¡°No debemos culpabilizar a los ciudadanos, sino ayudarles a que cumplan las medidas¡±

Los ciudadanos conocen las normas, las cumplen, se f¨ªan de los cient¨ªficos y tienen un sentido de responsabilidad hacia los dem¨¢s. A punto de acabar el a?o de la pandemia, parece extra?o insistir en ese mensaje de rara normalidad en medio del ruido diario de la controversia pol¨ªtica y las cifras de muertos y hospitalizaciones. Pero es lo que muestran los datos del estudio Cosmo-Spain, impulsado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) para conocer c¨®mo perciben los ciudadanos los riesgos de la covid y las restricciones que provoca. La investigadora Carmen Rodr¨ªguez Bl¨¢zquez (C¨¢diz, 1971), del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa, trabaja en ese estudio, que acaba de presentar los datos de su tercera oleada, recogidos a finales de noviembre, cuando las vacunas se comenzaron a materializar como una herramienta real que nos ayude a superar esta crisis sanitaria global. El porcentaje de espa?oles que afirma que la covid les hace sentir deprimidos ha aumentado ligeramente respecto a la encuesta anterior (hasta un 42%). La mitad de los encuestados cree que ya se est¨¢ viviendo lo peor de la pandemia y el 80% responde que los sitios concurridos en espacios cerrados son los m¨¢s peligrosos, seg¨²n datos de este trabajo, coordinado por el Instituto de Salud Carlos III en colaboraci¨®n con el Ministerio de Sanidad, la OMS, la Universidad de Murcia y la Universidad de C¨¢diz.

Pregunta. ?Cu¨¢les son las principales novedades de la tercera ola?

Respuesta. Lo m¨¢s importante es que la gente cumple, sigue manteniendo las medidas preventivas b¨¢sicas de uso de mascarilla en m¨¢s de un 90%, ventilan espacios cerrados... Se ha hecho una buena difusi¨®n, eso hay que reconoc¨¦rselo a los medios, que han hecho bastante para difundir ese conocimiento b¨¢sico sobre las medidas preventivas. Y la gente responde muy bien en ese sentido. Incluso la mayor¨ªa de la gente mira si su mascarilla cumple la normativa. Ha bajado un poquito el porcentaje de personas que estar¨ªa dispuesta a vacunarse, aunque hay que tener en cuenta que la pregunta que nosotras hacemos es ¡°si ma?ana estuviera disponible¡± y la gente dice ¡°ma?ana mismo, no creo¡±. De hecho, si preguntas las razones para no vacunarse, m¨¢s del 50% te dice que esperar¨ªa a una siguiente vacuna. Creo que no es mala noticia, en cuanto empiece todo el proceso y la gente vea que est¨¢ funcionando bien, ser¨¢ mucho menos reticente a vacunarse.

P. Hay una percepci¨®n de que las normas son confusas, pero la gente las cumple.

R. Somos bastante optimistas, hay bastante gente que cumple. En los medios muchas veces salen los que no, porque claro, la noticia es la gente que incumple, pero la gente est¨¢ cumpliendo razonablemente bien, tiene un nivel de conocimiento razonablemente alto.

P. ?Hay diferencias notables con otros pa¨ªses?

R. Est¨¢ todo a niveles muy similares. Con quien m¨¢s hemos comparado es con Alemania y nos llama la atenci¨®n que los resultados son muy parecidos. Parece que en Europa la gente tiene un nivel de conocimiento, de percepci¨®n del riesgo y de confianza en las instituciones muy parecida.

P. Si la gente cumple igual de bien en Alemania y Espa?a, ?c¨®mo se explican diferencias tan importantes en la incidencia?

R. Evidentemente en el manejo de la epidemia tiene mucho que la responsabilidad individual, pero tambi¨¦n las circunstancias de cada pa¨ªs, los determinantes sociales son important¨ªsimos. Hay muchos estudios que analizan c¨®mo evoluciona la pandemia en distintas capas sociales, comparando barrios deprimidos con los que no lo est¨¢n, y se ve que esos determinantes sociales son muy importantes. Probablemente la diferencia entre Espa?a y otros pa¨ªses est¨¦ ah¨ª. Si t¨² no facilitas a la gente medidas para teletrabajar o medidas preventivas o si te centras ¨²nicamente en los mensajes negativos: no puedes salir, no puedes ver a tu familia, no, no, no... Eso contribuye mucho a que la gente se canse.

¡°En cuanto empiece todo el proceso y la gente vea que est¨¢ funcionando bien, ser¨¢ mucho menos reticente a vacunarse¡±

P. ?Ha habido una erosi¨®n grave de la confianza en las autoridades?

R. Ha bajado un poquito la confianza en las instituciones en general, pero no ha habido gran erosi¨®n. La confianza en lo que dicen los cient¨ªficos y los sanitarios es la m¨¢s alta. Recomendamos que se utilice esa figura para transmitir la informaci¨®n. En mi opini¨®n, no la deber¨ªan transmitir tanto los pol¨ªticos como los cient¨ªficos o los sanitarios.

P. Por ah¨ª va la estrategia de comunicaci¨®n de la vacunaci¨®n.

R. Es una buena idea, por lo que vemos y por lo que hablamos con otros expertos, que tambi¨¦n lo han percibido. El hecho de que sea un m¨¦dico, personal sanitario, un cient¨ªfico el que d¨¦ la informaci¨®n de la vacuna o de cualquier otra de las medidas aumenta la confianza.

P. De septiembre a noviembre, ha menguado el porcentaje de espa?oles que dudan de la vacuna por el miedo a los riesgos para la salud. ?Va calando el mensaje de que es segura?

R. S¨ª, probablemente. Influye que se vea que ya se est¨¢n aprobando vacunas, que el proceso de vacunaci¨®n est¨¦ ya ah¨ª. En el momento en que el proceso empiece ya de una forma m¨¢s masiva, la gente perder¨¢ ese miedo.

P. ?Qu¨¦ opinan sobre las medidas en caso de rebrotes?

R. La medida m¨¢s aceptada es la de unificar la normativa. La gente se confunde mucho si una autonom¨ªa o un barrio tiene unas medidas u otras cruzando la acera. Y la segunda m¨¢s aceptada, aunque ha bajado un poquito, es confinar las zonas m¨¢s afectadas, que parece que se contradice un poco con la anterior. Hay que tener en cuenta que las medidas m¨¢s dr¨¢sticas tienen costes de todo tipo: emocional, econ¨®mico, laboral muy alto. Por ejemplo, un nuevo confinamiento no es f¨¢cil que se acepte.

¡°La gente est¨¢ dispuesta a cumplir con las medidas preventivas porque se siente responsable de proteger a los m¨¢s vulnerables, no porque los dem¨¢s se vayan a enfadar¡±

P. La gente no es partidaria de confinar ¨²nicamente a los mayores.

R. Nos parece muy positivo porque muestra ese sentimiento de por qu¨¦ van a tener que sufrir solo ellos cuando es una responsabilidad colectiva. Creo que la gente est¨¢ muy concienciada con eso y que tenemos que protegerlos de otra forma.

P. Se ha usado el concepto de fatiga pand¨¦mica para justificar el darle un respiro a la ciudadan¨ªa en Navidad. ?C¨®mo lo ve?

R. Es algo natural, que la gente se canse con un proceso tan largo, tan estresante, con tanto impacto. Las recomendaciones de la OMS inciden en que se facilite a la gente el cumplimiento de las medidas. No se debe culpabilizar nunca a la poblaci¨®n, nunca, sino facilitar, ayudarles.

P. La OMS dice: ¡°No digas ¡®no hagas esto¡¯, sino ¡®hazlo diferente¡±.

R. Si te quieres juntar con gente, vale, pero al aire libre. Hay que dar alternativas, no tanto enfocarte en el ¡°no te puedes juntar¡±, sino a ¡°ve a ver a tu madre, pero queda en el parque¡±. Ese tipo de cosas. El Ministerio de Sanidad tambi¨¦n est¨¢ dando pasos en ese sentido: enfocar la comunicaci¨®n de las medidas de una manera positiva, lo que s¨ª se puede hacer. Su ¨²ltimo anuncio es muy claro en ese sentido: llegas a la casa de tus familiares con la mascarilla, abres la ventana...

P. Destaca en su estudio que el motivo para cumplir no es el reproche social, sino la responsabilidad moral.

R. Lo que vemos es que la gente siente esa responsabilidad, lo hacen por altru¨ªsmo. Ese mensaje que dec¨ªa que de esto salimos todos juntos ayuda mucho. La gente est¨¢ dispuesta a cumplir con las medidas preventivas porque se siente responsable de proteger a los m¨¢s vulnerables.

P. No es tanto por miedo a que los dem¨¢s se enfaden o te averg¨¹encen.

R. Pens¨¦ que a lo mejor habr¨ªa gente que cumple las normas porque no vaya a ser que el de al lado me mire mal. Pues no, realmente hay un sentido de responsabilidad grande, no tanto que los dem¨¢s me vayan a mirar mal o se vayan a enfadar. Eso es positivo y los mensajes de los medios de comunicaci¨®n deben centrarse en eso. Tienen que reforzar esa sensaci¨®n de que, aunque haya medidas m¨¢s pol¨ªticas y administrativas, como las vacunas, los rastreadores o reforzar el sistema sanitario, lo que hacemos individualmente tiene un impacto grande en la pandemia.

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