El caso de V¨ªctor Jara entra en su etapa final, 50 a?os despu¨¦s del crimen
El cantautor chileno fue detenido el 12 de septiembre de 1973, transcurrido un d¨ªa del golpe de Estado de Pinochet. La Corte Suprema empieza la vista de su causa
Ha sido una coincidencia que el caso judicial del crimen del cantautor y director de teatro chileno, V¨ªctor Jara, haya llegado a su fase final, a la Corte Suprema, en la v¨ªspera de que Chile conmemore, el pr¨®ximo 11 de septiembre, los 50 a?os del golpe de Estado.
V¨ªctor Jara fue detenido el 12 de septiembre, un d¨ªa despu¨¦s del golpe que lider¨® el general de Ej¨¦rcito Augusto Pinochet (1973-1990), junto a las Fuerzas Armadas, que derroc¨® al presidente socialista Salvador Allende (1970-1973) y arranc¨® con una dictadura de 17 a?os. Hab¨ªa ido a la Universidad T¨¦cnica del Estado (UTE), donde trabajaba, tras escuchar un llamado del mandatario a defender el gobierno de la Unidad Popular (UP).
En el Estadio Chile, donde fue apresado, el cantautor comunista fue torturado y ejecutado junto al director del Servicio Nacional de Prisiones Littr¨¦ Quiroga. V¨ªctor Jara muri¨® el 16 de septiembre. Recibi¨® 44 impactos de bala y su cad¨¢ver fue lanzado a la v¨ªa p¨²blica, donde fue reconocido por transe¨²ntes que avisaron a su esposa, Joan Jara. Ten¨ªa 40 a?os y dos hijas, Manuela y Amanda.
Por el crimen hay siete exmilitares condenados en segunda instancia tras una larga investigaci¨®n del juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel V¨¢squez. Sus sentencias han sido confirmadas, e incluso elevadas, por los tribunales chilenos. Y esta semana, el martes 18, la Sala Penal de la Suprema chilena revisar¨¢ la causa luego que los imputados, que niegan haber participado los asesinatos de Jara y de Quiroga, presentaran recursos de casaci¨®n.
Es una causa judicial que parti¨® en 1978 cuando su viuda present¨® la primera querella por el homicidio del cantautor en el Quinto Juzgado del Crimen de Santiago, patrocinada por el penalista Luis Ortiz Quiroga. Ocurri¨® en plena dictadura, con todo en contra, ¡°en una ¨¦poca en que no se investigaba nada de nada¡±, dice a EL PA?S Nelson Caucoto, el abogado que retom¨® el caso hace 24 a?os y quien alegar¨¢ ante la Suprema. Pero, agrega, que a¨²n as¨ª, hubo algunos avances.
Por ejemplo, a partir de 1979 la justicia chilena env¨ªo decenas de exhortos internacionales para interrogar a chilenos en el exilio que estuvieron detenidos en el Estado Chile, hoy Estadio V¨ªctor Jara. Era una b¨²squeda compleja, pues en ese lugar, del centro de Santiago, hubo miles de personas apresadas por orden de la dictadura. El abogado recuerda que fue Joan Jara quien consigui¨® ubicar a los testigos.
Nelson Caucoto ha dedicado toda su carrera, desde 1973 hasta hoy, a representar a v¨ªctimas de violaciones a los derechos humanos de la dictadura y a sus familias. Y fue en 1999, un a?o despu¨¦s de que Pinochet fue detenido en Londres por orden del exjuez espa?ol Baltasar Garz¨®n y acusado por cr¨ªmenes de lesa humanidad, que Joan Jara y su hija Amanda llegaron hasta su oficina -un lugar peque?o en el centro de Santiago repleto de antiguos expedientes- para plantearle que se reactivara el caso. Entonces llevaba m¨¢s de dos d¨¦cadas cerrado y sin ning¨²n procesado.
Con el reimpulso judicial que viv¨ªa Chile por la detenci¨®n de Pinochet, el abogado pidi¨® el desarchivo del proceso. Sin pausa, present¨® decenas de escritos. ¡°La gran interrogante era saber cu¨¢l era la estructura de mando del Estadio Chile, pero estuve m¨¢s de cinco a?os sin saberlo¡±, rememora. ¡°Le preguntamos al Ej¨¦rcito, la Fuerza A¨¦rea, la Armada, a Carabineros, a la Polic¨ªa de Investigaciones y nadie sab¨ªa...Era manifiesto el inter¨¦s de que no se investigara¡±.
El proceso, nuevamente, se lentific¨®. Frustrado a ratos, pero con audacia, Caucoto pens¨® en otra estrategia. Ocurri¨® en 2004, cuando pidi¨® que declarara la Junta Militar que encabez¨® la dictadura. No todos sus miembros estaban vivos, pero s¨ª Pinochet. ¡°Ese fue un punto de inflexi¨®n¡±, dice el abogado. Aunque el dictador no testific¨® -su defensa lo excus¨® pues hab¨ªa sido sobrese¨ªdo en otro caso, los cr¨ªmenes de la caravana de la muerte, por una demencia subcortical-, su solicitud puso en la agenda p¨²blica el caso de V¨ªctor Jara. Entonces vino una nueva fase: aparecieron los testigos en Chile, entre ellos un exconscripto que entreg¨® informaci¨®n clave. ¡°Debemos tener m¨¢s de 200 declaraciones¡±, apunta el abogado.
La historia judicial es mucho m¨¢s larga y compleja. Pero, finalmente, ha llegado el momento crucial, a 50 a?os del asesinato de V¨ªctor Jara, y que tiene al abogado a punto de dar el ¨²ltimo alegato del caso.
Para Caucoto, que representa tambi¨¦n a la familia de Littr¨¦ Quiroga, que la fase final coincida con la conmemoraci¨®n de los 50 a?os el golpe de Estado en Chile, tiene ¡°de agraz y de dulce¡±.
Parte por lo agraz: ¡°Me da verg¨¹enza que tuvi¨¦ramos que esperar 50 a?os para conocer el resultado de un juicio de un crimen atroz. Pero uno tambi¨¦n tiene que conjugar una serie de factores, porque los juicios en Chile comenzaron reci¨¦n el a?o 2000, cuando se designaron los jueces de derechos humanos con dedicaci¨®n exclusiva. Antes no hubo justicia. No hubo nada¡±.
Termina con lo dulce: ¡°El de V¨ªctor era un crimen que estaba construido para que no se resolviera jam¨¢s, para quedar archivado en el caj¨®n de alg¨²n tribunal. Por eso es tan valioso que se haya llegado hasta d¨®nde se lleg¨®. Porque, con todas las dificultades, si hay compromiso de los jueces, t¨² puedes aclarar todos los cr¨ªmenes¡±.
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