El humo volc¨¢nico se vigila desde la cafeter¨ªa de un centro de visitantes de volcanes en La Palma
Una estaci¨®n de investigaci¨®n improvisada controla el comportamiento del penacho y certifica que, de momento, la concentraci¨®n de gases no ha producido un empeoramiento de la calidad del aire
El centro de visitantes del volc¨¢n de San Antonio, situado en uno de los puntos m¨¢s al sur de La Palma, se dedica a divulgar la historia y la ciencia de los volcanes. Pero en dos de sus grandes pantallas ya no se emiten documentales did¨¢cticos o grabaciones de archivo del volc¨¢n Tenegu¨ªa como hasta hace unos d¨ªas: ahora muestran im¨¢genes de la erupci¨®n que est¨¢ arrasando parte de la isla; la divulgaci¨®n es actualidad.
En ese centro hay un cambio m¨¢s importante: desde hace una semana se ha instalado all¨ª el instrumental m¨¢s avanzado para hacerle un marcaje cient¨ªfico al penacho de humo que escapa del volc¨¢n. Esa estaci¨®n improvisada, con equipos llegados desde el centro de investigaci¨®n atmosf¨¦rica de Iza?a, junto al Teide (Tenerife), no ha detectado emisiones que sean peligrosas para la salud, como se?ala su director, Emilio Cuevas: ¡°La concentraci¨®n de gases no ha producido un empeoramiento de la calidad del aire¡±, dice. Adem¨¢s, gracias a estas mediciones, podr¨¢n vigilar y calcular la evoluci¨®n de esa columna gris que apu?ala el coraz¨®n de la isla.
El jefe de sistemas de Iza?a, Ram¨®n Ramos, fue el primero en aterrizar en ese punto de la isla, que les pareci¨® id¨®neo para observar las emanaciones que surgen de Cumbre Vieja. ¡°Hemos asaltado la cafeter¨ªa, la tenemos cerrada, y el d¨ªa que la quieran utilizar... la tenemos hecha un asco¡±, bromea Ramos. All¨ª se instal¨® su peque?o centro de control para ordenadores y otras herramientas; el instrumental cient¨ªfico vigila el penacho desde el techo y el aparcamiento del centro de visitantes. ¡°Al empezar la erupci¨®n vimos la necesidad y la oportunidad de intentar monitorizar la pluma [columna] volc¨¢nica: el tama?o, la distribuci¨®n, los compuestos, de la forma m¨¢s sencilla posible. El domingo lo decidimos, el lunes desinstalamos el instrumental de Iza?a y vinimos el mismo martes; por la noche ya estaba operativa¡±, cuenta el investigador. Esos tres aparatos avanzados analizaban la atm¨®sfera en el observatorio de Iza?a, que pertenece a la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (AEMET).
Todo ese instrumental que viaj¨® de Tenerife a La Palma tiene rodeado al penacho: al sur, en ese centro de visitantes de volcanes, analizan la concentraci¨®n de las part¨ªculas que est¨¢ inyectando el volc¨¢n en la zona, si son finas o gruesas, y la cantidad de gases (como di¨®xido de carbono) que aporta a la atm¨®sfera. Tambi¨¦n cuentan con un ceil¨®metro, una especie de ca?¨®n l¨¢ser que apunta al c¨¦nit, en vertical hacia el cielo, y que inicialmente se desarroll¨® para calcular la altura de las nubes, pero que lee lo que localiza: ¡°Sirve para calcular el perfil de la masa de aire que tenemos por encima, y as¨ª podemos estimar la cantidad de pluma volc¨¢nica¡±.
La emisi¨®n de gases y cenizas superan los 4.000 metros de altura algunos d¨ªas, por lo que pueden ser transportadas a larga distancia por la circulaci¨®n de los vientos
En otra punta de la isla, en Tazacorte, al oeste del foco, otra estaci¨®n de AEMET mide la calidad del aire de esta zona poblada, especialmente las concentraciones en superficie de di¨®xido de azufre, que es uno de los principales gases emitidos por el volc¨¢n y que, en concentraciones elevadas, puede llegar a resultar nocivo para la poblaci¨®n. Omaira Garc¨ªa, investigadora de Iza?a, explica que desde su instalaci¨®n el 24 de septiembre ¡°las concentraciones registradas han estado siempre dentro de los umbrales normales y esperados (por debajo de 10 microgramos por metro c¨²bico), aunque se han registrado picos puntuales y de corta duraci¨®n de hasta 150 debido a fen¨®menos de recirculaci¨®n en el valle¡±.
La emisi¨®n de gases y cenizas supera los 4.000 metros de altura algunos d¨ªas, por lo que pueden transportarse a larga distancia merced a la circulaci¨®n de los vientos. Como explica Garc¨ªa, ¡°en el Observatorio Atmosf¨¦rico de Iza?a, a 2.400 metros sobre el nivel del mar, se han registrado valores puntuales de 1.000 microgramos, cuando normalmente son casi nulos¡±. Ese gas t¨®xico afecta m¨¢s a la cumbre tinerfe?a que a la poblaci¨®n palmera. Cuevas detalla que el domingo se dio un peque?o aumento de los valores en superficie, pero dentro de los m¨¢rgenes que no son nocivos para la poblaci¨®n.
¡°Los valores son sorprendentemente bajos¡±, resume Cuevas. Estas estaciones apoyan el dispositivo desplegado por el Cabildo Insular de La Palma y el Gobierno de Canarias para verificar en detalle la calidad del aire en toda la isla, tambi¨¦n apoyados por un sistema de vigilancia de la Unidad Militar de Emergencias (UME). ¡°Los valores son bajos en todos los puntos, tambi¨¦n los de la UME en Los Llanos y los del gobierno canario en El Paso¡±, a?ade el director de Iza?a.
La concentraci¨®n de part¨ªculas en suspensi¨®n emitidas por el volc¨¢n ¡°no deja de aumentar¡±, apunta Cuevas, pero solo en altas capas de la columna de aire: ¡°No afecta a la salud. Pero nos servir¨¢ a nosotros para conocer c¨®mo contribuye un volc¨¢n a la concentraci¨®n de aerosoles en la atm¨®sfera, para hacer ciencia¡±, resume.
La estaci¨®n instalada en el sur de la isla pretende aportar informaci¨®n vital para predecir la evoluci¨®n del penacho volc¨¢nico porque est¨¢ indicando al instante la cantidad de part¨ªculas emitidas y su distribuci¨®n. Pero de momento ¡°no hemos tenido mucha suerte¡±, lamenta Cuevas. La estaci¨®n observa de forma indirecta las emisiones del volc¨¢n, si bien todav¨ªa no ha tenido por encima el penacho para diseccionarlo como esperaban. ¡°En ese punto se dan las condiciones id¨®neas para observarlo, porque lo normal es que el viento lo traslade hacia el sur y que ese lugar est¨¦ despejado. Pero llevamos unos d¨ªas an¨®malos¡±, lamenta. Ese cambio en los vientos hizo que se haya llenado de ceniza la costa este de la isla, donde se encuentran el aeropuerto y la ciudad de Santa Cruz.
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