M¨¦dicos y jueces negacionistas
Mantened la cabeza fr¨ªa y pegaos a la mejor ciencia disponible
Hay gente que en situaciones de crisis se entrega a una especie de nihilismo ocurrente con unas ra¨ªces emp¨ªricas muy endebles o directamente inexistentes. Esto es justo lo contrario de lo que debe hacer un ciudadano sensato e informado, que es mantener la cabeza fr¨ªa y la confianza en la mejor ciencia disponible. Fuera de ah¨ª solo hay chistes sin gracia y llantos est¨¦riles, la estepa del pensamiento. ?No hab¨ªamos quedado en que los humanos somos los ¨²nicos animales racionales? Pues gan¨¦monos esa venerable y generosa denominaci¨®n, no vaya a ser que los cl¨¢sicos nos hubieran sobrevalorado.
Por si no hubiera producido bastante esc¨¢ndalo la vacunaci¨®n de los alcaldes, concejales y sus familias, de los militares de alto rango y hasta de alg¨²n gerente de hospital, que ya le vale, nos vemos abrumados ahora por obispos que se disfrazan de capellanes para saltarse la cola, y encima ofrecen la penitencia de no ponerse la segunda dosis. Si mal estuvo que se pusieran la primera, peor a¨²n ser¨ªa que rechazaran la segunda, desperdiciando as¨ª un producto valioso sin m¨¢s objeto que hacer las paces con su Dios. Vana pretensi¨®n, pues su Dios no les perdonar¨¢ nunca por ese comportamiento ego¨ªsta y da?ino para su propio reba?o. Rechazar la segunda dosis no es una penitencia, sino una segunda estupidez. La conferencia episcopal no ha dicho ni p¨ªo, por cierto. Tal vez haya m¨¢s vacunados de los que pensamos, o tal vez la jerarqu¨ªa prefiera hacer un voto de silencio antes de confesar un error.
?No hab¨ªamos quedado en que los humanos somos los ¨²nicos animales racionales? Pues gan¨¦monos esa venerable y generosa denominaci¨®n, no vaya a ser que los cl¨¢sicos nos hubieran sobrevalorado
Hay dos historias m¨¢s chocantes a¨²n. Una es la del m¨¦dico Carlos Gonz¨¢lez de la Cuesta, jefe de Alergolog¨ªa del Complejo Hospitalario de Ourense, que ha exhibido su cargo para propagar desinformaci¨®n negacionista. No ya es que no crea en las vacunas, sino que encima dice que son ¡°un experimento gen¨¦tico¡±. No s¨¦ que tendr¨¢ el doctor Gonz¨¢lez contra los experimentos gen¨¦ticos, pero es obvio que no sabe ni de lo que est¨¢ hablando. Cabr¨ªa esperar de un m¨¦dico que siguiera m¨ªnimamente la literatura cient¨ªfica, o al menos que leyera un peri¨®dico de vez en cuando. ?En qu¨¦ facultad le ense?aron medicina? ?Qui¨¦n lo ascendi¨® a ese cargo tan importante? ?Es ese el hombre que determina la atenci¨®n a los pacientes de su servicio hospitalario? Dan ganas de mudarse de ciudad.
La segunda historia es la del magistrado Luis ?ngel Garrido, del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, que ha tumbado las restricciones del Gobierno local a la hosteler¨ªa, suscitando un efecto carambola que ya se est¨¢ empezando a extender por todo el pa¨ªs. Los epidemi¨®logos deploran la resoluci¨®n judicial, porque los indicadores pand¨¦micos est¨¢n bajando, pero siguen por las nubes, y encima se est¨¢ propagando por Espa?a una variante brit¨¢nica m¨¢s contagiosa y probablemente m¨¢s letal que la usual hasta ahora. Pero al juez le da igual todo eso, porque ¨¦l cree que los epidemi¨®logos son unos medicuchos fuleros que han hecho un cursillo.Ese es el hombre que est¨¢ exponiendo a la poblaci¨®n a una cascada de contagios y muertes. ?Por qu¨¦?
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