Lecciones de una pandemia
Por m¨¢s que lleguen las vacunas, sigan atendiendo a los epidemi¨®logos
Pasaremos a?os analizando los efectos de esta pandemia. La tasa de infectados y de muertos, las secuelas persistentes, las consecuencias para la salud mental. La ca¨ªda del PIB, el incremento del paro y el apogeo de la marginaci¨®n. La crisis de un modelo de crecimiento basado en los servicios, el turismo y el ladrillo. Los historiadores seguir¨¢n examinando la distop¨ªa en que vivimos dentro de cien a?os. Pero hay cuestiones m¨¢s urgentes, como todo aquello que la ciencia est¨¢ aprendiendo de la pandemia. Una de las disciplinas esenciales para la gesti¨®n pand¨¦mica ha sido la epidemiolog¨ªa, la ciencia que se ocupa de la propagaci¨®n de las enfermedades y de c¨®mo evitarla. Hasta hace un a?o no sab¨ªamos ni pronunciar esa palabra, y ahora no se habla de otra cosa en el taxi, en las reuniones por Zoom ni en las tres tristes terrazas que quedan abiertas.
En un sentido no trivial, este ha sido el a?o de la epidemiolog¨ªa
Como destaca una pieza editorial de ¡®Nature¡¯, la epidemiolog¨ªa lleva un a?o en el ojo del hurac¨¢n. En los meses iniciales, los datos penosamente recabados sobre los contagios y las muertes, los modelos matem¨¢ticos de propagaci¨®n del virus y las recomendaciones a los gestores sobre las medidas ¨®ptimas ¨Cno siempre atendidas¡ª han guiado la acci¨®n de los gobiernos en todo el planeta, de las mascarillas al distanciamiento, de las cuarentenas al confinamiento. En un sentido no trivial, este ha sido el a?o de la epidemiolog¨ªa.
Fueron los epidemi¨®logos quienes, ya a mediados de enero de 2020, construyeron unos modelos matem¨¢ticos que indicaban que el n¨²mero de casos en Wuhan era mucho, mucho mayor que el que registraban las cifras oficiales. El ya famoso R0 (ritmo reproductivo b¨¢sico), que por encima de 1 significa que una persona infectada contagia en promedio a m¨¢s de una sana, y por tanto la curva crece exponencialmente, estaba entre 2 y 4. Eso no llega a batir la marca mundial del sarampi¨®n (12-18) ni de la varicela (10-12), pero est¨¢ muy por encima de un cl¨¢sico como la gripe espa?ola de 1918 (alrededor del 2). Los epidemi¨®logos tambi¨¦n calcularon otros indicadores fundamentales, como el periodo medio de incubaci¨®n (cu¨¢nto tarda un infectado en desarrollar s¨ªntomas), la fracci¨®n de contagiados que mueren y la forma dr¨¢stica en que la edad afecta a ese par¨¢metro. Poco despu¨¦s demostraron que las personas asintom¨¢ticas trasmiten el SARS-CoV-2, un dato esencial para los pol¨ªticos.
Hoy nos parece a todos que hemos nacido sabiendo eso, pero fue la epidemiolog¨ªa quien nos otorg¨® ese conocimiento en los oscuros tiempos iniciales de la pandemia. Apenas hace un a?o. Y sigue siendo una disciplina esencial para entender la propagaci¨®n de las nuevas variantes y lo que haya de venir despu¨¦s. La velocidad a la que se han desarrollado las primeras vacunas anticovid es un hito cient¨ªfico y biotecnol¨®gico. Pero lo cierto es que ha sido la epidemiolog¨ªa quien se hecho cargo de la crisis durante el primer a?o. Es una investigaci¨®n que se mide en vidas salvadas. Por m¨¢s que lleguen las vacunas, sigan atendiendo a los epidemi¨®logos.
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