Los curas que escondieron las urnas en el 1-O
La consulta de independencia cont¨® con el apoyo de la Iglesia catalana, escuelas y parroquias que ayudaron a burlar a la polic¨ªa
El campanario de Les Planes d'Hostoles luce un lazo amarillo. El s¨ªmbolo, improvisado con una especie de lona, corona la construcci¨®n m¨¢s elevada de este municipio de La Garrotxa situado a tan solo cinco kil¨®metros de Amer, el pueblo natal del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Las calles de Les Planes d'Hostoles est¨¢n repletas de esteladas, lazos amarillos y carteles exigiendo la liberaci¨®n de los ¡°presos pol¨ªticos¡±, los dirigentes independentistas encarcelados. Les Planes, como sucedi¨® en otros lugares de Catalu?a, celebr¨® con la ayuda de la iglesia local el refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Para su p¨¢rroco, Jes¨²s Calm, el 1-O no ten¨ªa nada de ilegal. ¡°La parroquia es antes de los feligreses que de la Iglesia, ya no vivimos en la era feudal¡±, a?ade Calm. ¡°Ellos la necesitaban¡±, apostilla.
Decenas de entidades cristianas y m¨¢s de 300 sacerdotes se posicionaron p¨²blicamente a favor del 1-O y los obispos catalanes, a trav¨¦s de la Conferencia Episcopal Tarraconense, pidieron al Gobierno que respetara la iniciativa de la Generalitat: ¡°Conviene que sean escuchadas las leg¨ªtimas aspiraciones del pueblo catal¨¢n, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional¡±, suscribieron en 2017 en un comunicado los obispos.
El p¨¢rroco de la Iglesia de Sant Pere de Figueres, Miquel ?ngel Ferr¨¦s, explica que cedieron el centro parroquial como punto de votaci¨®n por solicitud directa de la alcaldesa, Marta Felip: ¡°El local parroquial sirve de colegio electoral en todas las elecciones. Y el hecho de cederlo quiere decir que para nosotros era como unas elecciones democr¨¢ticas, normales¡±. ¡°No necesitaba la autorizaci¨®n de nadie para abrir la iglesia el 1-O¡±, asegura Calm a EL PA?S frente a la Plaza 1 d'Octubre de 2017, anteriormente llamada Plaza de Espa?a. Multitud de municipios catalanes ya han introducido el recuerdo del 1-O en el nomencl¨¢tor. A 30 kil¨®metros de Les Planes d'Hostoles, la iglesia de Aiguaviva tambi¨¦n luce en el campanario un gran lazo amarillo, y tambi¨¦n hay una plaza del 1-O, frente al Ayuntamiento, con una placa que reza: ¡°Esta plaza recibe el nombre de Uno de Octubre, como testimonio y reconocimiento a toda la gente que hizo posible la celebraci¨®n del refer¨¦ndum del 1-O y a la que defendi¨®, de manera pac¨ªfica y con coraje, su derecho a voto frente a la brutal represi¨®n policial que se vivi¨® aquel d¨ªa¡±.
Quejas y pintadas contra iglesias colaboradoras
En Pals (Girona) apareci¨® este agosto una pintada en la fachada de la iglesia que dec¨ªa: ¡°La casa de Dios es casa de oraci¨®n, no de pol¨ªtica¡±. Su p¨¢rroco, Josep Taberner, denunci¨® los hechos y defendi¨® que en el templo colgara una pancarta con dos lazos y a favor de la liberaci¨®n de los dirigentes independentistas. El pasado julio, el rector de la parroquia de San Ramon de Coma-Ruga (Tarragona) tuvo que retirar, tras unas quejas, un lazo colocado en el altar. ¡°La Iglesia debe ponerse siempre al lado de los m¨¢s d¨¦biles¡±, dice un comunicado de la parroquia de Santa Maria y San Nicol¨¢s, en Calella (Barcelona), para justificar la colocaci¨®n de un lazo en la entrada del templo: ¡°Siguiendo las indicaciones de los obispos catalanes y de acuerdo con la doctrina social de la Iglesia, como comunidad cristiana continuamos defendiendo que las leg¨ªtimas aspiraciones del pueblo catal¨¢n han de ser acogidas desde el di¨¢logo democr¨¢tico¡±.
Aiguaviva fue uno de los pueblos en los que la Polic¨ªa Nacional carg¨® contra personas que cerraban el acceso a las mesas electorales ¡ªla sede del Consistorio¡ª. Les Planes d'Hostoles tuvo m¨¢s suerte: Calm recuerda que tras la hora de comer "llegaron mensajes" de la inminente irrupci¨®n de las fuerzas de seguridad al pueblo ¡ªal final no fue as¨ª¡ª, con lo que se tom¨® la decisi¨®n de esconder las urnas en la iglesia y luego dejarlas all¨ª como punto de votaci¨®n. Tambi¨¦n fueron escondidas las urnas en la iglesia de Sant Juli¨¤ de Ramis (Girona), municipio donde deb¨ªa votar Puigdemont y uno de los municipios en los que los antidisturbios actuaron con m¨¢s agresividad.
¡°Lo viv¨ª con angustia¡±
Montserrat Balasch es vecina del casco viejo de Canet de Mar (Barcelona). El 1-O hizo guardia desde las cinco de la ma?ana a la espera de las urnas, escondidas hasta el inicio de la votaci¨®n. La mesa electoral deb¨ªa instalarse en el colegio Yglesias pero finalmente la direcci¨®n de este centro privado lo rechaz¨®, y el punto de votaci¨®n se instal¨® en el local parroquial. ¡°Sobre todo fue un d¨ªa que se me hizo muy largo, lo viv¨ª con mucha angustia¡±, dice Balasch. El momento de mayor tensi¨®n se produjo por la ma?ana, cuando personas apostadas en las salidas de la autopista advirtieron que los veh¨ªculos de la polic¨ªa se dirig¨ªan a Canet. ¡°La alcaldesa pidi¨® propuestas para asegurar el colegio electoral, que trajeran tractores y furgonetas para cerrar el acceso por las calles de la iglesia¡±, explica Balasch. Una de las propuestas fue colocar los bancos del templo de San Pedro y San Pablo en la calle, a modo de barrera, y as¨ª se hizo. La polic¨ªa finalmente no apareci¨® en Canet.
Preguntado por si a alg¨²n feligr¨¦s le importuna el posicionamiento pol¨ªtico de su parroquia, Calm responde que nadie se ha quejado: ¡°Hay uno en el pueblo que es del Real Madrid, y que cuando ganan, tira unos petardos, pero ¨¦l tampoco ha dicho nada. Todos nos conocemos, no hay problemas¡±. Calm es p¨¢rroco de Les Planes desde hace cinco a?os, antes estuvo dos d¨¦cadas en la Rep¨²blica Dominicana y Hait¨ª. Confirma Calm que lo que vio en misiones es una realidad m¨¢s dura que la de la Catalu?a oprimida que denuncia el independentismo. ¡°Pero no podemos parar, hay que seguir¡±, sentencia a modo de despedida: ¡°No hay derecho a que esta gente est¨¦ encarcelada. ?Esa pobre mujer, Carme Forcadell, la presidenta del parlamento, est¨¢ en la c¨¢rcel! No hay derecho¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.