La capital de las setas: los mejores lugares de Madrid donde disfrutar las ¨²ltimas de la temporada
Quedan unos d¨ªas para probar especies silvestres cada vez m¨¢s valoradas por foodies, gastr¨®nomos y aficionados
¡°Esto de las setas es un vicio¡±, confiesa sin ning¨²n remordimiento Juan Alberto S¨¢enz, m¨¢s conocido en el mundo setero como Yeyu, el mismo nombre que lleva el restaurante que fundaron sus padres hace m¨¢s de cincuenta a?os en Cercedilla. ¡°El a?o ha sido muy bueno en boletus¡±, revela. En este impecable local de la sierra madrile?a se pueden disfrutar unas diez variedades, la mayor¨ªa al ajillo. ¡°La de pie azul, que es m¨¢s arom¨¢tica, la elaboro con ajo, aceite, cayena, tomate y pi?ones¡±, explica sobre el m¨¦todo de elaboraci¨®n en uno de los templos micol¨®gicos m¨¢s all¨¢ de la capital.
La temporada setera comenz¨® con las lluvias, hace poco m¨¢s de un mes, y se alargar¨¢ unos 15 d¨ªas, fundamentales para probar especies silvestres que cada vez son m¨¢s valoradas por foodies, gastr¨®nomos y aficionados. Dentro de la M30 destacan con especial inter¨¦s lugares como El Brote (Ruda, 14), El Cisne Azul (Gravina, 19) o El Imperio (Galileo, 51).
El Brote
Los primeros, con una taberna de aire ilustrado, se han convertido en el a?o que llevan abiertos en La Latina en uno de los hot spot m¨¢s importantes del centro. Ya admiten reservas. ¡°Nosotros tenemos setas todo el a?o. Aunque en oto?o podr¨ªamos decir que es el punto ¨¢lgido. Hay m¨¢s variedades porque las condiciones clim¨¢ticas son m¨¢s favorables¡±, apunta ?lvaro de la Torre, socio junto a Eduardo Ant¨®n y Pablo Roncal. La grandeza de El Brote, un aut¨¦ntico museo de los hongos, consiste en el creativo recetario que han desarrollado, elevando los sabores y las texturas de muchos de los tipos de setas que ofrecen. Las trompetas de los muertos, por ejemplo, se sirven con tirabeques. Laminadas, en bruto. Mucho m¨¢s crujientes de lo habitual. Los rebozuelos vienen en una ensalada templada con jud¨ªa verde, zanahoria asada, papitas y un huevo poch¨¦. El ticket medio no se dispara porque gustan de ofrecer medias raciones y de pelear mucho los precios en Mercamadrid, donde acuden a diario. Aunque De la Torre advierte: ¡°Quien la regale, est¨¢ enga?ando¡±.
El Imperio
Juan Miguel Mendoza es el responsable de negocio de El Imperio, un restor¨¢n centenario especializado en hongos tambi¨¦n durante todo el a?o. Esta semana ten¨ªan trompeta de los muertos, parasol, boletus, rebozuelos, lengua de vaca, pie azul, amanita caesarea¡ Cada una preparada de una manera diferente. La amanita con un poco de mantequilla o en carpaccio, el parasol en tempura, la lengua de vaca con ajo y cebolla. ¡°Y las angulas de monte nos gusta hacerla como las angulas de mar, con un poco de guindilla y salteadas¡±, desvela. Las cantidades de hongos que se consumen a la semana rondan los cincuenta kilos. ¡°Tambi¨¦n las utilizamos para acompa?ar platos, como nuestro afamado rabo de toro o las manitas de cerdo¡±, concluye.
Es Paradis
En Es Paradis (Marques de Cubas, 14) gustan de presentarlas a sus clientes de variadas formas. El enclave catal¨¢n, inaugurado en 1990, fue de los primeros en dar a conocer el recetario setero en Madrid. ¡°En Catalu?a tenemos una enorme tradici¨®n de salir al campo y preparar diferentes platos con ellas¡±, cuenta Jos¨¦ Maria Cintas, su director. Aqu¨ª se puede comer un arroz seco con rebozuelos, n¨ªscalos, senderuelas y boletus; una caldereta de rape con trompeta de los muertos; o una suprema de pintada rellena de foie y rustida en salsa chasseur, n¨ªscalos a la brasa y risotto puntalette.
La Raquetista / Salino
La historia de amor en torno a Catalu?a y las setas la corrobora Javier Aparicio, el hombre que est¨¢ impulsando a otros niveles el universo gastro de la zona de Ibiza con locales como La Raquetista (Doctor Castelo, 19) y Salino (Menorca, 4). ¡°Fue hace veinte a?os¡±, recuerda. ¡°En esa ¨¦poca yo estaba a¨²n form¨¢ndome y descubr¨ª un mundo de posibilidades gracias a Jordi Butr¨®n y la Escuela de Hosteler¨ªa de Sant Pol de Mar. Cuando aqu¨ª utiliz¨¢bamos los n¨ªscalos o las setas de cardo, all¨ª ya estaban apostando por la amanita caesarea. En Girona hay una enorme cultura¡±. Todo aquel aprendizaje se puede observar en recetas como la coca de chantarelas, pollo y queso tetilla; la lubina con chantarelas escabechadas, soja y miel; o los garbanzos de quijorna (una variedad de Brunete que se hab¨ªa perdido) con butifarra, foie, chantarela, n¨ªscalos y setas de cardo.
Lakasa
Cesar Mart¨ªn, que abri¨® su primer restaurantito en 1996, pone en valor el pasado setero de la capital y es algo cr¨ªtico con el momento actual. ¡°Cuando empec¨¦ se pod¨ªan consumir m¨¢s variedades. Hasta 17 he llegado a ver en el mercado. Yo lo achaco a un cambio de clima, ahora el suelo est¨¢ en peores condiciones, no llega a calar cuando llueve¡±, aclara. En su actual espacio, Lakasa (Plaza del Descubridor Diego de Ord¨¢s, 1), le gusta prepararlas con toques muy m¨ªnimos: los boletus ahora los saltean con mantequilla, parmentier y yema de huevo; y a principios de temporada, cuando todav¨ªa son j¨®venes y su textura es prieta, los sirven crudos con unas huevas de pez volador. De vez en cuando se pueden encontrar setas llanegas que les env¨ªa Pau, el hijo de Santi Santamar¨ªa, desde Montseny.
Treze
El principal proveedor de Treze (General Pardi?as, 34), la neotasca de Sa¨²l Sanz, se llama Vicente, un importante setero que suministra hongos a otros restaurantes madrile?os. La Sierra de Guadarrama es el lugar de origen de angulas de monte, n¨ªscalos, lenguas de vaca o chantarelas. Aqu¨ª preparan un guiso tradicional de patata gallega, n¨ªscalos y ?oras que ya se ha hecho popular en todo el barrio de Goya.
La Cocina de Mar¨ªa Luisa
Muy cerca de Treze se ubica La Cocina de Mar¨ªa Luisa (Jorge Juan, 42), otro de los imprescindibles en cuanto a cultura micol¨®gica. ¡°Las trabajo muy poco. Un cliente hace unos d¨ªas me dec¨ªa, ¡®t¨² a las setas lo que haces es dejarlas en paz¡¯. Y es verdad¡±, comenta Mar¨ªa Luisa, defensora a ultranza de la trazabilidad del producto. Las que ten¨ªa esta semana ven¨ªan de Soria: senderillas, amanitas, n¨ªscalos, boletus¡
Hevia
¡°Nuestras setas vienen del Puerto de Canencia, en Miraflores de la Sierra, al norte de la Comunidad de Madrid¡±, cuenta Ismael Martin, de 38 a?os y tercera generaci¨®n detr¨¢s de Hevia (Serrano, 118). Sus boletus son una explosi¨®n de sabor. Los confitan muy despacio y en el ¨²ltimo momento los doran. Al servir, ponen encima una yema de huevo empanada.
La Tasquita de Enfrente
Juanjo L¨®pez, de La Tasquita de Enfrente (Ballesta, 6), tambi¨¦n aboga por el producto cercano. ¡°Merece la pena esperar¡±, recomienda. ¡°Este a?o ha empezado tarde la temporada y se est¨¢ alargando¡±. ?l las prepara de tres maneras: los n¨ªscalos, salteados con butifarra; los boletus, asados en lardo con grasa de ib¨¦rico; y la amanita, en carpaccio. Aconseja tratar siempre con profesionales y mediante factura.
Membibre
A Victor Membibre le gusta tanto controlar el origen de sus productos que, en el caso de las setas, viaja con la familia a Palacios de Sanabria, donde naci¨® su abuela, para hablar con seteros zamoranos y nutrirse durante toda la semana. ¡°Se nota mucho. No huelen igual¡±, explica el joven cocinero al mando de Membibre (Guzm¨¢n el Bueno, 40). En sus fogones destaca especialmente una liebre a la royale rellena de chantarelas y una amanitas con mantequilla, terminadas con una espuma de trompeta de los muertos.
Triciclo
Los chicos de Triciclo (Santa Mar¨ªa, 28) son otros a los que les gusta jugar con el recetario. ¡°Tenemos una cosa bastante friqui¡±, dice Javier Goya, uno de sus propietarios. ¡°Un torrezno de bacalao al que le a?adimos un pil pil de trompetas y n¨ªscalos¡±. Tambi¨¦n comenta que la gente suele pedir boletus: ¡°Es lo que m¨¢s conocen. Y aunque la temporada en Espa?a est¨¢ localizada en oto?o. A m¨ª me gustan mucho las de primavera. M¨¢s secas y especialmente sabrosas¡±. ?Su proveedor? Setas Abad. ¡°Un personaje¡±, apunta.
Montia
En Montia (Calvario, 4), el estrellado restaurante localizado en San Lorenzo del Escorial, apuestan por la cocina de proximidad. Esto hace que todas las setas vengan de los alrededores: pie violeta, pie azul, boletus pin¨ªcola¡ ¡°A nosotros nos gusta cocinarlas de diferentes maneras. Ahora estamos desec¨¢ndolas y el sabor cambia mucho. Son m¨¢s dulzonas¡±, declara Daniel Ochoa, al frente del local durante siete a?os.
Fismuler
Si a Patxi Zum¨¢rraga le dicen de peque?o que hoy d¨ªa estar¨ªa cocinando setas de mil maneras diferentes seguro que no se lo cre¨ªa. ¡°Soy de la lengua de Vizcaya y all¨ª hay mucha tradici¨®n de ir al campo a cogerlas. Mis hermanos m¨¢s mayores me llevaban con ellos, pero a m¨ª aquello me parec¨ªa muy aburrido¡±, rememora Zum¨¢rraga, cocinero y socio de Fismuler (Sagasta, 29), otro lugar que le da una vuelta a sus preparaciones. Es el caso de la lubina en caldo corto con mantequilla y trompeta de los muertos; la amanita ali?ada con nuez, frutos secos y una punta de carne; o los boletus cocinados a baja temperatura y emulsionados en su propio jugo. Su recomendaci¨®n es que la seta sea de cercan¨ªa. ¡°Cuanto m¨¢s cerca y menos portadores tenga, m¨¢s entera vendr¨¢¡±, avisa.
Ponzano
En Ponzano (Ponzano, 12) tambi¨¦n tienen claro que la excelencia se logra buscando el producto m¨¢s fresco posible. Paco Garc¨ªa lleva veinte a?os detr¨¢s del mostrador de este verdadero emblema del distrito de Chamber¨ª. ¡°Hacemos un revuelto con senderuelas, trompeta negra, rebozuelos y angula de monte al que le a?adimos huevo y trufa blanca, siempre de temporada¡±, describe Garc¨ªa, que consume unos sesenta kilos a la semana. ?Alg¨²n truco para limpiarlas? ¡°Mucha paciencia y dedicaci¨®n. Y, por favor, agua muy poca¡±.
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