Logros y retos de los hijos de la autonom¨ªa
EL PA?S re¨²ne a cuatro profesionales de diferentes sectores que crecieron en la incipiente Andaluc¨ªa del posrefer¨¦ndum y hoy son punta de lanza en sus respectivas disciplinas
Son mantras que se siguen repitiendo despu¨¦s de 40 a?os de Autonom¨ªa, soportados, unas veces en datos, otras en viejos clich¨¦s: el autogobierno de Andaluc¨ªa que puso fin a una hist¨®rica relaci¨®n de desigualdad territorial en Espa?a ha dado como resultado unos incuestionables avances en materia de sanidad, educaci¨®n, transporte y ayudas sociales; pero tambi¨¦n seguimos mascullando, apuntalando complejos ancestrales en el hipocampo de nuestra memoria, que Andaluc¨ªa sigue siendo sol, playa y folclore; reducto del paro y la mano de obra barata, y en definitiva, la cola de nuestro pa¨ªs en muchos medidores de bienestar y prosperidad.
Para salir de este bucle maniqueo ¨C?estamos donde tenemos que estar?, ?la prosperidad en Andaluc¨ªa es solo un signo de los tiempos o est¨¢ relacionada con nuestro autogobierno?, ?nos siguen lastrando estigmas de pobreza y subdesarrollo en lo referente a econom¨ªa, educaci¨®n y lengua?¨C EL PA?S reuni¨® hace unos d¨ªas en el Rectorado de la Universidad de Sevilla a cuatro profesionales de diferentes sectores que crecieron y se educaron en la incipiente Andaluc¨ªa de la Autonom¨ªa.
Nacidos todos en la d¨¦cada de los 70, Mar¨ªa ?ngeles Mart¨ªn Prats (ingeniera aeroespacial), Lola Pons (catedr¨¢tica de Lengua en la Universidad de Sevilla), Ramiro Ib¨¢?ez (en¨®logo, fundador de la bodega Cota 45) y Alberto L¨®pez (actor y productor cultural) supieron imprimirle a este debate una p¨¢tina de realidad, con sus zonas luminosas y sus puntos de oscuridad. Con todo, todos han realizado una apuesta laboral que los ha llevado a ver mundo, pero han terminado volviendo a casa. Evitar la fuga de talentos de Andaluc¨ªa, hacer de esta regi¨®n un lugar atractivo para que sus profesionales fortalezcan el tejido productivo, se convirti¨® as¨ª en otro fantasma que plane¨® durante toda la conversaci¨®n.
"Por lo com¨²n, en Andaluc¨ªa hay una satisfacci¨®n generalizada con el lugar en el que vivimos, hay cierto discurso de que esto es lo mejor del mundo", comienza con voz cr¨ªtica la ling¨¹ista Lola Pons, defensora del habla andaluza, divulgadora y una de las voces femeninas con m¨¢s peso en el ¨¢mbito universitario sevillano. Para la autora del ensayo Una lengua muy larga. Cien historias curiosas sobre el espa?ol, "la autosatisfacci¨®n tiene una segunda parte que me parece muy peligrosa: el chovinismo andaluz puede ser muy limitador, puede estar impidiendo un esfuerzo colectivo que yo creo que es necesario para poder superar nuestros problemas, que indudablemente los tenemos. Lleva impl¨ªcita cierta desidia, resignaci¨®n, nos lleva a pensar que esto est¨¢ bien c¨®mo est¨¢ y que no es necesario compararlo con otro lugar", asegura.
?C¨®mo estamos de autoestima los andaluces?
Para Ramiro Ib¨¢?ez, los andaluces somos a¨²n "unos adolescentes en materia de autoestima". Y se explica: "Estamos a¨²n en ese momento en el que vemos a nuestra familia por la calle, en este caso ser¨ªa nuestra identidad andaluza, y nos cruzamos de acera porque nos averg¨¹enza; nos hace falta madurar y reencontrarnos con nuestros or¨ªgenes, aceptarlos y sentirnos orgullosos. Solo as¨ª se entiende el progreso", dice este en¨®logo que ha regresado a los m¨¦todos tradicionales de cultivo del vino en Andaluc¨ªa.
Contrario a la idea de que vivamos en la autocomplacencia, cree que el Sur de Espa?a es un territorio "tan cargado de identidad que no solo nos hace diferentes de nosotros, sino que hist¨®ricamente, esta identidad la ha asumido todo el que ha llegado y se ha establecido aqu¨ª: andaluz es al poco tiempo todo el que viene y quiere aportar cosas a nuestra tierra", asegura.
Le acepta el envite Alberto L¨®pez, actor sevillano que comenz¨® su andadura profesional al frente de la compa?¨ªa independiente Varuma Teatro, con la que hizo giras por toda Europa y obtuvo m¨²ltiples reconocimientos antes de dar el salto al cine de la mano de su compa?ero Alfonso S¨¢nchez, con el que forma el d¨²o humor¨ªstico conocido popularmente como Los Compadres. El int¨¦rprete le busca una explicaci¨®n a esta autocomplacencia que preocupa a Lola Pons: "Muchas veces es una excusa, una trampa que nos hacemos, porque no nos creemos la capacidad que tenemos, el talento que atesoramos o lo que hemos sido. Y refugiarse en que esto es lo mejor esconde un tipo de complejo que tenemos los andaluces a la hora de competir con otras comunidades, con otros sectores, con los lugares donde se centralizan las propuestas de trabajo, en mi caso, relacionadas con el cine y el teatro. Vamos continuamente pidiendo permiso".
Alberto es uno de los grandes ejemplos del profundo cambio que ha experimentado el sector audiovisual andaluz en los ¨²ltimos a?os, con su caso ejemplar de aquellos v¨ªdeos grabados para Internet que se hicieron virales y que, posteriormente, le posibilitaron dar el salto al cine. Hoy, con una reci¨¦n aprobada Ley del Cine de Andaluc¨ªa, que viene a darle refrendo legal a una realidad incontestable como es la consolidaci¨®n de una industria cultural que es ya motor econ¨®mico de Andaluc¨ªa, L¨®pez tiene claro que "hay algo que tiene que ver con la econom¨ªa".
"Para m¨ª no es una cuesti¨®n de acentos, de costumbres, es una cuesti¨®n de donde se concentran los poderes econ¨®micos ¨Cargumenta el actor¨C y cuando t¨² llegas de una tierra que no ha gozado de un poder econ¨®mico con el que competir con otras comunidades, ya sientes de punto de partida que tienes un estatus inferior, porque nunca hemos encontrado las herramientas aqu¨ª para consolidar proyectos, sean audiovisuales en mi caso o de otro tipo. Tenemos complejo de pobres, no de acentos", explicita el actor.
Sabe mucho de esto Mar¨ªa ?ngeles Martin Prats, ingeniera, profesora e investigadora de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Sevilla, profesional con un papel m¨¢s que relevante en el desarrollo de la avi¨®nica en Andaluc¨ªa y Espa?a. Ha participado en m¨¢s de 70 proyectos industriales y de investigaci¨®n, siendo responsable hasta el momento de 42 proyectos aeron¨¢uticos con transferencia de tecnolog¨ªa a la industria andaluza. Sin embargo, Prats no se conforma con su actividad docente y crea una empresa en 2011 "despu¨¦s de encontrarme con un grupo de ingenieros de diferentes titulaciones, muchos de ellos doctorados, sin posibilidad de trabajar en Andaluc¨ªa. Todos hab¨ªan salido ya fuera, se hab¨ªan formado en el extranjero, pero quer¨ªan volver. Son andaluces y se sent¨ªan con el derecho de vivir en su tierra. Y vivir de su trabajo", recuerda.
Hoy en d¨ªa son 25 ingenieros trabajando en el proyecto Skylife Engineering, ubicado en la Isla de la Cartuja de Sevilla, "una empresa que se cre¨® sin dinero pero basada en el conocimiento, de alto valor a?adido", explica su art¨ªfice. Se trata, apostilla Martin Prats, "de un modelo diferente en Andaluc¨ªa que s¨ª que nos ha servido para romper complejos: una empresa de alta tecnolog¨ªa aeroespacial ubicada en Sevilla y creada por una mujer, de las que muchos ya dijeron 'pero esta qui¨¦n es y qu¨¦ se cree".
Salir para luego volver
"?Y a pesar de todo seguimos teniendo complejos? Pues s¨ª los tenemos", prosigue la tecn¨®loga, que asegura que los motivos para esa baja autoestima son cada vez menores: "nuestra universidad, para los fondos que recibe, est¨¢ muy bien posicionada. En Sevilla hay m¨¢s de 6.000 estudiantes de ingenier¨ªa y estamos dentro de los mejores ranking de excelencia. Hacemos un uso excelente de los pocos recursos que tenemos y estamos haciendo una apuesta ejemplar en el sector aeron¨¢utico desde esta tierra que no solo demanda ingenieros, por cierto, sino que necesita abogados, mercantiles, fiscales, administraci¨®n y direcci¨®n de empresa... de todo!", asegura esta profesora de Avi¨®nica, una asignatura de la que no exist¨ªan ni temarios cuando empez¨®.
Igualmente posicionado se encuentra actualmente el sector vin¨ªcola andaluz. EL PA?S complet¨® la charla con la presencia de Ramiro Ib¨¢?ez Espinar, licenciado en Enolog¨ªa e ingeniero agr¨ªcola natural de Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz) que, tras una trayectoria por diferentes bodegas dentro y fuera de Espa?a, ha creado su propio proyecto, Bodegas Cota 45. Estudioso de la historia de la vi?a del Marco de Jerez, Ib¨¢?ez es una de las voces imprescindibles en la recuperaci¨®n de la memoria v¨ªnica de esta tierra y uno de los productores m¨¢s respetados y admirados entre los aficionados y conocedores de los vinos del sur de Espa?a.
"Ven¨ªamos de un periodo de enorme esplendor en el XIX y principios del siglo XX pero, precisamente coincidiendo con estos 40 a?os de autonom¨ªa, el vino en Andaluc¨ªa ha experimentado m¨¢s tres d¨¦cadas de descenso, han sido tiempos muy malos", reflexiona Ib¨¢?ez. Sin embargo, "ahora mismo nos estamos recuperando, con un momento de gran efervescencia creativa, con mucha gente que est¨¢ haciendo cosas nuevas, que est¨¢ volviendo a apoyarse en la historia y a tomar elementos de calidad de otras ¨¦pocas", asegura.
Para este en¨®logo, el problema del vino andaluz es justo el contrario de otros sectores: "Hemos sido conocidos en el mundo entero con unos alt¨ªsimos est¨¢ndares de calidad y quiz¨¢s morimos de ¨¦xito, tocamos techo. Ahora hay que hacer rentables grand¨ªsimas instalaciones y enormes infraestructuras en un mercado global muy competitivo", explica. A este respecto, Alberto L¨®pez cree que tanto Ramiro Ib¨¢?ez con su bodega, como Mar¨ªa ?ngeles Mart¨ªn Prat y su centro de alta tecnolog¨ªa, son ejemplos de la necesidad de una "reeducaci¨®n" de la clase empresarial andaluza, para apostar por productos propios y no tener que acudir a otro tipo de financiaci¨®n, "casi siempre externa, que como muy cerca est¨¢ en Madrid" para levantar proyectos espec¨ªficos.
A juicio de Lola Pons, Alberto L¨®pez se refiere a "los hist¨®ricos lobbies de poder, tanto econ¨®micos, como educativos o de otro tipo, en Espa?a": "Andaluc¨ªa nunca ha estado presente en ninguno de ellos", protesta la ling¨¹ista que, sin embargo, reconoce, "a veces es muy dif¨ªcil defender la posici¨®n de Andaluc¨ªa en determinados entornos cuando a¨²n estamos en el vag¨®n de cola de muchos listados europeos de fracaso escolar, abandono temprano del sistema educativo, etc¨¦tera. Seamos tambi¨¦n autocr¨ªticos", solicita la catedr¨¢tica.
Acento "de pobres"
La catedr¨¢tica Lola Pons est¨¢ convencida de que el desprecio y la hostilidad hacia el acento andaluz esconde el estigma econ¨®mico y social del hist¨®rico subdesarrollo de Andaluc¨ªa. "Cient¨ªficamente est¨¢ demostrado que no hay rasgos ling¨¹¨ªsticos superiores o inferiores a otros. Esto es el equivalente a decir que hay no razas mejores que otras. Sin embargo, s¨ª es cierto que hay rasgos ling¨¹¨ªsticos que nos suscitan una gran adhesi¨®n y otros que nos provocan rechazo. ?Por qu¨¦ unos s¨ª y otros no? ?por qu¨¦ incluso a veces es cambiante? Las modas tambi¨¦n existen en lo relativo a usos ling¨¹¨ªsticos. Pues simplemente, o nada m¨¢s y nada menos que por el perfil socioecon¨®mico de los hablantes que lo practican", asegura la estudiosa.
Asimismo, Lola Pons asegura que existe una cuesti¨®n de "reflejo medi¨¢tico". "Y no olvidemos que en las ¨²ltimas d¨¦cadas, desde los 80, en todas las producciones audiovisuales, los personajes con acento andaluz sol¨ªan ser siempre los m¨¢s desfavorecidos". A este respecto, el actor Alberto L¨®pez asegura que "muchas veces se da por hecho que un actor con acento andaluz no puede ser nunca un actor de drama. No resulta serio, no te lo crees". A pesar de que la comedia se ha cruzado en su vida con muchos a?os de trayectoria dram¨¢tica y l¨ªrica a su espalda, L¨®pez confiesa que ha asistido a pruebas en las que el director de casting le dijo, sin ambages, "que un actor con mi acento no pod¨ªa hacer nunca el papel de neurocirujano". Una realidad que, no obstante, cree que comenz¨® a cambiar con hitos audiovisuales como la pel¨ªcula Solas, de Benito Zambrano, precursora del cine andaluz en 199; o producciones de gran presupuesto como La Peste, gracias a la que "hemos podido demostrar que aqu¨ª somos punteros incluso en empresas de recreaci¨®n virtual", apostilla el actor.
En cualquier caso, para todos ellos "lo ideal es trabajar aqu¨ª, porque estamos enamorados de nuestra tierra", dice orgullosa la ingeniera aeroespacial, "y convencer al mundo de que aqu¨ª se hacen cosas grandes: las hacemos, las exportamos y las vendemos con nuestro acento andaluz", bromea. Con ese sentimiento de universalizar y externalizar el talento andaluz termin¨® una charla que, como colof¨®n, cristaliz¨® en un mensaje lanzado por Martin Prats a los estudiantes que acudieron a escucharla: "Ten¨¦is que salir fuera, formaros, enriqueceros, pero luego hay que volver".
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