¡°Si se quiere avanzar, hay que dejar de lado el victimismo¡±

Aunque en su pasaporte consta que naci¨® en 1992, y as¨ª lo crey¨® siempre, Ebbaba Hameida no sabe realmente si tiene 26 o 27 a?os. Siendo ya mayor, su abuela, n¨®mada saharaui, le record¨® que la ni?a, hoy locutora y redactora de Radio Nacional de Espa?a, hab¨ªa nacido ¡°el a?o de las inundaciones¡±, y eso fue el 1991. Es lo que tiene nacer en un campamento, y en el exilio. Si ese origen marc¨® su vida, tambi¨¦n lo hizo el que le detectaran con cinco ¡°supuestos¡± a?os que padec¨ªa celiaqu¨ªa y la consiguiente evacuaci¨®n a Italia, donde pas¨® su infancia.

Nace refugiada en mitad del desierto, vive en Italia y se forma en Espa?a como periodista.

De peque?a no me quer¨ªa sentir diferente. Me molestaba que me dijeran ni?a africana porque me sent¨ªa italiana. Al crecer, buscas de d¨®nde vienes, tu ra¨ªz, tu origen, y llegas a ver que eres como dos mujeres en una, como que te obligan a ser la Ebbaba saharaui y la Ebbaba italoespa?ola. Soy las dos intentando que esas dos mujeres sean una. Vivo entre dos mundos, pero la identidad es solo m¨ªa.

?Le sent¨® mal descubrir que era mayor de lo que cre¨ªa?

S¨ª. Yo celebraba mi cumple en Italia, y de mayor me entero que no estaban bien los a?os. Ahora no s¨¦ si voy a cumplir 27 o 28. En la cultura saharaui no se celebran. Las mujeres de mi familia est¨¢n seguras de que fue en el 91, el de las inundaciones. All¨ª rigen otras cosas, mi madre, por ejemplo, naci¨® en el a?o de los camellos de los dientes verdes. Llovi¨® mucho, eran n¨®madas y los camellos comieron mucho pasto.

Le detectaron celiaqu¨ªa.

Dicen que el m¨ªo fue el primer caso detectado, y ahora es una enfermedad muy com¨²n en los campamentos. Estaba desnutrida y con una barriga enorme. Sal¨ª de los campamentos en el 98 con unos m¨¦dicos italianos que me llevaron a su pa¨ªs diciendo a mi familia que ¡°o la sacamos o muere¡±. Es una enfermedad s¨²per sencilla de llevar aqu¨ª, pero m¨¢s dif¨ªcil en los campamentos donde nos daban pan muy de chiquitos para entretenernos y calmar el hambre.

?Le desvincul¨® de su familia esa circunstancia?

Despert¨¦ en Italia, eso es verdad, y mis primeros recuerdos son de all¨ª y yo me cre¨ªa que era de all¨ª, pues estuve con una familia italiana hasta los diez a?os. Mi familia saharaui quiso que volviera a los campamentos precisamente para no perder ese v¨ªnculo. Tres a?os despu¨¦s volv¨ª a Italia, pues hab¨ªa empeorado. Luego de nuevo a los campamentos y por problemas de papeleo no pude volver a Italia. Con 16, una Asociaci¨®n extreme?a me trajo a Espa?a y en Don Benito acab¨¦ mi bachiller y la selectividad con dos familias espa?olas. Luego ya vine por mi cuenta a Madrid a estudiar. Todas las casas que me han tenido son mi familia. Tanto, que no s¨¦ d¨®nde ir en Navidad.

?El conflicto saharaui es otro factor que determina su vida?

A m¨ª y a todo mi pueblo. Al principio no entend¨ªa que mis padres quisieran sacarme de all¨ª, como si no me quisieran. Era por mi bien. Mi proceso de aceptaci¨®n ha sido muy dif¨ªcil y me considero una privilegiada. Para entender, sobre todo, que hay que quitarse de encima la victimizaci¨®n.

Y eso le ha dado fuerzas.

Porque he visto historias cercanas muchos m¨¢s duras que la m¨ªa. Agradezco ahora el empe?o de mi padre en estudiar. Me oblig¨®, no me dio elecci¨®n, pero hizo bien. Quiso que fuera m¨¦dico.

?Por qu¨¦ periodista?

De tanto explicar lo que era yo cuando me preguntaban pens¨¦ que el pueblo saharaui necesitaba que se conociera su historia. Ahora me encanta el periodismo internacional para contar que no somos los ¨²nicos en el mundo envueltos en un conflicto. No somos las ¨²nicas v¨ªctimas, y adem¨¢s, creo que hay que dejar el victimismo aparte. Hay que seguir para adelante y pasar a la acci¨®n.

?C¨®mo vive el feminismo la mujer saharaui?

Muy marcado tambi¨¦n por el conflicto. El papel jugado por lasmujeres en los campamentos ha sido fundamental, ellas fueron las que organizaron la vida civil mientras la guerra contra Marruecos. Ahora tenemos que ser ambiciosas, y que no haya limitaci¨®n de religi¨®n, identidad, cultura que ponga eso en juego. Me gustar¨ªa que ellas puedan elegir libremente qu¨¦ quieren ser, y que incluya si quieren ponerse la melfa [el velo saharaui] o no. Todav¨ªa me pongo la melfa cuando voy.

?No se atreve a dar el paso y quiet¨¢rsela, como hace aqu¨ª?

Todav¨ªa no, pero me gusta que all¨ª me vean en entrevistas como esta, con mis pelos rizados al aire.