As¨ª se sec¨® el Paratetis, un lago m¨¢s grande que el Mediterr¨¢neo que ba?aba el coraz¨®n de Europa
La masa de agua, de la que provienen el mar Negro, el Aral y el Caspio, fue retrocediendo en cuatro grandes fases hasta desaparecer casi por completo hace siete millones de a?os
Megalago de
Paratethys
1.000 km
Dimensiones del lago sobre un mapa actual
Fuente: Dan Palcu, Universidad de S?o Paulo.
Megalago
Paratetis
1.000 km
Dimensiones del megalago sobre un mapa actual
EL PA?S
Fuente: Dan Palcu, Universidad de S?o Paulo.
Megalago
Paratetis
500 km
Dimensiones del megalago sobre un mapa actual
J. A. ?lvarez / EL PA?S
Fuente: Dan Palcu, Universidad de S?o Paulo.
Megalago
Paratetis
500 km
Dimensiones del megalago sobre un mapa actual
J. A. ?lvarez / EL PA?S
Fuente: Dan Palcu, Universidad de S?o Paulo.
Desde el norte de Croacia hasta bien entrado Turkmenist¨¢n. El lago Paratetis, ligeramente m¨¢s extenso que el mar Mediterr¨¢neo, inundaba una superficie de m¨¢s de 2,8 millones de kil¨®metros cuadrados en pleno centro de Europa. Este lago se form¨® hace 9,75 millones de a?os, aunque comenz¨® a secarse progresivamente hasta desaparecer hace 7,65 millones de a?os. Ten¨ªa capacidad para 1,7 millones de kil¨®metros c¨²bicos de agua (algo m¨¢s de un tercio del Mediterr¨¢neo y m¨¢s de diez veces el volumen actual de todos los lagos de agua dulce y salada) y se trata del mayor lago jam¨¢s registrado hasta la fecha. Un estudio publicado en la revista Nature trata de explicar c¨®mo se sec¨® el Paratetis y c¨®mo afect¨® este cambio a la Europa de la ¨¦poca.
Los investigadores, gracias a reconstrucciones paleogr¨¢ficas, mapas de las capas de sedimentos de zonas espec¨ªficas y datos de la l¨ªnea de costa, han diferenciado cuatro fases clave en las que la p¨¦rdida de agua se aceler¨®. En la primera etapa, que tuvo lugar hace entre 9,75 millones de a?os y 9,6 millones de a?os, el nivel de agua se redujo unos 50 metros. En esta ¨¦poca, desaparecieron numerosas especies, lo que indica una importante crisis biol¨®gica para la vida acu¨¢tica, seg¨²n el informe. Del segundo retroceso apenas se tienen datos, ya que ocurri¨® muy cerca en el tiempo de la primera etapa. La tercera gran contracci¨®n redujo el nivel de agua otros 100 metros entre hace 9 millones de a?os y 8,7 millones de a?os. La ¨²ltima reducci¨®n fue la m¨¢s importante e hizo caer el nivel de agua m¨¢s de 250 metros. En este punto, el lago Paratetis se hab¨ªa dividido en varios lagos menores t¨®xicos para la vida animal. Esta fase de la desertificaci¨®n termin¨® hace 7,65 millones de a?os.
Este cambio en el ecosistema del centro de Europa no fue un hecho aislado. Adem¨¢s del importante cambio en la vegetaci¨®n continental que se produjo, los expertos calculan que fue durante esta etapa cuando se formaron los desiertos del S¨¢hara y de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. Dan Palcu, investigador de la Universidad de Utrecht, de la Universidad de Sao Paulo y autor del estudio, considera que ¡°tener una imagen completa de c¨®mo era el interior de Europa nos ayuda a entender mucho mejor estos cambios clim¨¢ticos¡±.
Al igual que ocurri¨® con el agua, el lago fue perdiendo progresivamente su fauna aut¨®ctona. El experto en mam¨ªferos marinos Pavel Gol¡¯din, del Instituto Schmalhausen de Zoolog¨ªa de Kiev (Ucrania), asegura en una nota que el Paratetis contaba entre sus habitantes con delfines y ballenas peque?as. De entre todas las especies que nadaban esas aguas, la m¨¢s conocida es el Cetotherium riabinini, una ballena de unos 3 metros de longitud. ¡°Una gran parte de los animales se extingui¨® antes o durante la etapa de decrecimiento, pero aquellos que sobrevivieron se encontraron en un mundo rico en nutrientes¡±, dice Palcu. ¡°Se crearon nuevas especies y m¨¢s oportunidades para que otras especies se formaran¡±, remata el autor.
Pero la ausencia de agua tambi¨¦n abri¨® nuevas oportunidades para los animales terrestres. ¡°La fauna de Asia Central estaba bloqueada por el lago, pero a medida que este se retir¨® se formaron pasillos para los animales. No fue un ¨¦xodo, fue algo gradual que dur¨® varias generaciones¡±, explica el investigador. Los restos arqueol¨®gicos aportan m¨¢s informaci¨®n sobre la fauna del momento, seg¨²n Isaac Casanovas, investigador del Instituto Catal¨¢n de Paleontolog¨ªa. ¡°En torno al lago, en los momentos en los que hab¨ªa menos agua, evolucionaron una serie de animales que son los que hoy relacionamos con la sabana africana, como ant¨ªlopes o jirafas. Tienen su origen en esta zona e invaden ?frica luego¡±, dice. Algo similar ocurri¨® entonces en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, que se sec¨® y empuj¨® a sus habitantes a desplazarse a ?frica.
Esta laguna ha sido estudiada durante m¨¢s de 100 a?os aunque las conclusiones a las que llegaban los cient¨ªficos no encajaban entre s¨ª. Palcu lo explica como un libro al que la desertificaci¨®n arranc¨® varias hojas: ¡°Cuando el lago se sec¨®, la erosi¨®n elimin¨® muchas de estas p¨¢ginas, as¨ª que tuvimos que encontrar una ubicaci¨®n a la que no hubiera llegado esa erosi¨®n¡±, comenta por correo. ¡°Una vez hallamos la historia completa, pudimos encontrar un sentido a las historias incompletas y empezar a encajarlo todo¡±, dice el experto.
Actualmente, los ¨²nicos rastros del Paratetis que quedan en nuestro mundo son la cuenca del mar Caspio (que sigue siendo un lago) y el mar Negro, que est¨¢ conectado con el Mediterr¨¢neo. El otro vestigio que se mantiene, el mar de Aral, est¨¢ a punto de correr la misma suerte que su predecesor, en lo que Palcu considera ¡°uno de los mayores desastres ecol¨®gicos provocados por el ser humano¡±. ¡°Deber¨ªamos no dar por hecho que las grandes masas de agua interiores van a estar siempre ah¨ª¡±, dice, y advierte de que el mar Caspio corre el riesgo de retroceder a¨²n m¨¢s y desencadenar una cat¨¢strofe natural en la regi¨®n.
¡°Creo que la primera cosa que puede ayudar a mejorar son los modelos clim¨¢ticos. Pero este estudio puede ser extremadamente ¨²til para los antrop¨®logos y los especialistas en mam¨ªferos¡±, cuenta Palcu sobre las posibles aplicaciones del trabajo. En esta segunda aplicaci¨®n se centra Isaac Casanovas: ¡°Conocer la historia del comportamiento de distintas especies, aunque est¨¦n extinguidas, te permite hacer una analog¨ªa y ver c¨®mo se adaptaron entonces. Puedes usar el pasado para predecir lo que pasar¨¢ y tener tiempo de dise?ar una estrategia para prevenirlo. Crear zonas protegidas o asegurarse de conectar las poblaciones de las zonas h¨²medas que puedan quedar para evitar que se empobrezcan gen¨¦ticamente son dos buenas estrategias¡±, resume.
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