Las huellas en Chile de Maickel Villegas, el principal sospechoso del crimen del opositor venezolano Ronald Ojeda
Tras ser extraditado desde Costa Rica, ha quedado en prisi¨®n preventiva en Santiago. Previo al asesinato que se le imputa trabajaba en una bodega y, seg¨²n su defensa, ¡°estaba en su mejor momento¡± laboral
Maickel David Villegas Rodr¨ªguez, uno de los sospechosos del crimen del exmilitar y opositor al r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro, Ronald Ojeda Moreno, ocurrido en febrero en Santiago, ha enfrentado a la justicia chilena despu¨¦s de ser extraditado el martes por autoridades de Costa Rica. Este mi¨¦rcoles, el Tercer juzgado de garant¨ªa de Santiago ha dictaminado que deber¨¢ permanecer en prisi¨®n preventiva durante la investigaci¨®n del caso debido a que representa un peligro para la seguridad de la sociedad y tambi¨¦n para evitar su posible fuga.
Aunque la investigaci¨®n del asesinato del disidente todav¨ªa se encuentra reservada, la audiencia de formalizaci¨®n de cargos en contra de Villegas, el segundo detenido por el caso, ha sido separada y se ha permitido por primera vez el acceso al p¨²blico. El imputado, de 28 a?os y nacionalidad venezolana, se encuentra en el Recinto Penitenciario Especial de Alta Seguridad (REPAS), la principal c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad en el pa¨ªs sudamericano, desde donde se conect¨® por la plataforma Zoom para escuchar su formalizaci¨®n por los delitos de secuestro con homicidio.
El secuestro y asesinato del exmilitar conmocion¨® a Chile, y tambi¨¦n gener¨® tensi¨®n por varios meses a los gobiernos de Gabriel Boric y de Maduro, luego que el fiscal H¨¦ctor Barros, que investiga el caso, se?alara que el m¨®vil del crimen de Ojeda fue pol¨ªtico. Este mi¨¦rcoles, Barros ha relatado en la audiencia algunos de los hechos que involucran al sospechoso. Fue el 20 de febrero, aproximadamente a las 23:00 horas, cuando Villegas se instal¨®, junto con un adolescente de 17 a?os ¡ªtambi¨¦n venezolano¡ª, en las afueras de un edificio donde viv¨ªa Ojeda, en el municipio de Independencia, en Santiago, para esperar en un autom¨®vil perteneciente a su cu?ado, marca Chevrolet Sail, durante varias horas a que salieran los secuestradores del disidente, que iban disfrazados de detectives de la Polic¨ªa de Investigaciones (PDI). Ya el 21, cerca de las 3:11 horas de la madrugada, vio a Ojeda con cuatro de sus captores salir de su domicilio. Lo primero que hizo fue sacar su tel¨¦fono IPhone para grabarlo: parado en una vereda, vestido solo con su ropa interior y tomado a la fuerza.
Los secuestradores situaron al exteniente en una posici¨®n que permiti¨® realizar el video a Villegas, quien luego lo envi¨® a un destinatario, a la vez que intercambiar¨ªa mensajes, seg¨²n la versi¨®n de su acompa?ante dada, anteriormente, al Ministerio P¨²blico. El mismo adolescente, el primer detenido y condenado a cinco a?os de reclusi¨®n en un r¨¦gimen mixto por el caso, asegur¨® que le pregunt¨® a Villegas por qu¨¦ grababa, a lo que ¨¦l respondi¨®: ¡°?Son polic¨ªas!¡±.
Luego, ambos emprendieron un recorrido en el autom¨®vil Chevrolet Sail, donde ofrecer¨ªan apoyo a los otros involucrados en el secuestro que, inicialmente, se trasladaron en un veh¨ªculo Nissan Versa, color gris, con baliza azul (parecido a los de la PDI). Este ¨²ltimo auto se ¡°descompuso¡±, seg¨²n la Fiscal¨ªa, por lo que debi¨® ser abandonado ¡ªdejando huellas¡ª y los involucrados en el delito se distribuyeron entre el autom¨®vil conducido por Villegas (tres de los otros implicados suben con ¨¦l), cuyo copiloto es el adolescente, y en uno m¨¢s, de marca Hyundai I.
Para el fiscal H¨¦ctor Barros, las se?ales apuntan a que el secuestro de Ojeda fue coordinado desde Caracas, al igual que la orden de su asesinato debido al perfil de la v¨ªctima, la organizaci¨®n del delito y que no se ha pedido rescate. Seg¨²n la autopsia, el exmilitar pudo morir entre las 24 y 72 horas despu¨¦s del plagio. Su cuerpo fue encontrado el 1 de marzo, en una maleta, cubierto con cal y enterrado bajo 1,4 metros de profundidad, en un asentamiento precario en el municipio de Maip¨², en la zona occidente de Santiago.
Los Piratas del Tren de Aragua
Villegas fue asistido por una abogada privada en su audiencia, quien argument¨® que, supuestamente, el imputado fue amenazado con un arma de fuego por el adolescente que le acompa?¨® para cometer los delitos. Pero la versi¨®n del menor, que se encuentra en prisi¨®n, es que el extraditado est¨¢ vinculado a una facci¨®n de la organizaci¨®n trasnacional criminal Tren de Aragua, llamada Los Piratas, que operar¨ªan en Calama y parte de Santiago de Chile.
El sospechoso, que no ten¨ªa antecedentes penales antes del crimen de Ojeda y llevaba siete a?os con residencia legal en Chile, trabajaba como jefe de una bodega y viv¨ªa en el municipio de La Granja, en la Regi¨®n Metropolitana. Su abogada defensora asegur¨® que el imputado no ten¨ªa necesidad de delinquir y que le habr¨ªa dicho que estaba ¡°en su mejor momento¡±.
El rastro que involucr¨® a Villegas con el delito fue que dio sus datos en una estaci¨®n de combustible, para acumular puntos de descuentos, en el municipio de San Ram¨®n, en la zona sur de la capital chilena. Fue en ese momento que pag¨® con su tarjeta de cr¨¦dito e introdujo su n¨²mero de c¨¦dula de identidad en Chile y fue rastreado por las autoridades. Desde entonces apag¨® su tel¨¦fono celular, y solo lo encendi¨® nuevamente el 25 de marzo en Colchane, en el extremo norte del pa¨ªs, una vez que estaba cruzando ilegalmente la frontera entre Chile y Bolivia. Ya, en ese momento, ten¨ªa una orden de captura por el crimen de Ojeda.
No hubo rastros de ¨¦l hasta el 12 de julio, cuando autoridades migratorias de Costa Rica detectaron que intent¨® atravesar el cruce fronterizo Paso Canoa, lim¨ªtrofe con Panam¨¢, y fue arrestado por detectarse que estaba solicitado por delitos en Chile.
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