?scar Landerretche: ¡°Es muy dif¨ªcil que el Gobierno de Boric termine con logros reales. Por eso enfatiza en las 40 horas o el salario m¨ªnimo¡±

?scar Landerretche, economista, expresidente de la cupr¨ªfera estatal Codelco y acad¨¦mico de la Universidad de Chile, ve un complejo panorama para la Administraci¨®n de izquierdas del presidente Gabriel Boric, que intenta echar adelante dos de sus reformas clave, la de pensiones y la tributaria, cuando le queda un a?o y medio para terminar su mandato. Con pa?os fr¨ªos, el militante socialista dice que si el Gobierno logra sacar un acuerdo previsional, no solo ser¨¢ ¡°mucho m¨¢s peque?o de lo que se pensaba¡±, sino que, de concretarse, ser¨¢ ¡°casi un milagro legislativo¡±.

Laderretche tambi¨¦n ve ¡°muy dif¨ªcil¡± que la actual Administraci¨®n deje alg¨²n legado. Para ¨¦l, el aumento del salario m¨ªnimo, una promesa de campa?a de Boric que acaba de concretar, y la jornada de 40 horas, que rige desde abril, son dos logros con un impacto ¡°acotado¡±.

A este panorama adverso, se suma un clima pol¨ªtico crispado por las elecciones municipales de octubre. Todo, en medio del alza por tramos del costo de las cuentas de luz desde el 1 de julio (al 2025 el incremento llegar¨¢ al 50% en las boletas) por una deuda con las generadoras el¨¦ctricas que hoy suma 6.000 millones de d¨®lares, acumulada por el congelamiento en las tarifas por dos leyes: una en 2019, en medio del estallido social, durante la Administraci¨®n del exmandatario de la derecha tradicional Sebasti¨¢n Pi?era, y otra en 2022, por la crisis de la pandemia, ya con Boric en La Moneda. Y si bien en mayo el Congreso aprob¨® la normativa de estabilizaci¨®n tarifaria liderada por el ministerio de Energ¨ªa, que dio curso al incremento escalonado junto a un subsidio para los m¨¢s vulnerables, ahora, y a contrarreloj, el Ejecutivo ¨Cpresionado por el propio oficialismo ¨C, impulsa otro proyecto para ampliar el beneficio.

Pregunta. ?En qu¨¦ momento del Gobierno de Boric llega el alza de la luz?

R. Estas alzas tienen tres partes: la que corresponder¨ªa normalmente; lo que hay que compensar por las que no hiciste; y los intereses acumulados. Son muy inconvenientes, porque tenemos elecciones. Adem¨¢s, la narrativa del Gobierno ahora es que son partidarios del crecimiento y la estabilidad y esto les friega [estropea] un poco ambas cosas porque dificulta bajar la inflaci¨®n ¨Caunque ya est¨¢ en un rango bastante manejable¨C, lo que puede demorar que el Banco Central baje m¨¢s agresivamente las tasas de inter¨¦s y eso encarece el cr¨¦dito. La inflaci¨®n el¨¦ctrica no solamente afecta a los hogares, tambi¨¦n a las empresas. Ya lo dijo la gente de la miner¨ªa, pero el problema es la peque?a empresa, que si le metes un chancacazo [golpe fuerte] de 30-40% de alza, es importante. Al Gobierno le molesta el alza electoral e inflacionariamente, y desde el punto de vista de la reactivaci¨®n econ¨®mica. Este caso es muy revelador de varios problemas que tenemos en la pol¨ªtica.

P. ?Es una demostraci¨®n de la irresponsabilidad pol¨ªtica?

P. S¨ª, y de algo a¨²n peor, la disposici¨®n a enga?ar. Si bien en el mundo de las pol¨ªticas p¨²blicas y los parlamentarios que la votaron sab¨ªamos que exist¨ªa esta ley, no es cierto que a la poblaci¨®n se le haya dicho ¡®estamos congelando los precios por la v¨ªa de que usted est¨¢ tomando un pr¨¦stamo con las empresas el¨¦ctricas¡¯. Y ahora se les dice: ¡®usted no sab¨ªa, pero nos debe plata¡¯. No est¨¢ bien hacer pol¨ªticas que son beneficios sociales, pero que en realidad las terminan pagando la gente. Es una pr¨¢ctica absolutamente demag¨®gica y completamente sin verg¨¹enza. Lo m¨¢s incre¨ªble es que lo hicieron los gobiernos de derecha y de izquierda. El problema es estructural.

P. ?Va a tener alg¨²n coste pol¨ªtico?

R. En la pol¨ªtica de hoy ser completamente inconsistente, contradictorio, no tener integridad respecto de lo que uno dijo o hizo no tiene ning¨²n costo. Vivimos en una realidad comunicacional en que el ¨²ltimo v¨ªdeo que subiste a Instagram es la realidad, y la gente te lo compra sin problema. El problema al final son los votantes. Lamentablemente, en el ¨²ltimo tiempo, han optado en forma sistem¨¢tica por validar a personas muy discutibles en sus comportamientos.

P. ?Qu¨¦ est¨¢n premiando los votantes?

R. Se le han ofrecido muchas alternativas y han premiado a los demagogos. Es cosa de darse una vuelta por la C¨¢mara de Diputados para darse cuenta de que tenemos un problema. Hay excepciones, pero son minor¨ªa. Si me preguntas si vamos a tener a un Trump o una Giorgia Meloni, no creo que vayamos para all¨¢. Lo que est¨¢ predominando dentro del peligro populista en Chile son los temas de seguridad, por lo tanto, el modelo pol¨ªtico que a uno lo asusta es m¨¢s bien un Bukele que un Milei.

P. Usted ha sido muy cr¨ªtico del Gobierno de Boric, que ha ido cambiando. Hay quienes dicen que se convirti¨® en un socialdem¨®crata. ?Usted qu¨¦ cree?

R. No tengo la menor idea de cu¨¢les son las convicciones de los que act¨²an hoy en pol¨ªtica. Los pol¨ªticos, particularmente los de la generaci¨®n que nos gobierna, realmente creen un mundo virtual, da lo mismo lo que soy o creo, lo que importa es lo que represento, el performance. Esta cr¨ªtica tambi¨¦n es a los pol¨ªticos de derecha j¨®venes. La ¨²nica convicci¨®n de la cual estoy seguro es que quieren tener poder y si el d¨ªa de ma?ana hay que ser neoliberal, van a serlo, y si hay que ser marxista leninista, van a serlo. ?Pero qu¨¦ es lo que realmente creen? No lo s¨¦.

P. ?C¨®mo ve al Gobierno de Boric en los hechos, no en la ret¨®rica?

R. El problema que tiene este Gobierno en los hechos, es que gast¨® dos a?os en la din¨¢mica de la reforma constitucional. Y en los ciclos pol¨ªticos de cuatro a?os, es que en esos dos haces todo lo que puedes. Adem¨¢s, el ministro de Hacienda [Mario Marcel], a quien le tengo mucho respeto y admiraci¨®n, se equivoc¨® con la primera reforma tributaria, estir¨® el chicle demasiado lejos, perdi¨® y se comi¨® casi que el ¨²nico espacio que hab¨ªa quedado. Capaz que puedan sacar un acuerdo previsional, mucho m¨¢s peque?o de lo que se pensaba y que lo hay que hacer, pero va a ser casi un milagro legislativo. Es muy dif¨ªcil para este Gobierno que termine teniendo logros reales, por eso est¨¢n enfatizando en las 40 horas o el salario m¨ªnimo, que son cosas de impacto bastante moderado.

P. ?No tiene gran impacto pasar de un sueldo m¨ªnimo de 350.000 a 500.000 pesos?

R. Si es que t¨² ganaras el salario m¨ªnimo, pero en Chile un 28% a 30% del mercado laboral es informal, por lo que no tienen que respetarlo.

P. El Gobierno calcula que 800.000 personas se ven beneficiadas.

R. Eso dicen. Lo que muestran los papers es que no tiene casi ning¨²n efecto. Los efectos que les gustan a la izquierda, los distributivos, son muy peque?os por la informalidad. Y los efectos nocivos que le gusta enfatizar a la derecha, de que genera desempleo en las pymes, tampoco son reales porque es muy evitable. Es un logro, lo reconozco, pero es mucho m¨¢s acotado en sus impactos y por eso es menos resistido.

P. ?Y las 40 horas?

R. Seg¨²n las estad¨ªsticas del Instituto Nacional de Estad¨ªsticas y las de la Universidad de Chile, antes de la pandemia ya ten¨ªamos un mercado laboral en que las horas de trabajo promedio semanales eran como 40,7. Y todos sabemos que eso se redujo con la pandemia. Los grandes empresarios estaban a favor porque no les afecta.

P. ?Y el legado que dejar¨¢ el Gobierno de Boric?

R. Es muy dif¨ªcil que tenga un legado. Si fuera ministro de Hacienda me concentrar¨ªa en tratar de sacar un aumento de las pensiones. Estos grandes planes de reformular la estructura completa del sistema, creo que es inviable. Tienes que generar un beneficio asociado a alg¨²n tipo de financiamiento, que al final del d¨ªa es alg¨²n tipo de impuesto. Si quieres tener un logro, encuentro muy dif¨ªcil que tengas la posibilidad de hacer algo m¨¢s grande que eso.

P. Hay sectores de la oposici¨®n y la centroizquierda que celebran que el plebiscito haya sido pronto para que el Gobierno cambiara sus planes de reformas y prioridades.

R. Me coloco a la izquierda de esa hip¨®tesis porque Chile s¨ª tiene que hacer transformaciones importantes. Hay un sector del empresariado que le encanta el inmovilismo de la pol¨ªtica chilena, encuentran estupendo lo que ha ocurrido estos ¨²ltimos a?os. Tuvieron un poquito de susto, pero el hecho de que la pol¨ªtica est¨¦ inmovilizada por extremistas de un lado y del otro les encanta. Esa mirada es pan para hoy y hambre para la ma?ana, porque las tendencias de estancamiento del proceso de desarrollo siguen presentes.

P. ?Y c¨®mo ve el proyecto de la derecha?

R. A la derecha la veo con un nivel de cortoplacismo respecto a la inversi¨®n y educaci¨®n. En t¨¦rminos econ¨®micos, creo que hay un debate en el que est¨¢ buscando su nueva alma. Y hay tres que est¨¢n compitiendo: una tradicional, nost¨¢lgica de la revoluci¨®n neoliberal e incluso del autoritarismo de la dictadura; una liberal, moderna, que se parecer¨ªa mucho a los ¡®tories¡¯ ingleses; y una emergente social cristiana, al estilo de la democracia cristiana alemana de Angela Merkel, que combina libre mercadismo con una protecci¨®n social razonable.

P. ?No es muy dif¨ªcil para un votante hilar tan fino?

R. Y es muy dif¨ªcil para un candidato. Uno ve los candidatos presidenciales de la derecha emergente tratando de ordenar este guiso y no es f¨¢cil, porque esta identidad tan cruzada no est¨¢ realmente ordenada por partidos. Creo que es muy importante que encuentren el alma porque si la derecha va a gobernar simplemente por oposici¨®n al Gobierno actual, lo van a hacer igual de mal, pero con sus visiones extremistas. Hay un peligro grande en eso porque adem¨¢s Milei, los fen¨®menos electorales europeos, la desgraciadamente probable victoria de Trump, le tirar¨¢n agua a ese molino. La derecha tiene que hacer una reflexi¨®n muy profunda sobre el modelo ideol¨®gico que le propone el pa¨ªs. Y el peor consejero para encontrar el modelo de una derecha de futuro es la nostalgia.

P. ?Est¨¢ convencido de que el pr¨®ximo Gobierno ser¨¢ de derecha?

R. Es muy probable, no inevitable. Si me hicieras apostar, pondr¨ªa la plata en que va a ganar. Eso no significa que vaya a ser un Gobierno m¨¢s ordenado, ni m¨¢s competente que el actual. Y tengo harto susto porque hay una probabilidad bien alta de que pasemos a una fase de derecha populista.

P. ?Encarnada en qui¨¦n?

R. Eso hay que verlo. Chile era muy estable en que siempre sab¨ªamos como tres a?os antes qui¨¦n iba a ser el siguiente presidente. Aparentemente eso cambi¨® con el estallido y todo el fen¨®meno de Boric, que implosion¨® el sistema pol¨ªtico. Algunos creen que eso va a seguir. Una parte de m¨ª le presta ropa a eso. La otra parte me dice que, claramente, Evelyn Matthei tiene una ventaja gigantesca. Es una persona muy competente que tiene que cocer este guiso extra?o de esta nueva derecha. En el mercado de apuestas le pondr¨ªa algo de plata a que va a ganar en Matthei y algo a que aparecer¨¢ un caballo negro.

P. ?El proyecto de la derecha se desvirt¨²a con la aparici¨®n de republicanos?

R. Creo que el ¨²nico proyecto que ha tenido la derecha es el pi?erismo. Pi?era era un tozudo, completamente imparable y adem¨¢s ten¨ªa plata, por lo tanto, no ten¨ªa que pedirle permiso a nadie. Era una especie de derecha pro mercado, pero bastante liberal, en lo social y en derechos humanos. Esa mezcla era muy inc¨®moda para la derecha, pero Pi?era lleg¨® y la impuso. Y termin¨® copando RN, pero tambi¨¦n a la UDI. Por eso aparece Jos¨¦ Antonio Kast. El proyecto Pi?era fue exitoso, gobern¨® dos veces. Pero no tienen en este momento un reemplazo de eso.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.