Cinco razones para desconfiar de la inmunidad de reba?o prevista este verano en Espa?a

El coronavirus no entiende de hitos. El 70% de la poblaci¨®n vacunada, objetivo fijado por el Gobierno espa?ol para este verano, es solo una etapa significativa, pero no es el final. La ¨²ltima carrera es una contrarreloj para alcanzar la inmunizaci¨®n m¨¢s amplia y r¨¢pida posible, seg¨²n los epidemi¨®logos, que permita cercar al virus y limitar su capacidad de infecci¨®n. Mientras tanto, la alta transmisibilidad del SARS-CoV-2, las variantes, la coexistencia de m¨¢s de una cuarta parte de la poblaci¨®n sin inmunizar, la falta de vacunas completamente esterilizantes (que, adem¨¢s de proteger de la enfermedad, eviten su transmisi¨®n) y el comportamiento humano, con una ampliaci¨®n de los contactos sociales en las fases de desescalada, juegan a favor de la pandemia y obligan a desconfiar de la inmunidad de grupo prevista. Estas son las razones:

Transmisibilidad. Es la capacidad de un pat¨®geno para propagarse de un hu¨¦sped a otro. El epidemi¨®logo Antonio Guti¨¦rrez-Pizarraya, doctor e investigador del hospital universitario Valme (Sevilla), explica que el coronavirus es muy transmisible y que ¡°el porcentaje del 70% de inmunizados pensado como inmunidad de grupo puede no ser suficiente para frenarlo¡±. ¡°Cuanto m¨¢s transmisible es un pat¨®geno, mayor es la proporci¨®n de la poblaci¨®n que debe ser inmune para bloquear la transmisi¨®n sostenida¡±, afirma.

Peter English, asesor brit¨¢nico de Salud P¨²blica, coincide con esta advertencia: ¡°La inmunidad de reba?o se relaciona con la capacidad de infecci¨®n de un pat¨®geno¡±. Seg¨²n English, si se toma como referencia el sarampi¨®n, que una sola persona puede contagiar a una media de 15, se precisa que, para conseguir que cada caso contagie solo a una persona o menos, es necesario que las otras 14 est¨¦n vacunadas, lo que implica, al menos, un 95% de la poblaci¨®n. En el caso de la covid, si la transmisibilidad, medida como R0 o n¨²mero reproductivo b¨¢sico, fuera de tres infectados por cada positivo, la cifra del 70% podr¨ªa ser suficiente, pero si se considera que es mayor, la ansiada inmunidad de reba?o podr¨ªa exigir de una vacunaci¨®n de m¨¢s del 85% de la poblaci¨®n.

Variantes. Son las mutaciones del virus con el objetivo de sobrevivir y aumentar su eficacia de propagaci¨®n. En este sentido, Guti¨¦rrez-Pizarraya es optimista en cuanto al comportamiento de las vacunas frente a las variantes que se han ido detectando: ¡°Hasta el momento, ninguna de las variantes es capaz de escapar a la efectividad de las vacunas que tenemos ni es probable que esto ocurra a corto plazo¡±. No obstante, advierte de que el hecho de que alguna variante pueda hacer al pat¨®geno m¨¢s transmisible tambi¨¦n obligar¨ªa a revisar el porcentaje de inmunidad. Kevin McConway, profesor em¨¦rito de la brit¨¢nica Open University, coincide: ¡°Las estimaciones hechas al principio de la pandemia sobre el nivel de inmunidad de reba?o necesario pueden dejar de ser v¨¢lidas, porque las variantes que van siendo predominantes en el Reino Unido son m¨¢s transmisibles que las originales y eso aumentar¨ªa el porcentaje requerido para la inmunidad de reba?o¡±.

En el Reino Unido, con m¨¢s de un 70% de la poblaci¨®n vacunada con una dosis, seg¨²n los datos del Gobierno brit¨¢nico, los contagios diarios registrados esta semana han superado los 5.000 esta semana y la mayor¨ªa de estos nuevos casos se corresponden con la variante india. El Gobierno escoc¨¦s ha decidido frenar la desescalada en la mayor parte de su territorio ante la propagaci¨®n de esta mutaci¨®n.

Cuantos m¨¢s casos cause el SARS-CoV-2, m¨¢s posibilidades tendr¨¢ de desarrollar nuevas variantes que puedan evitar los efectos las vacunas

Karen Levy, profesora de Ciencias de la Salud en la Universidad de Washington

En este sentido, Karen Levy, profesora de Ciencias de la Salud en la Universidad de Washington, advierte: ¡°Cuantos m¨¢s casos cause el SARS-CoV-2, m¨¢s posibilidades tendr¨¢ de desarrollar nuevas variantes que puedan evitar los efectos las vacunas. No le importa si estos casos ocurren en Montana o Bombay. Esta es la raz¨®n por la que ning¨²n ser humano est¨¢ a salvo de la pandemia hasta que la transmisi¨®n est¨¦ controlada en todas partes¡±.

Los no inmunizados. Llegar al 70% de poblaci¨®n vacunada deja a un tercio de la poblaci¨®n sin inmunizar, entre los que habr¨ªa que contar, seg¨²n recuerda Guti¨¦rrez-Pizarraya, no solo a aquellos a los que no le ha llegado el momento por la estrategia de vacunaci¨®n sino tambi¨¦n ¡°a quienes no se quieren vacunar, no pueden por sus condiciones de salud o no han respondido a la dosis¡±.

En este caso, el epidemi¨®logo advierte que hay que considerar el umbral de inmunidad colectiva como ¡°la proporci¨®n de personas inmunizadas a partir de la cual se va a autolimitar la transmisi¨®n en una comunidad porque hay menos personas susceptibles de infectarse¡±. A partir de ese umbral, las personas no inmunizadas se benefician de la protecci¨®n indirecta contra la infecci¨®n.

MacConway se?ala a uno de los grupos que no estar¨¢n inmunizados para verano de seguir el ritmo y la estrategia actual de vacunaci¨®n en Espa?a: los menores de 30 a?os. ¡°Es muy poco probable que enfermen gravemente si est¨¢n infectados, pero pueden contagiarse y pueden transmitir la infecci¨®n a otros¡±. Los grandes pa¨ªses europeos han empezado a vacunar sin restricciones de edad, una estrategia a la que no se ha sumado Espa?a por el momento.

Vacunas no esterilizantes. El epidemi¨®logo espa?ol resalta la sorprendente eficacia de las vacunas para evitar la enfermedad en sus formas graves y la hospitalizaci¨®n y muerte debida a la covid, pero recuerda que las dosis disponibles hasta la fecha no son totalmente esterilizantes, es decir, que no impiden que la persona adquiera el virus, aunque los datos actuales sobre su capacidad de cortar la transmisi¨®n son muy favorables.

En este sentido, Guillermo L¨®pez Lluch, catedr¨¢tico de Biolog¨ªa Celular de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), ha destacado que los vacunados y los curados de la covid pueden transmitir el coronavirus aunque no tengan s¨ªntomas, seg¨²n demuestran diferentes estudios, por lo que resalta la necesidad de que la poblaci¨®n susceptible de contraer la enfermedad sea la menor posible para reducir su incidencia.

En lugar de inmunidad de grupo, quiz¨¢s debamos hablar de controlar funcionalmente la epidemia

Antonio Guti¨¦rrez-Pizarraya, epidemi¨®logo e investigador del hospital universitario Valme

El Consejo Asesor de Alertas de Salud P¨²blica de Alto Impacto de Andaluc¨ªa ha decidido frenar la desescalada por el alto ¨ªndice de contagios, pese a que la media de poblaci¨®n vacunada es similar a la del resto del territorio espa?ol. El consejero de Salud, Jes¨²s Aguirre, admiti¨®: ¡°En incidencia acumulada no vamos bien, ni mucho menos. Hemos bajado mucho la guardia, llamo a la prudencia porque el virus no lo hemos vencido¡±.

Comportamiento humano. Karen Levy recuerda que la transmisi¨®n de este virus es relativamente f¨¢cil y solo precisa de una ¡°actividad que las personas de todas las edades hacen todo el d¨ªa: respirar¡±.

Alexei Tkachenko, investigador del laboratorio Brookhaven de la Universidad de Illinois (EE UU) y autor de un art¨ªculo publicado en PNAS sobre la inmunidad de grupo, afirma que, al igual que no todas las personas tienen la misma susceptibilidad para contagiarse, por su edad, condiciones de salud o por gen¨¦tica, tampoco desarrollan el mismo nivel de vida social en cuanto al n¨²mero de contactos cercanos y la frecuencia con la que interact¨²an con ellos a lo largo de las diferentes estaciones. En este sentido explica: ¡°La heterogeneidad de la poblaci¨®n (estas diferencias individuales en la susceptibilidad biol¨®gica y social) es particularmente importante porque afecta al umbral de inmunidad de reba?o¡±.

Un bajo ¨ªndice de infecci¨®n no es una indicaci¨®n de inmunidad de reba?o de larga duraci¨®n: las ondas posteriores pueden surgir debido a cambios de comportamiento en la poblaci¨®n

Alexei Tkachenko, investigador del laboratorio Brookhaven de la Universidad de Illinois

Tkachenko considera necesario tener en cuenta la actividad social individual porque, seg¨²n su estudio, la inmunidad de grupo puede ser transitoria: ¡°Este es un estado fr¨¢gil que disminuye con el tiempo debido a los niveles cambiantes de actividad social, por lo que un bajo ¨ªndice de infecci¨®n no es una indicaci¨®n de inmunidad de reba?o de larga duraci¨®n: las ondas posteriores pueden surgir debido a cambios de comportamiento en la poblaci¨®n¡±.

A ra¨ªz de todos estos factores, Guti¨¦rrez-Pizarraya advierte de que el objetivo de alcanzar la inmunidad de reba?o solo mediante la vacunaci¨®n puede ser ¡°demasiado ambicioso¡± e insiste en la urgencia de vacunar con la pauta completa de forma masiva y r¨¢pida, mantener la alerta ante la aparici¨®n de variantes m¨¢s transmisibles, replantear el levantamiento de medidas no farmacol¨®gicas de prevenci¨®n y actuar para aumentar la capacidad de cortar la transmisi¨®n. ¡°En lugar de inmunidad de grupo, quiz¨¢s debamos hablar de controlar funcionalmente la epidemia¡±, concluye.

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