La metamorfosis del municipio chileno de Padre Hurtado: de la paz rural a restos humanos en sus canales de riego
El alcalde socialista urge al Gobierno de Boric a que env¨ªe militares para colaborar con los agentes de seguridad. ¡°Para los narcos es muy f¨¢cil venir a una comuna donde no hay presencia policial¡±, dice en un recorrido por la zona
El pasado agr¨ªcola del municipio de Padre Hurtado, en el surponiente de la Regi¨®n Metropolitana de Santiago, queda al descubierto por la cantidad de canales de riego que atraviesan la zona rural. Ahora ya casi no se ven hortalizas o frutales en los predios, pero el agua encauzada sigue su curso por el territorio habitado por unas 80.000 personas. A primera hora de la ma?ana del pasado martes una vecina de la Villa Los Maitenes divis¨® unos objetos en el canal de regad¨ªo Santa Cruz, al costado de su casa, que llamaron su atenci¨®n. Parec¨ªan restos humanos. Llam¨® a la seguridad municipal y estos, junto a las polic¨ªas, confirmaron que se trataba de un antebrazo y una mano. Un par de semanas atr¨¢s, encontraron una pierna en otro canal de la comuna. Los escandalosos hechos que se acumulan en la otrora comuna tranquila a las afueras de la capital impulsaron al alcalde socialista Felipe Mu?oz a sumarse a sus colegas que le han pedido al Gobierno de izquierdas de Gabriel Boric que env¨ªe militares a sus zonas para apoyar la labor de Carabineros.
Padre Hurtado, que debe su nombre al primer santo cat¨®lico chileno despu¨¦s de que creara un centro de espiritualidad en un terreno regalado por el latifundista y productor de leche Alberto Tagle Ruiz, es un municipio que tiene apenas 30 a?os. Los vecinos mayores recuerdan su infancia y juventud jugando entre el polvo en los veranos y en el barro los inviernos. Era un pueblo donde se conoc¨ªan entre todos. Ahora, con una poblaci¨®n que se ha duplicado en 20 a?os, est¨¢ convertida en una ¡°comuna dormitorio¡±. Sin industria, los habitantes se trasladan a trabajar principalmente a los populares municipios con los que colinda: Maip¨², el segundo m¨¢s poblado de Chile, y Cerrillos, que cuenta con un cord¨®n industrial. A sus casas llegan solo a dormir.
Tres a?os atr¨¢s se instal¨® la primera sucursal bancaria y acaba de llegar una l¨ªnea del Transantiago, el sistema de transporte p¨²blico capitalino. Lo m¨¢s grave para muchos es que todav¨ªa no cuentan con una comisar¨ªa de Carabineros. Solo existe una subcomisar¨ªa, con 35 agentes que se dividen en tres turnos al d¨ªa. Esta es la gran cruzada del alcalde Mu?oz, de 37 a?os, que atiende este jueves a EL PA?S en el terreno dispuesto para el anhelado cuartel policial. Explica que una d¨¦cada atr¨¢s el panorama comunal comenz¨® a cambiar con la llegada del narcotr¨¢fico y puntos de ventas en poblaciones conflictivas.
¡°Hoy es f¨¢cil para el delincuente, el narcotraficante, decir me voy a ir a Padre Hurtado: hay poco polic¨ªa, no se hace inversi¨®n por parte del Estado en materia de seguridad, es extensa, tengo donde escaparme, hay villas donde puedo hacer lo que quiero, puedo tenerlos a todos atemorizados, porque en definitiva no hay presencia policial¡±, plantea el alcalde. En la comuna hay 0,4 agentes de carabineros por cada 1.000 habitantes. La media nacional es de 2,5.
Adem¨¢s, despu¨¦s de la pandemia los proyectos de viviendas sociales han recibido a habitantes que no eran del municipio. El sector donde quiere que se construya la comisar¨ªa, ¡°donde hay situaciones de inseguridad bastante importantes¡±, est¨¢ formado por villas de casas de bajo coste, subsidiadas, donde viven 700 familias. Solo el 10% de las ayudas fueron a dar a los locales. El grueso proviene de campamentos ilegales y hay chilenos y extranjeros. Para los vecinos nacidos y criados en el municipio, el punto de inflexi¨®n fueron las revueltas de 2019. Desde entonces, nada volvi¨® a ser como antes. Rosa Martinez, de 58 a?os, atiende un puesto de comida en la conocida como Plaza de Armas desde hace dos d¨¦cadas. ¡°Antes del estallido cerr¨¢bamos a las dos de la madrugada. Ahora a las 21.00 horas porque ya no hay nadie circulando en la calle¡±, comenta. Un exmilitar retirado de 67 a?os agrega que por la noche se camina con miedo, porque ¡°uno ya no sabe con qu¨¦ se va a encontrar¡±. ¡°Te pueden asaltar con un cuchillo o un arma¡±, apunta.
Los homicidios han experimentado un alza del 30% en un a?o en Chile, se ha incrementado el uso de armas de fuego para cometerlos y la cantidad de imputados desconocidos en los asesinatos. Esta nueva criminalidad ha expandido sus tent¨¢culos fuera de las metr¨®polis. La primera gran alarma en Padre Hurtado reson¨® en todo el pa¨ªs. El pasado octubre mataron a quemarropa a plena luz del d¨ªa a Sabrina Dur¨¢n Montero, l¨ªder narco e influencer en Tiktok. Los disparos al mediod¨ªa ocurrieron a 100 metros de dos colegios. A finales del a?o pasado asesinaron a un ni?o de cinco a?os por un presunto asunto de cuentas entre narcotraficantes en la Villa Las Aralias.
¡°No tenemos como otras comunas zonas donde el narco se ha tomado villas completas y donde no pueden entrar las polic¨ªas. S¨ª hay lugares que tienen m¨¢s incidencia de delitos y de denuncias por tr¨¢fico de droga y fuegos artificiales en los sectores perif¨¦ricos. Un carro de la polic¨ªa que sale de la subcomisar¨ªa tarda 15 minutos en llegar a Las Aralias. Desde aqu¨ª, donde queremos que est¨¦ la comisar¨ªa, son tres minutos¡±, apunta Mu?oz.
Los vecinos que habitan las zonas rurales (el 70% del municipio) le han contado al alcalde que les han llegado a comprar 10 hect¨¢reas de terreno en efectivo. ¡°Los soldados se est¨¢n instalando en los barrios y quiz¨¢ los jefes est¨¢n comprando parcelas, arrancando de los operativos que se hacen en Maip¨², Santiago, Providencia, donde hay m¨¢s presencia policial. ?Y qu¨¦ es lo m¨¢s cercano y tranquilo? Padre Hurtado¡±, lamenta el alcalde. Junto a otros l¨ªderes municipales ha liderado las peticiones para que la Administraci¨®n de Boric env¨ªe militares a su territorio. Sobre si le conflict¨²a ser socialista para realizar la petici¨®n, responde: ¡°Si seguimos con las mezquindades pol¨ªticas basadas en la ideolog¨ªa, no vamos a avanzar. Soy un socialista que creci¨® en democracia. (...) Hoy hay que pensar en c¨®mo dejamos de lado toda esa historia pasada y nos ponemos a pensar c¨®mo mejoramos la calidad de vida de nuestras personas¡±.
Los militares no tienen facultades para ejercer roles de seguridad urbana. ¡°Pero hay militares que han ido a hacer misiones de paz donde los preparan para hacer el trabajo de orden p¨²blico y seguridad¡±, plantea Mu?oz. ¡°Pedimos que colaboren con las polic¨ªas. No que vengan los militares con sus tanquetas, tiren a todos al suelo y empiecen a revisar a la gente o hagan allanamientos. Los delitos se cometen en veh¨ªculos que no tienen la documentaci¨®n al d¨ªa. Cuando los realizan extranjeros, generalmente no cuentan con documentaci¨®n. ?C¨®mo podr¨ªan ayudar los militares? Haciendo controles de identidad y vehiculares, lo que permitir¨ªa que se minimizara la comisi¨®n de delitos¡±, a?ade.
Otro problema que tiene Padre Hurtado es que las acciones contra la delincuencia de sus vecinos como Maip¨² o Cerrillos, repercuten directamente en la din¨¢mica comunal. La feria libre del municipio rural, por ejemplo, se llen¨® de vendedores ambulantes cuando los sacaron de la Plaza Maip¨², relata. Y el reciente desalojo de un barrial ilegal que se realiz¨® esta semana en ese mismo municipio de Maip¨², teme que derive en que se trasladen a su zona. ¡°Hay movilidad del delincuente. Mientras m¨¢s presencia policial hay en un sitio, se van al de al lado. Son como las palomas. No se puede remover a una comunidad si no hay un plan para que se instalen¡±, sostiene. Le gustar¨ªa que el Estado se hiciera presente, pero hasta ahora sostiene que eso no ha ocurrido.
Para Mu?oz, el Gobierno de Boric deber¨ªa poner el foco en respuestas ¡°m¨¢s concretas que en los diagn¨®sticos, que ya est¨¢n hechos¡±. Sobre la treintena de leyes de seguridad que se han aprobado, el alcalde se pregunta c¨®mo la gente normal, de un municipio peque?o como el suyo, puede ver los aportes de esas nuevas normativas. ¡°La gente no tiene miedo a los n¨²meros¡±, dice, sino a que lleguen las maras salvadore?as, a que maten a una joven a plena luz del d¨ªa, a que asesinen a un ni?o de cinco a?os y a que aparezcan restos humanos en los canales de riego.
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