Pinochet muere sin responder de sus cr¨ªmenes
El ex dictador, de 91 a?os, sufri¨® un ataque cardiaco en la habitaci¨®n del hospital
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El dictador chileno Augusto Pinochet falleci¨® ayer a las 14.15, hora local (cuatro horas m¨¢s en la Pen¨ªnsula), a los 91 a?os de edad, despu¨¦s de sufrir una nueva crisis cardiaca en el Hospital Militar de Santiago, donde se encontraba internado desde hac¨ªa una semana y cuando los m¨¦dicos que le trataban pensaban darle de alta el pr¨®ximo martes. La noticia corri¨® como la p¨®lvora por toda la capital chilena y de inmediato miles de personas se echaron a las calles, unas para llorar, las otras para celebrarlo. El hombre que dirigi¨® Chile entre 1973 y 1990 despu¨¦s de perpetrar un golpe de Estado cruento contra el presidente constitucional Salvador Allende estaba en su habitaci¨®n cuando cerca del mediod¨ªa sufri¨® un s¨²bito empeoramiento en su estado.
El dictador fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos donde, a pesar de los esfuerzos, los m¨¦dicos militares no pudieron reanimarlo y pasadas dos horas certificaron oficialmente su muerte. Juan Ignacio Vergara, portavoz del hospital calific¨® de "aguda e inesperada" la ¨²ltima crisis que sufri¨® la salud de Pinochet. Significativamente, ayer se conmemoraba el D¨ªa Universal de los Derechos Humanos.
Pocos minutos despu¨¦s de comunicarse la muerte de Pinochet, a las puertas del hospital comenzaron a concentrarse miles de personas con banderas chilenas para mostrar su apoyo a la figura del dictador. Radio Bio Bio de Santiago cifraba en m¨¢s de 4.000 la cifra de asistentes. En un clima de creciente crispaci¨®n, los concentrados comenzaron a dar vivas al fallecido y a entonar el himno nacional chileno. Veh¨ªculos y transe¨²ntes contrarios a Pinochet fueron atacados y perseguidos, entre ellos un repartidor de pizza cuya bandera roja de la empresa fue confundida con una ense?a comunista. Tambi¨¦n fueron agredidos periodistas de televisiones nacionales.
Varios de los partidarios del dictador trataron de arriar a media asta la bandera que preside el hospital, pero los carabineros -que eran insultados por los manifestantes al grito de "poneos los pantalones"- lo impidieron, ya que esa medida que s¨®lo pod¨ªa ser autorizada por el Gobierno. En el forcejeo, una mujer fue detenida. En algunos recintos militares, sin esperar orden alguna del Gobierno, la bandera chilena se coloc¨® en posici¨®n de luto. Cuando finalmente se hizo lo mismo en el Hospital Militar, los congregados aplaudieron.
El bocinazo se convirti¨® en el s¨ªmbolo de los detractores de Pinochet. Y se pudieron escuchar por todo Santiago. La capital chilena fue escenario de numerosas concentraciones espont¨¢neas. En la c¨¦ntrica Plaza Italia miles de personas, tambi¨¦n enarbolando banderas chilenas y provistas de botellas de champ¨¢n, expresaban su alegr¨ªa por la desaparici¨®n del militar al grito de "asesino, asesino".
Incidentes en La Moneda
Los manifestantes comenzaron a marchar por la Alameda en direcci¨®n a La Moneda, sede oficial de la presidencia chilena. Durante esta manifestaci¨®n se produjeron incidentes cuando varios j¨®venes comenzaron a lanzar botellazos contra la polic¨ªa que utiliz¨® carros provistos de agua a presi¨®n y gases lacrim¨®genos para disolver la marcha. Varias personas resultaron detenidas y en la estampida varios ni?os que acompa?aron a sus padres en lo que se supon¨ªa una demostraci¨®n pac¨ªfica, se perdieron, provocando escenas de gran nerviosismo entre los progenitores. Un manifestante lanz¨® un c¨®ctel molotov contra una ventana de La Moneda, que cerr¨® sus puertas.
A las nueve de la noche, hora espa?ola, la presidenta Bachelet se reuni¨® en su domicilio de Santiago con el ministro de Interior y con el jefe de las Fuerzas Armadas, Oscar Izurieta, para estudiar la situaci¨®n. Bachelet, que no aparecer¨¢ en ning¨²n acto relacionado con las exequias, eligi¨® reunirse en su domicilio como gesto simb¨®lico para no tratar el asunto en La Moneda, bombardeado por orden de Pinochet durante el golpe de 1973.
Al t¨¦rmino de la reuni¨®n el ministro portavoz del Gobierno, Ricardo Lagos Weber, anunci¨® que el funeral se celebrar¨¢ ma?ana a las once de la ma?ana, hora local, en el Patio de Honor de la Escuela Militar de Santiago. El Gobierno chileno ha aceptado permitir que reciba honores como ex jefe de las Fuerzas Armadas dado que fue nombrado para el puesto por un presidente leg¨ªtimo -Allende-, aunque luego liderara el sangriento derrocamiento de quien le puso en el cargo. El dictador, no obstante, no recibir¨¢ honores de Estado. Ayer por la noche las banderas de los cuarteles fueron colocadas a media asta, pero no as¨ª en otros edificios oficiales, como la sede del Ejecutivo.
Despu¨¦s de los honores, los restos del dictador ser¨¢n incinerados y entregados a la familia. Como representante del Gobierno estar¨¢ presente la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot. Lagos Weber asegur¨® que el Ejecutivo velar¨¢ porque se produzca un clima de "tranquilidad y ecuanimidad" y reconoci¨® "la divisi¨®n que provoca en la sociedad chilena la figura del general Pinochet".
La ¨²ltima declaraci¨®n p¨²blica del dictador fallecido ayer fue realizada el pasado 25 de noviembre con motivo de su 91 a?os cumplea?os. En el texto, que fue le¨ªdo por su esposa, Pinochet admit¨ªa su "responsabilidad pol¨ªtica" por los actos cometidos tras el golpe de Estado de 1973.
El Gobierno chileno puso en marcha un plan especial de seguridad para evitar incidentes y enfrentamientos graves. Los carabineros recibieron instrucciones de permitir las manifestaciones de ambos signos siempre que no implicaran peligro. Aunque las Fuerzas Armadas permanecen en situaci¨®n normal varias unidades especiales han sido acuarteladas. Fuentes del Ministerio del Interior citadas por medios locales explicaron que el operativo es similar al que se despliega en previsi¨®n de incidentes cada 11 de septiembre, fecha del aniversario del golpe de Estado.
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