos. La palabra plaga me asust¨®, pero tambi¨¦n la palabra minuciosamente, ya que soy de naturaleza desidiosa. Menudo l¨ªo.
Los chinches son unos viejos conocidos de los vecinos de Lavapi¨¦s, aunque yo pensaba que eran una de esas cosas que nunca me iban a pasar a m¨ª, que eran para otros, como las hemorroides. Si en Senegal tienen leones, en Estados Unidos el ¨¢guila calva y en Portugal el colorido gallo, el animal caracter¨ªstico, escudo de Lavapi¨¦s, deber¨ªa ser el chinche. El chinche, como los lavapieseros ¡ªlos que quedan entre tanto turista¡ª, es bondadoso, solo act¨²a por instinto de supervivencia, pero, al mismo tiempo, puede llegar a ser muy pu?etero. No es el ¨²nico animal con el que convivimos sin darnos cuenta: una exposici¨®n en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (hasta el 28 de octubre) cuenta cosas sobre piojos, polillas, mohos y otros compa?eros a los que pagamos su parte del piso. Hasta hay unos ¨¢caros, los Demodex follicullorum, que viven dentro de los poros de la cara y, al anochecer, salen a hacer el amor sobre nuestro jeto. Parecen serpientes alien¨ªgenas, miren en Google (mis disculpas si a partir de ahora esto le quita el sue?o).
Como no s¨¦ qu¨¦ pinta tiene un chinche he mirado en la Wikipedia para reconocerlo cuando lo vea, no sea que me pase como con el diablo. Su nombre formal es Cimex lectularius. Ahora ando por las esquinas en busca de ese peque?o y simp¨¢tico monstruo que puede hacerme la vida imposible con su llegada. El chinche, como digo, es tradicional de este barrio, pero visto lo visto, no se logra erradicar del todo, como muchas de las cosas que suceden en estas calles, que pasa el tiempo y siguen igual.
De igual forma que la cacareada inseguridad manten¨ªa a turistas e inversores fuera de las cuestas de Lavapi¨¦s en tiempos pret¨¦ritos, me pregunto por qu¨¦ el chinche no es un obst¨¢culo para los procesos de gentrificaci¨®n/turistificaci¨®n que aqu¨ª se sufren. Supongo que no trascienden en los portales de pisos tur¨ªsticos (nadie anuncia wifi y chinches). Los ¨²nicos chinches que ven las empresas inmobiliarias especuladoras parecen ser los habitantes de los edificios que quieren rentabilizar en varias zonas del centro: por eso quieren desahuciarlos, ya que fumigarlos entrar¨ªa dentro de la ilegalidad. De hecho, me consta que les llaman bichos.
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