Los jesuitas de Chile reconocen tras medio siglo los abusos sexuales de un cura espa?ol a cinco menores de edad
La investigaci¨®n de la Compa?¨ªa de Jes¨²s contra el sacerdote Jes¨²s Andr¨¦s Vela se abri¨® despu¨¦s de la denuncia realizada por una de sus v¨ªctimas en EL PA?S
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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Desde que fue abusado, a Fredo Killing le result¨® insoportable la idea de asistir al colegio. Empez¨® a faltar a clases y despu¨¦s se ausent¨® para siempre. Cuando cursaba quinto de bachillerato, el cura espa?ol Jes¨²s Andr¨¦s Vela inici¨® el asedio. Primero lo halag¨® con regalos y luego le ordenaba en papelitos que abandonara la clase y se presentara en su habitaci¨®n. Si estuviera vivo, Jes¨²s Andr¨¦s Vela ser¨ªa juzgado como lo ordena la ley, pero muri¨® en 2017. Hace 55 a?os el cura visitaba espor¨¢dicamente Santiago de Chile y aprovechaba para abusar de menores de edad. La Compa?¨ªa de Jes¨²s acaba de comprobar cinco casos de violaciones del sacerdote.
Fredo hab¨ªa tratado de huir de sus recuerdos, pero en cada pisada sobre la tierra volv¨ªan a aparecer. Estudiaba en el San Ignacio Alonso Ovalle, un colegio jesuita en Santiago; ten¨ªa entre 15 y 16 a?os de edad. Un d¨ªa, a mitad de clase, el cura Jes¨²s Andr¨¦s Vela le envi¨® un mensaje a Fredo. Quer¨ªa que fuese a su habitaci¨®n para, supuestamente, darle orientaci¨®n espiritual. Se hab¨ªa ganado su confianza: cada vez que el cura volv¨ªa de Colombia le llevaba souvenirs y lo invitaba para que ambos, en compa?¨ªa de otros j¨®venes, asistieran a retiros espirituales en fincas cercanas. En una ocasi¨®n, el sacerdote le pidi¨® que observara unos grabados puestos sobre el escritorio. De pie, el cura se le aproxim¨® tanto, por detr¨¢s, que Fredo se sinti¨® muy inc¨®modo y sali¨® de all¨ª tan pronto como pudo. Acudi¨® a la habitaci¨®n por segunda vez y, aunque no recuerda las palabras del cura, el abuso que sufri¨® no sabe de olvidos: Jes¨²s Andr¨¦s Vela dej¨® un libro sobre el escritorio y le pidi¨® a Fredo hojearlo. Se puso detr¨¢s de ¨¦l, sin dejarle posibilidad de zafarse, y comenz¨® a restregarse contra el cuerpo de Fredo.
¡ªSent¨ª que el tipo tuvo una erecci¨®n, era obvio. En un momento, me apret¨® m¨¢s fuerte contra el escritorio y tuvo un orgasmo. Qued¨¦ espantado ¡ªrecuerda.
Sali¨® y no volvi¨® nunca m¨¢s a la habitaci¨®n de ese hombre, al que consider¨® ¡°una persona buena¡± hasta el d¨ªa del abuso. Estaba confundido, su rendimiento en el colegio comenz¨® a bajar, ment¨ªa para no ir a clases y, en mitad del a?o escolar, decidi¨® retirarse definitivamente para no regresar ni a ese ni a ning¨²n otro colegio. Solo le faltaba un a?o para terminar el bachillerato. Sus padres le contrataron profesores particulares para que culminara los estudios y asisti¨® a ex¨¢menes libres. Sin embargo, a nadie revel¨® sus razones ocultas. Habl¨® por primera vez del tema con su hermano despu¨¦s de mucho tiempo.
¡ªUno siente verg¨¹enza. Uno dice: ¡°?C¨®mo pudo pasar esto?¡±. Me sent¨ª violado, mi confianza en ¨¦l fue violada ¡ªdice por tel¨¦fono desde Colorado, Estados Unidos, donde vive actualmente.
Fredo tiene hoy 71 a?os y no es la ¨²nica v¨ªctima. El primer denunciante dio a conocer su caso a EL PA?S en junio pasado. En id¨¦nticas circunstancias, el mismo cura Jes¨²s Andr¨¦s Vela abus¨® de Felipe C¨¢ceres Pizarro. Nadie hab¨ªa insinuado p¨²blicamente siquiera una sospecha en contra del cl¨¦rigo que falleci¨® a los 93 a?os en Colombia, donde fue director de la Casa Ignaciana de Juventud en Bogot¨¢ y profesor de Teolog¨ªa de la Universidad Javeriana. Gur¨² en temas pastorales y misioneros de la iglesia, hab¨ªa publicado ocho libros. Naci¨® en 1924 en Salamanca y se estableci¨® en Colombia, aunque antes hab¨ªa estudiado en Brasil. Cuando visitaba Chile, impart¨ªa talleres a padres de familia, estudiantes y a otros curas.
Felipe C¨¢ceres hab¨ªa denunciado su abuso en 2019 ante los jesuitas chilenos, pero pasaron a?os y su causa permaneci¨® engavetada. En 2022 viaj¨® a Colombia para hablar con el provincial de los jesuitas y fue cuando se enter¨® de que Jes¨²s Andr¨¦s Vela ya hab¨ªa muerto.
La investigaci¨®n por la Compa?¨ªa de Jes¨²s en Chile se inici¨® el 26 de julio pasado, un mes despu¨¦s de la denuncia de EL PA?S. Fue encargada a Waldo Bown, abogado penalista contratado por los jesuitas chilenos. Bown recibi¨® la declaraci¨®n de seis denunciantes hombres, pero determin¨® la plausibilidad de abuso sexual en cinco casos. Uno de ellos, seg¨²n el comunicado emitido por los jesuitas, ¡°no pudo ser corroborado por no contar con antecedentes suficientes¡±. Los hallazgos de la investigaci¨®n ratifican las acusaciones de violaci¨®n que se dieron entre 1965 y 1969 denunciadas por este diario el pasado junio con el caso de Felipe C¨¢ceres.
Bown hab¨ªa investigado al sacerdote Renato Poblete, muerto tambi¨¦n, y lo encontr¨® culpable de abusar de 22 mujeres, entre las que se encontraban cuatro menores de edad. El cura Poblete era toda una celebridad en Chile: hab¨ªa una estatua de ¨¦l en un parque fluvial que llevaba su nombre y, en 2009, fue condecorado por la presidenta Michelle Bachelet con el Premio Bicentenario. Tras las denuncias, el Gobierno de Chile retir¨® el premio, la estatua de bronce, las placas y el nombre del parque. El abogado laico tambi¨¦n investig¨® y hall¨® responsable de abusos sexuales al sacerdote Jaime Guzm¨¢n Astaburuaga, quien fue expulsado de la congregaci¨®n.
El resultado de la investigaci¨®n por el caso de Jes¨²s Andr¨¦s Vela fue enviado a la Provincia de Colombia, donde tambi¨¦n deber¨ªa ser investigado. ¡°Nos causa profundo dolor la ocurrencia de hechos como estos, m¨¢s a¨²n cuando han ocurrido al interior de nuestras instituciones. Manifestamos nuestro pesar y condenamos cualquier tipo de abuso¡±, se lee en el comunicado de los jesuitas chilenos.
Hasta el momento, la Compa?¨ªa de Jes¨²s de Chile no ha pagado a las v¨ªctimas ninguna indemnizaci¨®n, solo les ha ofrecido ¡°terapias psicol¨®gicas¡± gratuitas por un periodo de dos a?os. Para C¨¢ceres es satisfactorio que hayan encontrado m¨¢s casos. ¡°Yo ten¨ªa la sospecha de que no era el ¨²nico, pero era m¨¢s de lo que yo pensaba¡±, dice Felipe, quien recalca que hay otras v¨ªctimas que no quisieron declarar.
Cuando ocurrieron los hechos, las v¨ªctimas ten¨ªan entre 13 y 15 a?os. Hoy, son hombres entre los 68 y 72. Fredo Killing dice que nunca olvidar¨¢ ese agrio momento hasta el d¨ªa que se muera. ¡°Para m¨ª lo importante es que se sepa la verdad, que ese sacerdote no aparezca como una eminencia, como un santo, porque no lo es. Es un ped¨®filo¡±, sentencia.
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